"La verg¨¹enza de Mogadiscio"
Italia, escandalizada por el comportamiento de sus 'cascos azules' en Somalia
La aparici¨®n ayer, en el semanario Panorama, de lo que un peri¨®dico ha llamado el segundo cap¨ªtulo de los horrores somal¨ªes, en alusi¨®n a las fotograf¨ªas de torturas y violaciones cometidas por los cascos azules italianos que participaron en 1994 en la Misi¨®n Ibis, al mando de los generales Bruno Loi y Carmine Fiori, desat¨® una nueva r¨¢faga de declaraciones de principios, promesas de esclarecimiento e investigaciones.Si la semana precedente, tras las denuncias del ex cabo Michele Patruno, la revista publicaba la imagen. de un joven somal¨ª tumbado en el suelo desnudo junto a un paracaidista italiano con dos cables en la mano, preparado para aplicarle electrodos en los test¨ªculos, en esta ocasi¨®n se ve la foto de una joven atada a un tanque mientras varios militares la sujetan, otro le levanta la falda y una mano arrima una bengala untada de mermelada y la empuja al interior de su cuerpo.
La foto de la chica atrozmente violada ha sido proporcionada por un soldado que hac¨ªa la mili, tras casi cuatro a?os de remordimientos en silencio. El soldado ha dicho: "Hab¨ªa mucho foll¨®n. M¨¢s que un juego sexual, era hacer algo. Sentirnos grandes. Estar en el grupo". Pero esa foto no es la ¨²nica ni uno solo es el testimonio que acusa a miembros de las Fuerzas Armadas italianas y de su prestigiosa Brigada Paracaidista Folgore, quienes, seg¨²n declaraciones que se multiplican en los peri¨®dicos, jugaron a la caza al somal¨ª, persiguiendo a los nativos con un fusil. Este juego y los de algunas sevicias a las mujeres deb¨ªan de resultar tan entretenidos que, seg¨²n tales testimonios, los soldados del contingente alem¨¢n pidieron prestadas a los italianos sus peculiares armas para participar y llegaron a disparar sobre los somal¨ªes, a pesar de tenerlo prohibido.
Ante la segunda tanda de fotograf¨ªas, la reacci¨®n de las instituciones italianas fue ayer fulminante. El presidente de la Rep¨²blica, Oscar Luigi Scalfaro, convoc¨® para el pr¨®ximo mi¨¦rcoles al Consejo de Defensa, y el Ejecutivo reunido en Consejo de Ministros instituy¨® una comisi¨®n de investigaci¨®n propia al margen de la fiscal¨ªa militar.
El comunicado del Gobierno, calificando los hechos como de "inadmisible gravedad", fue le¨ªdo por la ministra para la Igualdad de Oportunidades, Anna Finocchiaro, por deseo del Gabinete de que fuera una mujer la que diera cuenta de las conclusiones gubernamentales. El jefe del Ejecutivo, Romano Prodi, dej¨® constancia de su "tristeza y solidaridad con las v¨ªctimas" ante lo que consider¨® "hechos grav¨ªsimos" cometidos por militares italianos.
El suboficial Valerio Ercole, el hombre que aparece en las fotos con los cables el¨¦ctricos ante el joven somal¨ª, fue suspendido del cargo que ten¨ªa en un almac¨¦n de telefon¨ªa del Ej¨¦rcito, como primera destituci¨®n de una cadena que todos piensan que tendr¨¢ diversos eslabones. Ercole ha declarado que lo que hicieron a los prisioneros civiles somal¨ªes fue s¨®lo para atemorizarles. Al parecer, tambi¨¦n tiene ya nombre y apellido la mano que empuja la bengala por la vagina de una joven en las fotos de ayer de Panorama.
El pr¨®ximo martes llegar¨¢ al Parlamento el caso que ha sido calificado como "la verg¨¹enza de Mogadiscio". Los diputados quieren que el ministro de Defensa, Beniamino Andreatta, aclare qu¨¦ quiso decir al calificar los hechos somal¨ªes de "bromas estudiantiles y novatadas", adjetivos que han encendido notablemente muchos ¨¢nimos. Desde Bruselas, donde participaba en una reuni¨®n de la OTAN, Andreatta prometi¨® justicia dentro de 85 d¨ªas y asegur¨® que entregar¨¢ a los jueces los nombres de los implicados, entre los que no faltar¨ªan oficiales.
Amnist¨ªa Internacional ha pedido una investigaci¨®n independiente, manifestando dudas ante las iniciadas en Italia, y ha afirmado que, de ser verdad lo declarado por el ex cabo Michele Patruno en el sentido de que no recibieron adiestramiento espec¨ªfico para el trato a los prisioneros, Italia habr¨ªa violado la Convenci¨®n de Ginebra y el c¨®digo de conducta de la OSCE sobre los aspectos pol¨ªtico-militares de la seguridad.
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