La fusi¨®n entre 'techno' y jazz de Carl Craig enfr¨ªa al p¨²blico
La fusi¨®n experimental entre techno y jazz de Carl Craig enfri¨® al p¨²blico del pabell¨®n de la Mar Bella en la segunda noche del festival barcelon¨¦s S¨®nar. Un festival que revela estar de moda y que vive su primera edici¨®n masiva.?Un poco de jazz en un festival de techno? ?Por qu¨¦ no, si el festival aspira a no ser s¨®lo de techno? Menudo chaval este Carl Craig. "Oye, t¨®cate algo enrevesado", debi¨® de decirle Carl al bater¨ªa, quien, sin otra cosa que hacer, se aplic¨® a fondo. "Y ahora un solo de contrabajo, por favor", parec¨ªa decirle Carl a su otro m¨²sico, todo ac¨²stico ¨¦l. Carl disparaba alg¨²n ritmillo y aplaud¨ªa los solos de sus empleados, impecables profesionales incluso en un proyecto tan inacabado como el de Carl Craig en tr¨ªo.
A todo esto el pabell¨®n de la Mar Bella no era un apretuj¨®n. Siguieron el set de Craig unas 1.000 personas, que quiz¨¢ eran 3.000 cuando comenz¨® a pinchar Roger S¨¢nchez a las cuatro y pico de la madrugada. En cualquier caso, ausencia de agobio, aligerado al abrir la organizaci¨®n las gradas cerradas el primer d¨ªa.
Como de costumbre, hubo menos p¨²blico en el S¨®nar la segunda noche, pero esta vez fue casi de agradecer. En la pista hab¨ªa suficiente espacio para bailar, el calor era tolerable y se pod¨ªa transitar por la terraza.
Y en aquel ambiente va Craig y se pone serio, y en lugar de darle al baile se marca una fusi¨®n que no hay por donde pillarla. Solo de congas. El personal silba un poquit¨ªn y Craig aplaude el solo. Est¨¢ fusionando. Sucintos apuntes mel¨®dicos y de vuelta a los solos. ?Querr¨¢ demostrar que es un m¨²sico acudiendo a la m¨²sica de sus mayores? El p¨²blico se miraba la cosa uniendo pasmo y voluntad, y en cuanto pod¨ªa soltaba el pie para bailar. Pero entonces el bajista abordaba otro solo jazz y el personal hubiera preferido estar en una cava humeante y no en un pabell¨®n desnudo con el cemento al aire. Carl Craig y su fusi¨®n hicieron enorme la Mar Bella.
Bailar sin pisar
Luego S¨¢nchez la llen¨®. Bien, S¨¢nchez o los horarios, porque a eso de las tres y pico de la ma?ana comenz¨® a llegar gente en masa. La enorme pista casi se llen¨®, pero qued¨® espaci¨® para que cada cual bailase sin pisar al vecino. L¨¢stima que el entorno no ayudase, ya que la escasez de luces, el limitado sonido del equipo y la ausencia de efectos hacen mejor a cualquier macrodiscoteca. Pero es el S¨®nar, y el S¨®nar est¨¢ de moda, est¨¢ viviendo su primera edici¨®n masiva, y quien m¨¢s, quien menos se da una vuelta por ese pabell¨®n que cierra tard¨ªs¨ªmo.Aunque te sorprendan con un voluntarioso proyecto experimental de fusi¨®n entre techno y jazz.
Babelia
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