Tom Sharpe: "Creo que mis libros se comprenden mejor en Espa?a que en Inglaterra"
El escritor brit¨¢nico satiriza de nuevo la Universidad en 'Becas flacas'
Tras pasarse siete a?os en el dique seco, Tom Sharpe se sorprendi¨® a s¨ª mismo el pasado a?o poniendo el punto final a dos novelas: Lo peor de cada casa y Becas flacas. De la primera lleva vendidos 50.000 ejemplares. La segunda, que ahora aparece en Anagrama y Columna, as una secuela de Zafarrancho en Cambridge que tambi¨¦n aspira a ser superventas. El anarcohumor, el caos t¨ªpicamente sharpiano y la s¨¢tira universitaria acechan en Becas flacas, que present¨® ayer en Barcelona. "Tengo la impresi¨®n", manifest¨® Sharpe, "de que mis libros se comprenden mejor en Espa?a que en Inglaterra".
Tom Sharpe, el inefable autor de Wilt, accedi¨® a renunciar por un d¨ªa a su retiro de. la Costa Brava y apareci¨® ayer ante la prensa con su sonrisa socarrona y con los dos pulgares enfundados en sendas capuchas negras. "S¨¦ que todos os est¨¢is preguntando qu¨¦ me pasa en los dedos", se adelant¨® a la pregunta que nadie osaba formular. "Pues bien: se trata de un eczema".Con o sin eczema, Sharpe demostr¨® que no ha perdido su humor socarr¨®n. "La idea de que lo que escribe un novelista es importante", dijo, "me parece pretenciosa. Son muchos los autores que se lo creen y se vuelven arrogantes, pero no es mi caso". "Pens¨¦ que ser¨ªa f¨¢cil volver al mundo acad¨¦mico", coment¨® al recordar su Zafarrancho en Cambridge, "pero no lo fue en absoluto. La novela se me encall¨® y tuve que volver a ella unas cuantas veces hasta dar con el tono exacto
Sharpe se queja de que los cr¨ªticos ingleses se carguen sus libros con alevos¨ªa. "Hubo una cr¨ªtica que escribi¨® que si hubiera un examen consistente en c¨®mo no se debe escribir una novela c¨®mica, mi libro deber¨ªa ser obligatorio", comenta. "Francamente, me parece excesivo. Supongo que lo que sucedi¨® es que no pas¨® de la primera p¨¢gina".
Tambi¨¦n se lamenta de que sus libros sean considerados tan s¨®lo obras c¨®micas. "En Becas flacas he querido escribir sobre una visi¨®n nost¨¢lgica de la ¨¦tica universitaria", indica, "aunque me doy cuenta de que puede sonar pretencioso. La influencia de los m¨¦todos norteamericanos es cada vez mayor en las universidades brit¨¢nicas y es una pena, porque en Estados Unidos confunden actividad y trabajo. Todos fingen estar muy activos, pero son pocos los que: trabajan". En opini¨®n de Sharpe, los lectores espa?oles comprenden mejor sus novelas que en Inglaterra porque saben ver los ataques demoledores que abarca su s¨¢tira. "En Inglaterra se quedan s¨®lo con lo c¨®mico", alega.
En el ¨¢mbito de la pol¨ªtica, Sharpe se muestra satisfecho de la llegada de Blair al poder y conf¨ªa en que los laboristas pondr¨¢n fin al desastre universitario que provoc¨® el thatcherismo. "Aunque me quede sin material para mis novelas", se?al¨®, "me parece una buena noticia".
En Becas flacas hay tambi¨¦n una cr¨ªtica de las grandes compa?¨ªas editoriales, tema que ya trat¨® Sharpe en La gran pesquisa. "Parece que todo el mundo debe adoptar ahora una imagen corporativa y es algo que me parece fatal", puntualiza.
El autor de Wilt, que lleva m¨¢s de 11 millones de ejemplares vendidos de sus libros, comenta entono desenfadado que escribe cada d¨ªa porque le gusta, pero que cada vez odia m¨¢s los ordenadores. "Me va bien escribir en Catalu?a", a?ade. "Paso cada ano unos meses en la Costa Brava, pero ser¨ªa incapaz de ambientar una novela aqu¨ª. Me siento espiritualmente en casa en el Empord¨¢. S¨¦ que tienen fama de locos, pero quiz¨¢ por eso encajo tan bien".
Ya entrado en confianza, Sharpe no se reprime a la hora de atacar a su bestia negra: el novelista Jeffrey Archer. "Si al menos escribiera sus libros...", suspira, "pero dicen que ni eso sabe ha cer. Ahora publicar¨¢ una de sus novelas en Estados Unidos y el editor americano la est¨¢ sometiendo a una revisi¨®n para adaptarla al gusto del lector americano. Si esto es un autor...".
Al hablar del futuro, Tom Sharpe se niega a concretar cu¨¢ndo publicar¨¢ una nueva novela. "El a?o pasado empec¨¦ a escribir una, pero no logr¨¦ terminarla", explica. "Pero todav¨ªa falta mucho. De todos modos, a¨²n no s¨¦ contra qui¨¦n va a ir mi pr¨®ximo libro".
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