Ocultismo y asfixia
Esta fiesta de sonidos gruesos daba comienzo mientras la gente a¨²n estaba entrando en la sala, con el grupo Pist. On, cuarteto de pelo enmara?ado y en¨¦rgicos riffs de guitarra que se encarg¨® de ir calentando el ambiente para lo que hab¨ªa de venir. Seguidamente, fueron unos cl¨¢sicos del hardcore neoyorquino, Helmet, los que descargaron con furia sobre el numeros¨ªs¨ªmo p¨²blico juvenil all¨ª congregado. Este cuarteto dio una larga rienda suelta a los temas que componen su discograf¨ªa, nada menos que cuatro discos de electricidad apabullante y tem¨¢tica salvaje, de los que su canci¨®n Just another victim fue lo m¨¢s celebrado. A la hora se?alada en la entrada, las diez de la noche, apareci¨® sobre el escenario el ¨²ltimo artista llamado a escandalizar con su puesta en escena, robando de paso el coraz¨®n a millones de j¨®venes de todo el mundo que se sienten irremediablemente identificados con ¨¦l -vaya usted a saber por qu¨¦-. Brian Warner, verdadero nombre de Marylin Manson, apareci¨® hier¨¢tico sobre las tablas, con esa presencia espectral y solemne a medio camino entre el cu?ado de Nosferatu y el ¨²ltimo hechicero siux. Tra¨ªa una banda demoledora, de la que hay que destacar el
Marylin Manson
Marylin Manson, Helmet y Pist. On.Sala La Riviera. 2.500 pesetas. Domingo 1 de junio.
potente ritmo impreso por el bater¨ªa Madonna Wayne Gacy, y un pu?ado de canciones que obligan ya a vibrar a los desconsolados
hu¨¦rfanos del heavy metal y el rock g¨®tico. Para todos ellos, Marylin Manson es un nuevo mes¨ªas con mensajes demon¨ªacos encerrados en piezas de agobio sonoro constante; Tourniquet, Cake & Sodom, Beuutiful people -con inequ¨ªvocas referencias r¨ªtmicas a Gary Glitter- y una impresionante versi¨®n del Sweet dreams, de Eurythmics, que supera con mucho al original. Lamentablemente, Marylin Manson se qued¨® sin ox¨ªgeno a la hora de la actuaci¨®n y tuvo que ser sacado del escenario con ayuda, teniendo, que recortar de modo irremediable su espect¨¢culo. En fin, que el ocultismo y el rock juntos son, por lo que se ve, un ejercicio de lo m¨¢s asfixiante.
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