Fuera Gobierno

COMO EN cada ocasi¨®n en los ¨²ltimos 24 a?os, los irlandeses han tumbado al Gobierno de turno. Parece como si valoraran, ante todo, la alternancia per se. Pero en esta ocasi¨®n hay dos factores novedosos: la buena marcha de la econom¨ªa, ejemplar en Europa, y el hecho de que el Gobierno saliente hubiera llegado al poder en 1994 no como resultado de unas elecciones, sino tras un cambio de alianzas propiciado por el Partido Laborista.De la bonanza econ¨®mica del llamado tigre celta (7% de crecimiento anual en los ¨²ltimos tres a?os, aumento del empleo e inflaci¨®n en m¨ªnimos hist¨®ricos) se ha beneficiado tambi¨¦n el partido Fine Gael del primer ministro saliente, John Bruton, que ha aumentado sus esca?os de 47 a 53. Pero los electores han castigado duramente a sus socios laboristas en la coalici¨®n de centroizquierda, que han pasado de 32 a 17 esca?os.

No parece que la pol¨ªtica que vaya a seguir el pr¨®ximo Ejecutivo irland¨¦s vaya a cambiar mucho, pues Irlanda habr¨¢ pasado de un Gobierno de centro ligeramente escorado a la izquierda a otro tambi¨¦n de centro que mira a la derecha. Irlanda va a mantener su prop¨®sito de participar en el euro desde el primer d¨ªa y su pol¨ªtica econ¨®mica estar¨¢ marcada por la continuidad.

Aunque el Fianna F¨¢il sea algo m¨¢s nacionalista que el Fine Gael, la renovaci¨®n electoral en Londres y Dubl¨ªn puede aportar savia nueva al proceso de paz en Irlanda del Norte que apadrina Estados Unidos. La elecci¨®n al Parlamento de Dubl¨ªn, por primera vez en 40 a?os, de un candidato del Sinn Fein, brazo pol¨ªtico del IRA, puede contribuir, como quieren los republicanos, a su participaci¨®n en las negociaciones sobre el futuro de Irlanda del Norte. Pero antes el IRA debe demostrar su voluntad con una clara tregua en sus atentados terroristas. Es de esperar que los dirigentes del IRA se percaten de que la conjunci¨®n de astros supone una oportunidad hist¨®rica para la paz.