Un elevado esfuerzo
S¨®lo 16 atletas de 134 abandonaron el duro recorrido del primer Marat¨®n Alpino
El primer Marat¨®n Alpino de Madrid se convirti¨® ayer en una prueba salvaje. Aunque la distancia era la misma que la de los maratones de asfalto -42,195 kil¨®metros-, el fr¨ªo, los charcos y las rocas de alta monta?a transformaron la carrera en un infierno. Los corredores derrocharon esfuerzo. Uno se cay¨® y se parti¨® un dedo de la mano. Rehus¨® ser atendido y sigui¨® corriendo hasta la meta. La mayor¨ªa acab¨® con los pies destrozados, llenos de cortes y ampollas. Salieron 134 y llegaron 118; se retiraron 16. El vencedor tard¨® casi cinco horas; el ¨²ltimo, m¨¢s de nueve. A pesar del elevado esfuerzo, la mayor¨ªa de los corredores coincidi¨® en que fue su mejor carrera. El 80% del recorrido discurri¨® por encima de los 2.000 metros.La subida al risco de Cabeza de Hierro (2.300 metros de altitud), en el kil¨®metro 22 de la carrera alpina, se convirti¨® en el punto mas duro. Era un pedregal de menos de dos kil¨®metros de largo en el que los atletas pasaron de los 1.700 metros de altitud a los 2.300. El desnivel de 600 metros les revent¨® las piernas. Muchos tuvieron que subir a gatas porque no pod¨ªan caminar por las rocas: "Por ese cortado de piedras no suben ni las cabras", dijo un corredor.
Fue ah¨ª donde se desencaden¨® el duelo m¨¢s fuerte de la carrera. Joseba Cubillo, vasco de 31 a?os, vencedor a la postre, adelant¨® a Alfredo L¨®pez, madrile?o de 32 y segundo en meta. Afrontaron el pedregal de subida a la par. La agilidad de Cubillo por las rocas le permiti¨® coronar primero. Pero pag¨® el sobreesfuerzo un par de kil¨®metros m¨¢s tarde: cay¨® fulminado por el agotamiento. Se tumb¨® en la hierba para darse masajes en las piernas. En esos momentos, L¨®pez, que dosific¨® mejor sus fuerzas, le adelant¨®. Lleg¨® a sacarle una diferencia de tres minutos en el ¨²ltimo control de la carrera, en el puerto de la Fuenfr¨ªa, a apenas siete kil¨®metros de meta. Pero L¨®pez no pudo aguantar su propio ritmo y le entr¨® una p¨¢jara. Los desniveles continuos del camino Schmid le rompieron las piernas. Cubillo aprovech¨® el momento y recuper¨® la distancia perdida. Adelant¨® a L¨®pez y lleg¨® el primero a meta.
"En el kil¨®metro 23 ya me entraron los primeros calambres en las piernas. Desde ah¨ª hasta final de carrera he tenido que pararme cada cinco kil¨®metros para darme masajes en los abductores. Ha sido la carrera m¨¢s dura que he corrido", declar¨® Cubillo al traspasar la l¨ªnea de meta.
La espa?ola Sonia Mor¨¢n y la portuguesa Margarita Pinto protagonizaron otra bella lucha. La primera logr¨® vencer al bajar a muerte la Bola del Mundo hacia meta. Entr¨® con el rostro desencajado y se tambaleaba del esfuerzo: "El trayecto ha sido dur¨ªsimo, pero el m¨¢s bonito que he corrido", declar¨® Mor¨¢n.
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