Un encuentro sin tensi¨®n competitiva
El Bar?a se despidi¨® del Camp Nou con un partido poco llevadero pese a los goles
El eco del alir¨®n blanco sepult¨® el adi¨®s del Barcelona a la Liga. No pod¨ªa ser de otra manera. Nada m¨¢s t¨¦trico para el hincha cul¨¦ que despedir el curso desde el estadio el d¨ªa despu¨¦s que el Real Madrid ligara el campeonato. Ni los tres goles que le endosaron al Betis, el rival en la final de Copa del Rey del pr¨®ximo d¨ªa 28, hicieron m¨¢s llevadero el partido. Result¨® una tortura.Fue la de ayer una tarde alejada del f¨²tbol, una jornada de puertas abiertas, apetitosa para los que gustan de las visitas en d¨ªas festivos, como pide la liturgia, y propicia tambi¨¦n para tipos que gustan de protagonismo, como el streaker que se pas¨® por la cancha en el segundo tiempo.
El divertimiento estuvo en los aleda?os del partido, en lo que le rode¨®, y nunca en la contienda. El encuentro como tal no tuvo cuerpo, fue descarnado, liviano y sin tensi¨®n competitiva. Estuvo bien para quienes les da igual donde pasar el domingo. Los futboleros, en cambio, acabaron roncando, agotados por el aire plomizo del d¨ªa.
El inter¨¦s del Betis por hacerse notar ante tanto absentismo azulgrana result¨® bald¨ªo. Tuvo una buena actitud de salida, ocup¨® el campo de forma racional, triangul¨® con gran precisi¨®n en la l¨ªnea de medios y sus transiciones transcurrieron con la rapidez necesaria para llegar al ¨¢rea rival con ventaja. Desperdici¨®, sin embargo, todo su caudal futbol¨ªstico frente a la porter¨ªa de un Ba¨ªa especialmente activo, listo y bien puesto.
Le falt¨® punter¨ªa al grupo de Serra Ferrer, pues hasta siete veces tuvo el cuero franco para marcar y se larg¨® del Camp Nou de vac¨ªo. Especialmente clamoroso result¨® el error de Vidakovic en el arranque del segundo tiempo o los de M¨¢rquez y Kowalczyk en la primera mitad. La desidia en el ¨²ltimo disparo expres¨® la falta de concentraci¨®n de los protagonistas, embriagados por la dispersi¨®n en la que se movi¨® un choque sin trascendencia, pese al ensayo para la final copera con el que fue etiquetado [el 28 de junio, en el Bernab¨¦u, Bar?a y Betis volver¨¢n a verse las caras].
Muy acostumbrado a jugar ya con los o¨ªdos tapados ante tanta ch¨¢chara como ha salido del palco y de los pupitres de prensa, sin reparar para nada en el entorno, el Bar?a se hizo el sueco y despach¨® el ¨²ltimo encuentro de la temporada en el Camp Nou con la misma funcionarialidad que, el primero. Le bast¨® el olfato de ?scar, un futbolista que nunca se oxida; la agresividad de Stoichkov, un jugador que deja huella para bien o para mal en cualquier partido; y la explosi¨®n de Luis Enrique, un chico para todo que obtuvo un premio a su facilidad para encontrar el marco rival con el gol n¨²mero 100 del Barcelona en el presente campeonato de Liga. Pese a jugar sin pies ni cabeza, los azulgrana explotaron a conciencia el f¨²tbol directo para dinamitar al Betis.
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