Espa?a se vacuna contra el 'angolazo'

Espa?a releg¨® al t¨²nel de los tiempos el angolazo con un deb¨² de pizarra en el Eurobasket 97. En el mismo escenario y ante un rival con un cartel tan nimio como el que le atragant¨® los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona, el equipo espa?ol arranc¨® sin titubeos y marc¨® el camino a seguir.La actuaci¨®n espa?ola fue impecable. No hab¨ªa delante un rival de renombre. El ambiente era fr¨ªo, con muy pocos espectadores. La t¨ªpica situaci¨®n que ha arruinado en m¨¢s de una ocasi¨®n al grupo espa?ol. Pero la labor que desarroll¨® esta vez fue impoluta hasta el extremo de que por momentos pareci¨® m¨¢s f¨¢cil de lo que aparent¨®.

El dibujo de Lolo Sainz se calc¨® de la pizarra al parqu¨¦. Due?as limpi¨® la zona hasta tal punto que sus compa?eros pudieron defender muy arriba. Los ucranios acabaron -quedando muy lejos del aro en cada uno de sus ataques. y al mismo tiempo con la defensa espa?ola muy encima. La temida pericia de los poco estelares nombres de los jugadores ucranios desde m¨¢s all¨¢ de la l¨ªnea de 6,25 metros qued¨® en nada.

Due?as, el basti¨®n defensivo de una playa inconquistable. Smith y Esteller, el reprise f¨ªsico que da soluci¨®n de continuidad a las transiciones r¨¢pidas y que no indultan los pasillos de la defensa rival. Reyes, el fajador que escolt¨® con sentido posicional a Due?as y Ferran. Angulo, una metralleta que permiti¨® dosificar a Herreros. No hubo reproches para un colectivo que mantuvo una concentraci¨®n que no perturb¨® ni la abultada ventaja ni el extra?o estilo, simple y arcaico, de Ucrania.

Sainz tem¨ªa la transici¨®n r¨¢pida y el tiro de un escolta como Murzine y la ventaja de Lokchmanchuk, un tipo con una excelente mec¨¢nica de lanzamiento y con altos porcentajes desde fuera del per¨ªmetro pero con la percha, 2,07 metros, de un p¨ªvot. Pero ni Murzine ni Lokclimanchuk encontraron balones para probar suerte. Resuelta esta parte del previsible problema, no encontr¨® mucho m¨¢s ante ella Espa?a Ucrania se desmoron¨® con rapidez (21-9 y 31-16). En la misma medida en la que Espa?a calent¨® el ambiente y lleg¨® a rozar la exhibici¨®n.

Fue capaz el equipo espa?ol de engarzar una jugada para la videoteca. Un pase en contraataque de Rafa Jofresa a Smith. El alley-hoop era dificil. El bal¨®n hab¨ªa salido muy alto pero Smith vol¨® y machac¨® el aro.

El p¨²blico y el propio equipo espa?ol se relaj¨® y a partir de ese momento cada uno opt¨® por lo que se impon¨ªa. Arrellanarse en el asiento o aplicarse en el marcaje y no bajar la guardia seg¨²n donde se estuviera. La calidad de la defensa espa?ola produjo efectos devastadores en la hoja de servicios de los ucranios que acabaron por sumar s¨®lo 12 rebotes y un 19% de acierto en los triples (3 de 16).

Los relevos que introdujo Sainz, pocos en principio, siguieron las coordenadas de un equipo con un quinteto muy definido y dos o tres primeros reservas tambi¨¦n cantados. Desp¨²es, a medida que se remaba a favor de corriente, Sainz dio minutos a un segundo grupo que mantuvo todo el vigor y que fue aumentando la ventaja ante una Ucrania rendida de forma incondicional y que pronto perdi¨® a Lokchmanchuk por faltas. El deb¨² espa?ol fue tan vibrante que el ¨²nico peligro que se atisba ahora en un campeonato tan largo y que no da respiro con partido diario es que no cunda un excesivo optimismo.