De nuevo la selectividad, rel¨¢jense

Un a?o m¨¢s ha llegado la terrible segunda quincena de junio, terrible para los j¨®venes que est¨¢n terminando COU y que por si no tuvieran suficiente con examinarse de varias asignaturas con contenidos desmesurados, han tenido que o¨ªr cada d¨ªa a sus profesores y a sus familias recordarles que se tienen que enfrentar al examen de selectividad, en el que se jugar¨¢n lo que va a ser de sus vidas.La situaci¨®n de ansiedad colectiva que se genera por estas fechas en las personas que van a acceder a la Universidad no se corresponde con los resultados globales de la selectividad. Para un observador externo resultar¨ªa incomprensible tanto nerviosismo ante una posibilidad de superar la prueba de 9 sobre 10, ya que cada a?o aprueban alrededor del 90% de los presentados en junio. Aunque la situaci¨®n podr¨ªa ser m¨¢s comprensible si el observador tiene en cuenta que de la puntuaci¨®n obtenida depender¨¢ que el estudiante pueda acceder o no a los estudios que desea.

Tambi¨¦n es cierto que el observador se sentir¨ªa m¨¢s tranquilo al saber que el 50% de la puntuaci¨®n definitiva ser¨¢ la nota media de los ¨²ltimos cuatro cursos, o de los dos ¨²ltimos en el nuevo bachillerato, y probablemente llegar¨ªa a relajarse al conocer que para la mayor parte de los alumnos la nota de la selectividad est¨¢ en relaci¨®n con la media del expediente y se sit¨²a en torno a un punto por debajo de ¨¦ste.

A poco perspicaz que fuera nuestro observador podr¨ªa proponer que fuera la nota del expediente la utilizada para el acceso a la Universidad sin necesidad de ex¨¢menes de selectividad. Entonces habr¨ªa que informarle de que en un tercio de los casos la nota media se aparta de forma exagerada y sospechosa de la de la prueba, sobre todo en algunos centros, siempre los mismos, tanto p¨²blicos como privados, y que el examen de selectividad sirve para normalizar las calificaciones.El paciente observador podr¨ªa entonces preguntar si para esto es preciso realizar varios ex¨¢menes en tres d¨ªas, o por qu¨¦ no es necesario normalizar las calificaciones de los estudiantes que acceden a la universidad desde FP, e incluso si es justo que todas las asignaturas tengan el mismo valor con independencia de la carrera que se desea cursar. Y habr¨ªa que responder que las mismas cuestiones se debi¨® plantear Esperanza Aguirre cuando lleg¨® al Ministerio de Educaci¨®n. Y habr¨ªa que recordar que el Consejo de Universidades le hizo algunas propuestas alternativas y que la ministra, ante la complejidad del tema, decidi¨® no introducir modificaciones. Aunque luego ha dicho que le preocupa que algunos alumnos queden fuera de la carrera deseada por unas d¨¦cimas; algo que s¨®lo se podr¨ªa evitar suprimiendo los numerus clausus.

Pero el observador y cualquier persona con sensibilidad para los temas de educaci¨®n seguir¨¢ sin entender por qu¨¦ no se ha abordado la reforma del acceso a la Universidad y pensar¨¢ que va siendo hora de que se tomen las medidas para que un sistema cuyo fin ¨²ltimo es ordenar a los aspirantes a ingresar en la Universidad, sea menos complejo y produzca menos sufrimiento a los estudiantes y a sus familias. Claro que a lo mejor un poco m¨¢s de informaci¨®n sobre el valor del expediente y una actitud menos maximalista de padres y profesores tambi¨¦n relajar¨ªa el ambiente y a nuestro atribulado observador.