El ministro brit¨¢nico de Educaci¨®n env¨ªa a las peores escuelas del pa¨ªs 'equipos de emergencia'
Los sindicatos afirman que los centros en crisis se hundir¨¢n tras ser se?alados
"La educaci¨®n no es un jard¨ªn secreto, y los ni?os s¨®lo disponen de una oportunidad". Arrop¨¢ndose en esta m¨¢xima, David Blunkett, ministro brit¨¢nico de Educaci¨®n, ha lanzado la primera y sonora salva desde su reci¨¦n estrenado cargo. Se ha formado un equipo de profesores, consejeros y asesores que ayudar¨¢n al cuadro docente de las peores escuelas del Reino Unido. Estos centros, 18 repartidos por todo el pa¨ªs, han si 0 incluidos en una lista p¨²blica con la total oposici¨®n de los sindicatos de directores y profesores. Nombrar a los ca¨ªdos acabar¨¢ de hundirlos, pero no mejorar¨¢ su situaci¨®n, han venido a decirle ¨¦stos a Blunkett. "El Gobierno laborista no tolerar¨¢ la falta de cooperaci¨®n", les ha respondido con la firmeza y rapidez que caracteriza ya su nuevo estilo.Los sindicatos sostienen que avergonzar a los centros y a sus profesores y alumnos ser¨¢ contraproducente. Sin olvidar que los padres, asustados, matricular¨¢n a los mejores alumnos en otros lugares. Educaci¨®n asegura que no se propone debilitar su situaci¨®n, sino ayudar a su recuperaci¨®n.
Pero si no mejoran pueden incluso ordenar el cierre. En tal caso, los directores ser¨ªan "invitados" a dimitir sin tardanza. Con un nuevo equipo docente y bajo otro nombre, la misma escuela podr¨¢ reabrir luego sus puertas, una vez saneada, el pr¨®ximo mes de septiembre. La disciplina y la calidad del profesorado, que ser¨¢ calificado en funci¨®n de los resultados obtenidos por sus propios pupilos, aparecen tambi¨¦n entre las iniciativas del ministro.
Las 18 escuelas se?alada s ahora cargan desde hace un a?o con la etiqueta metaf¨®rica de fallidas colgada en su puerta. "El problema es que no han sabido salir adelante y necesitan ayuda en lugar de amenazas", afirman en el ministerio.
Blunkett se ha preocupado de separar sus planes de los aplicados por el antiguo Gobierno conservador. No se trata ahora de sustituir a los gerentes y cerrar sin m¨¢s avisos. "Pretendemos enviar a un director de escuela que s¨ª funcione y con experiencia en casos dif¨ªciles", ha dicho. El equipo de expertos que le acompa?ar¨¢ debe ser capaz de cambiar a profesores y alumnos en poco tiempo y tambi¨¦n de colaborar con las autoridades locales. "No las abandonaremos, pero tampoco vamos a tolerar que se estanquen", concluyen en el ministerio.
Para los sindicatos de profesores y directores, estas palabras est¨¢n lejos de tranquilizar al sector. "Ya est¨¢ bien de humillaciones p¨²blicas. As¨ª no se resuelve nada", ha lamentado Nigel de Gruchy, secretario general de la Uni¨®n Nacional de Docentes y del Sindicato de Mujeres Profesoras.
La discreci¨®n abogada por sus afiliados para transformar las malas escuelas constituye tambi¨¦n la mejor f¨®rmula de cooperaci¨®n para sus colegas de la Uni¨®n Nacional de Maestros. Doug McAvoy, su responsable, ha advertido al Gobierno laborista que as¨ª s¨®lo, lograr¨¢ perder su confianza y la de los padres. Algunos de ellos, sin embargo, han hecho causa com¨²n con los colegios de sus hijos por encima de las temidas etiquetas
Barrios marginales
Diez de los centros incluidos en la lista est¨¢n en barrios perif¨¦ricos y deprimidos de Londres. Otros, como Abbey Farm, una escuela de secundaria abierta en NorfoIk, no ha tenido inconveniente en reconocer que su presencia entre los peores ha ca¨ªdo como una bomba. Situada en el coraz¨®n de un distrito conflictivo y pobre de- la ciudad, al este de Inglaterra, cuenta con 140 alumnos y ya fue se?alada en 1995 por el entonces Gobierno conservador. "En su d¨ªa aceptamos las cr¨ªticas de la inspecci¨®n, pero hemos mejorado mucho. No se puede salir del hoyo en dos a?os", ha declarado su director, Dominic Cragoe, al rotativo The Independent.
Tanto ¨¦l como sus 17 colegas marcados tendr¨¢n que recibir ahora a los equipos de emergencia. El ministro Blunkett ha asegurado que pondr¨¢ su progreso en el contexto de la ruta hacia la mejora de la educaci¨®n y disciplina impartidas. Su pol¨ªtica de "tolerancia m¨ªnima" ante los recalcitrantes como ¨¦l la define, ser¨¢ de todos modos el baremo al que se enfrenten las escuelas que no rindan suficiente en el Reino Unido.
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