A las puertas del siglo de la biolog¨ªa
El hombre llegar¨¢ a los l¨ªmites m¨¢ximos de su destino cuando pueda redise?ar su propia especie
Si el siglo XX fue el siglo de la f¨ªsica, el siglo XXI ser¨¢ el siglo de la biolog¨ªa. Mientras que la combusti¨®n, la electricidad y la energ¨ªa nuclear han definido el progreso cient¨ªfico de este siglo, la nueva biolog¨ªa de la investigaci¨®n del genoma, que proporcionar¨¢ la informaci¨®n gen¨¦tica completa de una especie determinada, incluida la especie humana, ser¨¢ lo que defina el siglo que viene.Por primera vez, contaremos con una descripci¨®n completa de la vida en el nivel m¨¢s fundamental del c¨®digo gen¨¦tico. Este mapa describir¨¢ el contenido y estructura exactos no s¨®lo de todos y cada uno de los genes asociados a una especie, sino tambi¨¦n de la informaci¨®n precodificada o secuencia qu¨ªmica que controla cu¨¢ndo un gen concreto se activa o se desactiva para dar lugar a un efecto biol¨®gico. Por ejemplo, en el caso de los humanos, esto significa que sabremos exactamente qu¨¦ clase de predisposici¨®n gen¨¦tica hace que una persona sea propensa, digamos, al c¨¢ncer de pr¨®stata o a la enfermedad de Alzheimer. Tambi¨¦n sabremos c¨®mo manipular un gen para conseguir unos ojos azules o una piel oscura. El genoma humano mide 1,5 metros de longitud y tiene 3.000 millones de caracteres, todos los cuales probablemente habr¨¢n sido descodificados, al mismo tiempo que el genoma de centenares de otras especies, para el a?o 2005.
En los millones o miles de millones de caracteres del c¨®digo gen¨¦tico de cada especie, desde el nuestro al de la bacteria m¨¢s simple, est¨¢ registrada la historia de 4.200 millones de a?os de evoluci¨®n. Con cada gen identificado y cada car¨¢cter de la secuencia qu¨ªmica descifrada, seremos capaces de ver las diferencias exactas en el nivel gen¨¦tico (no s¨®lo en el nivel f¨ªsico observado hasta ahora por Darwin y los cient¨ªficos evolucionistas) entre dos especies dadas. Se revelar¨¢ por fin en qu¨¦ se diferencian los humanos de otras especies y qu¨¦ tienen en com¨²n con ellas.
Por consiguiente, en un sentido muy real, el hombre llegar¨¢ a los l¨ªmites m¨¢ximos de su propio destino cuando, en la Edad del Genoma, posea la informaci¨®n que le permita redise?ar su propia especie.?Qu¨¦ es espec¨ªfico de la humanidad? Cuando la ciencia interviene para alterar un genoma que ha tardado milenios en desarrollarse, ?d¨®nde est¨¢ el limite entre cultura y naturaleza? ?Qu¨¦ intervenci¨®n gen¨¦tica supera los l¨ªmites, si es que hay alguna que los supere?
Estas son las grandes cuestiones ¨¦ticas que nos presenta la nueva biolog¨ªa. La historia ha demostrado que el conocimiento proporciona la capacidad de cambiar positivamente, as¨ª como nuevos niveles de abuso.
Y el abuso del conocimiento sobre el genoma humano es algo que no se puede tomar a la ligera en esta era de nacionalismo renovado y de purificaci¨®n ¨¦tnica que se extiende desde los Balcanes hasta Ruanda.Las ventajas: el uso de la informaci¨®n sobre el genoma a lo largo de los pr¨®ximos 10 a 100 a?os transformar¨¢ completamente la medicina y el sector m¨¦dico. A medida que se vaya aclarando el c¨®digo gen¨¦tico humano, empezaremos a descubrir la relaci¨®n entre peque?as diferencias en la secuencia de algunos genes que determinan la propensi¨®n a las enfermedades.
Cuando conozcamos los defectos de la secuencia que provocan la propensi¨®n a la enfermedad, podremos tratar ese gen con un medicamento o un virus fabricado para corregir el defecto o incluso injertar una secuencia correcta en el gen en cuesti¨®n para curar la enfermedad. Como m¨ªnimo, podremos determinar qui¨¦n corre el riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer o de Huntington o de un c¨¢ncer concreto y vigilar a la persona. Cuando el c¨¢ncer se detecta en las fases iniciales, tiene cura. Cuando se determina que una persona no corre ning¨²n riesgo, ¨¦sta podr¨¢ vivir tranquilamente.
Por consiguiente, el pron¨®stico y la prevenci¨®n de enfermedades ser¨¢n las primeras consecuencias de la investigaci¨®n del genoma en la medicina. Con estos conocimientos, por ejemplo, las futuras recetas de medicamentos se prescribir¨¢n seg¨²n las pruebas gen¨¦ticas y los fenotipos. Los empleados del sector qu¨ªmico, por comentar otro caso, ser¨¢n seleccionados de antemano para garantizar que no tienen rasgos gen¨¦ticos que les hacen propensos a contraer c¨¢ncer a causa de las sustancias qu¨ªmicas con las que van a trabajar.
Los conocimientos gen¨¦ticos tambi¨¦n permitir¨¢n a la humanidad enfrentarse a un problema a¨²n m¨¢s grave que ya se perfila en el horizonte. El excesivo uso de antib¨ª¨®ticos durante el siglo XX ha dado origen a variedades de microorganismos que son resistentes a su tratamiento.
La investigaci¨®n de genoma ya est¨¢ influyen do en este sentido. El primer organismo cuyo c¨®digo gen¨¦tico se descifr¨® completamente fue un pat¨®geno humano. A finales de este siglo, se espera haber descifrado los genomas de entre 50 y 100 microorganismos entre ellos los m¨¢s da?inos, como el de la tuberculosis, el c¨®lera y la malaria; que juntas son responsables de 20 millones de muertes anuales. Cada genoma que se descifra proporciona entre uno y seis posibles blancos contra los que las empresas f¨¢rmace¨²ticas y de biotecnolog¨ªa pueden dise?ar nuevos antibi¨®ticos.
No se pueden subestimar las repercusiones de este conocimiento para el sector de la salud. S¨®lo 50 enfermedades son responsables de un 90% de las dolencias y las muertes de seres humanos. Si estas afecciones se pueden pronosticar y prevenir, o tratar con los nuevos antibi¨®ticos que se fabriquen, los altos costes del tratamiento hospitalario -los costes que m¨¢s r¨¢pidamente aumentan en la econom¨ªa moderna- caer¨¢n en picado. Por otro lado, las empresas farmac¨¦uticas que comercialicen medicamentos que act¨²en sobre genes identificados con enfermedades dominar¨¢n el sector.
Como siempre ocurre en la ciencia, los avances positivos pueden tener consecuencias negativas. Estamos a punto de entrar en un nuevo siglo con 6.000 millones de habitantes. Si salvamos a millones de personas y a sus hijos a trav¨¦s del genoma, ?c¨®mo podr¨¢ el planeta dar abasto?
En principio, los avances cient¨ªficos responsables que prolongan la vida deben desarrollarse ¨²nicamente en compa?¨ªa de esfuerzos para asegurar la compatibilidad de la biosfera con una poblaci¨®n mayor.
Una respuesta aportada por la ciencia del genoma es la inge
nier¨ªa agr¨ªcola, o transg¨¦nica, que puede aumentar el rendimiento de las cosechas. El mapa del c¨®digo gen¨¦tico de una planta ser¨¢ completado a principios del siglo XXI. Ya han sido insertados en el genoma del trigo genes que confieren resistencia a ciertos insectos, lo que da como resultado un incremento del 20% en las cosechas.
La historia de la eugenesia desde principios de siglo hasta el nazismo y el m¨¢s reciente horror de la "purificaci¨®n ¨¦tnica" seguramente es una advertencia de que la humanidad tal vez no est¨¦ preparada para el conocimiento gen¨¦tico del que dispondremos en el futuro.
Sin embargo, la amenaza inmediata es la discriminaci¨®n gen¨¦tica. Mientras que pasar¨¢n d¨¦cadas antes de que existan tratamientos basados en los genes relacionados con enfermedades, entretanto, las personas que hayan recibido ese diagn¨®stico gen¨¦tico pueden sufrir discriminaci¨®n por parte de las compa?¨ªas de seguros que rechazar¨¢n hacerse cargo de ellas, o por empresarios que se negar¨¢n a contratarlas. Parece claro que la legislaci¨®n sobre los derechos humanos y civiles deber¨¢ ser actualizada para incluir esta nueva clase de persona diagnosticada.
Abusos potenciales
A estas alturas, s¨®lo pueden imaginarse los futuros abusos potenciales. ?Es posible desarrollar un nuevo ser humano? Una vez que conozcamos toda la configuraci¨®n del mapa del genoma te¨®ricamente podremos dise?ar un nuevo ser humano. Si se destina suficiente dinero y esfuerzo de investigaci¨®n al genoma de los p¨¢jaros y de los humanos, sin duda podremos dar a un hombre unas alas de p¨¢jaro. A modo de broma, algunos cient¨ªficos discutieron la posibilidad de crear "miniaturas", jirafas y elefantes del tama?o de animales de compa?¨ªa. ?Habr¨¢ alg¨²n laboratorio financiado por la industria del entretenimiento que se tome esto en serio? Estas no son cuestiones triviales. Dentro de unos 100 a?os, todo esto ser¨¢ posible. Tenemos que admitir que es algo que puede ocurrir. La experiencia hist¨®rica ha demostrado una y otra vez que cuando algo se vuelve posible, m¨¢s pronto o m¨¢s tarde alguien lo hace. Ese es el riesgo.As¨ª pues, ?d¨®nde poner el l¨ªmite? Aqu¨ª est¨¢ el principio b¨¢sico que los cient¨ªficos responsables tienen que seguir: no hacer nunca nada que se sepa que es irreversible. Todo aquello que pueda tener consecuencias irreversibles para las especies tiene que ser declarado gen¨¦ticamente inviolable, un coto vedado a cualquier intervenci¨®n. Por ejemplo, si asumimos el derecho a interferir con c¨¦lulas de segmentaci¨®n, a manipular c¨¦lulas que acaban de ser fertilizadas, estaremos autorizando modificaciones gen¨¦ticas irreversibles que transmitiremos a nuestros herederos. Todas las c¨¦lulas diversificadas que se desarrollen a partir de esta segmentaci¨®n inicial llevar¨¢n la mutaci¨®n, y har¨¢n que el individuo que ha sido modificado de ese modo lleve esos genes espec¨ªficos desde ese momento hasta la eternidad.
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