Los Quince llegan a la cumbre de Amsterdam sin acuerdo sobre los grandes temas de la reforma

En la cumbre de Amsterdam deber¨¢ negociarse pr¨¢cticamente todo lo importante. El borrador del nuevo Tratado de la Uni¨®n Europea, enviado ayer por la presidencia holandesa a los socios, confirma que la reforma ser¨¢ de m¨ªnimos y deja abiertos los grandes conflictos: instituciones, defensa, libre circulaci¨®n, justicia e interior, flexibilidad y empleo. La presidencia propone que la entrada en vigor de la reforma del voto en el Consejo se aplace hasta que la LTE se ampl¨ªe al menos con dos nuevos socios. "A la cumbre de Amsterdam llegan muchos m¨¢s temas abiertos que a la de Maastricht", compar¨® el comisario responsable de Asuntos Institucionales, Marcelino Oreja, para quien el texto es satisfactorio, si no se modifica a la baja.

Los asuntos que se dejan a los l¨ªderes para que diriman versan sobre todos los asuntos principales, pero quedan tambi¨¦n abiertos contenciosos de menor calado: las dos principales reivindicaciones espa?olas (el asilo y el estatuto de Canarias), Europol, subsidiariedad, televisiones p¨²blicas o transparencia. Todo ello provoca que el Tratado est¨¦, seg¨²n el comisario espa?ol, "en el filo de la navaja"."La dificultad consiste en que el tope m¨¢ximo al que pueden llegar los Gobiernos coincide con el m¨ªnimo al que aspira la opini¨®n p¨²blica", de modo que si se rebaja, ser¨¢ claramente insuficiente, opin¨® el comisario. La presidencia lanza una nueva f¨®rmula para superar un grave escollo: la reforma institucional. Propone hacerlo en tres fases. No tocar nada -ni la ponderaci¨®n del voto ni la composici¨®n de la Comisi¨®n- mientras la Uni¨®n no se ampl¨ªe con m¨¢s de dos nuevos Estados.

Llegado ese caso, entra en vigor la nueva ponderaci¨®n de votos -que se habr¨¢ dejado ya pactada en la actual reforma- y la Comisi¨®n pasar¨¢ a tener un comisario por cada Estado. As¨ª, los cinco grandes (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Espa?a) perder¨ªan uno de sus dos comisarlos actuales. La tercera fase regir¨¢ cuando haya m¨¢s de 20 socios, es decir, cuando haya al menos seis ingresos. Entonces se har¨ªa una nueva reforma de la Comisi¨®n y se pactar¨ªa una nueva reponderaci¨®n del voto.

Espa?a admitir¨ªa que la nueva ponderaci¨®n del voto del Consejo entre en vigor cuando se ampl¨ªe la Uni¨®n, pero no cuando integre tres nuevos socios, sino en cuanto ingrese uno. Exige tambi¨¦n la garant¨ªa de que el compromiso de Ioannina, que deb¨ªa caducar con la entrada en vigor del nuevo Tratado, se prolongue hasta la ampliaci¨®n. Este compromiso introduce mecanismos correctores cuando una decisi¨®n no obtiene la minor¨ªa de bloqueo actual pero s¨ª la que se daba cuando la Uni¨®n la compon¨ªan 12 Estados miembros. Busca mantener el peso que ten¨ªan los cinco grandes cuando s¨®lo hab¨ªa siete peque?os.

Este es un asunto vital porque muchas pol¨ªticas pasan a decidirse por mayor¨ªa cualificada, en vez de por unanimidad, reduciendo los vetos. Los grandes quieren aumentar su voto, haci¨¦ndolo algo m¨¢s proporcional a su poblaci¨®n, ante el futuro ingreso de los peque?os pa¨ªses del Este (lo son todos, salvo Polonia). El proyecto disgusta a los negociadores espa?oles en una de las reivindicaciones esenciales de Madrid: el estatuto de las regiones ultraperif¨¦ricas. Contempla las exigencias presentadas por Francia para sus Dom-Tom, entre ellas la toma de decisiones por mayor¨ªa cualificada, lo que se considera que puede ser perjudicial para las islas Canarias. La f¨®rmula sobre el asilo es la misma que en el anteproyecto presentado hace una semana y que ya recibi¨® el aval del presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.

Otra de las sorpresas es la propuesta holandesa de que la incorporaci¨®n del convenio de Schengen -que desmantela los controles en fronteras para la fiebre circulaci¨®n de personas- al Tratado se realice a trav¨¦s del nuevo mecanismo de cooperaciones reforzadas, lo que permitir¨¢ al Reino Unido e Irlanda elegir a la carta los aspectos del convenio en los que se integran y rechazar los que no les interesan. Muchos pa¨ªses prefieren buscar f¨®rmulas que permitan integrar a Londres y Dubl¨ªn en Schengen aceptando que mantengan sus controles fronterizos, pero d¨¢ndole al convenio un car¨¢cter comunitario pleno aunque unos temas se adopten por unanimidad y otros por mayor¨ªa. El convenio se manten¨ªa fuera del Tratado y todas las decisiones se tomaban por unanimidad, porque era intergubernamental y no comunitario.

El desmantelamiento de controles debe completarse en cinco a?os. Las iniciativas podr¨¢ tomarlas la Comisi¨®n o cualquier Estado y se aprobar¨¢n por unanimidad. Pasado ese periodo transitorio, el mecanismo podr¨¢ hacerse m¨¢s com¨²n: el monopolio de la iniciativa lo tendr¨ªa la Comisi¨®n, la toma de decisiones se har¨ªa en algunos aspectos por mayor¨ªa cualificada y el Tribunal ejercer¨ªa su papel de garante del derecho europeo. El convenio no le reconoc¨ªa ning¨²n papel. Era una de sus grandes lagunas.

En Pol¨ªtica Exterior y Seguridad Com¨²n (PESC), las decisiones b¨¢sicas las tomar¨¢ el Consejo Europeo, por unanimidad, y ser¨¢n ejecutadas por el Consejo de ministros, por mayor¨ªa cualificada. S¨®lo si un pa¨ªs considera que la decisi¨®n a adoptar afecta a su seguridad nacional, podr¨¢ impedirla.