El jefe superior de Policia ordena dr¨¢sticos recortes en los gastos de todas las comisar¨ªas

La Jefatura Superior de Polic¨ªa tendr¨¢ que apretarse el cintur¨®n. El jefe superior de Madrid, Carlos Corrales Bueno, orden¨® el pasado mi¨¦rcoles, en una reuni¨®n con los comisarios, una bater¨ªa de medidas para reducir gastos al m¨ªnimo. Entre las instrucciones lanzadas en esta cumbre policial figuran, seg¨²n fuentes de las fuerzas de seguridad, desde el dr¨¢stico recorte en el papel y los rollos de fotograf¨ªa empleados para los albumes de identificaci¨®n, hasta la reducci¨®n de las dietas de los agentes en sus desplazamientos, incluidos los seguimientos a supuestos criminales.

Las medidas han ca¨ªdo como un jarro de agua fr¨ªa entre numerosos mandos policiales. Una parte considera que, con el recorte, lo ¨²nico que se va a conseguir es depauperar a¨²n m¨¢s la eficacia policial -la de Madrid, con un 16,55% de los delitos resueltos, es la m¨¢s baja de Espa?a- y ahondar la end¨¦mica falta de recursos que aqueja a la jefatura superior, y cuyo ejemplo m¨¢s palpable lo ofrece la situaci¨®n del parque m¨®vil, formado por 1.033 veh¨ªculos.Al menos un 40% de los coches lleva m¨¢s de seis meses inmovilizado a causa de las aver¨ªas. Para paliar esta situaci¨®n, y ante la falta de recursos propios, la Delegaci¨®n del Gobierno cerr¨® en abril pasado un acuerdo con la patronal madrile?a para que diversos talleres privados se ocupasen gratuitamente de los arreglos. Un total de 55 coches patrulla ya han sido enviados para su reparaci¨®n.

"Eso es como recurrir a la caridad. No tenemos dinero ni para reparar los veh¨ªculos, y eso ocurre en una demarcaci¨®n con 167.000 delitos al a?o, el 25% de Espa?a", se quej¨® ayer un mando policial.

En este clima, las nuevas restricciones han aumentado el malestar. Una de las medidas que m¨¢s irritaci¨®n ha despertado es la reducci¨®n al m¨¢ximo de las dietas de los agentes.

Un jefe policial ilustr¨® el efecto de esta medida: "A los agentes s¨®lo se les permite un gasto al d¨ªa, es decir, un men¨², y punto. Y s¨®lo en casos imprescindibles y con certificaci¨®n del jefe de la unidad. Es decir, que si est¨¢n siguiendo a un mafioso que entra en un restaurante para comer y que luego va a otro establecimiento para cenar, y entre medias se toma unas copas, los agentes lo ¨²nico que pueden hacer es pedirse en el bar de al lado el men¨² m¨¢s baratito y luego pagarse el resto de las comidas de su bolsillo, cosa dif¨ªcil, ya que cobran s¨®lo 150.000 pesetas al mes. Otra posibilidad es irse a casa a comer y luego regresar a ver si el mafioso les espera".

Papel de oro

Otra de las restricciones impuestas se refiere al uso de los carretes y del papel fotogr¨¢fico. Un material que, a tenor de las citadas fuentes, se ha convertido para los polic¨ªas en un bien casi tan escaso como el oro."La distribuci¨®n del papel para revelar se ha restringido hasta el punto de que ya apenas va a llegar a las comisar¨ªas, con lo que los ¨¢lbumes para el reconocimiento fotogr¨¢fico corren el riesgo de estancarse, y no por falta de detenidos, sino de papel para las fotos", coment¨® otro mando. A estas dos medidas de ahorro se suman otras como la restricci¨®n del material de oficina -con especial hincapi¨¦ en evitar el despilfarro de los bol¨ªgrafos-, la obligaci¨®n de reutilizar los sobres hasta seis veces, el control del gasto telef¨®nico o la negativa a cargar al erario p¨²blico el coste de las tarjetas de presentaci¨®n de los agentes.

"Estamos en una situaci¨®n casi de penuria, y esto no viene sino a confirmar que se nos margina a la hora de repartir fondos. Carecemos de todo. 'Nos faltan camisas de verano y hasta fundas para la pistola reglamentaria. Para las fotocopias utilizamos el rev¨¦s de hojas usadas. En fin, que si en esta situaci¨®n hay que ahorrar, no s¨¦ a d¨®nde vamos a llegar", expres¨® otro polic¨ªa destinado a una unidad central.

Esta situaci¨®n se repite no s¨®lo en las comisar¨ªas de distrito, sino incluso, seg¨²n las fuentes consultadas, en las brigadas de investigaci¨®n, consideradas la ¨¦lite de la polic¨ªa madrile?a. Este es el caso de la Brigada Provincial de Polic¨ªa Judicial, donde una parte de los ordenadores procede de la donaci¨®n de un banco. "Vamos, tampoco nos han regalado ning¨²n tesoro. Era ordenadores que iban a tirar por viejos y, bueno, pues vieron nuestras m¨¢quinas de escribir y nos los dieron", afirm¨® un jefe de grupo de la Polic¨ªa Judicial.

Mandato superior

La restricci¨®n de gastos ordenada por Carlos Corrales est¨¢ en sinton¨ªa con las nuevas medidas planteadas por el Gobierno central para recortar el d¨¦ficit en la Administraci¨®n del Estado. Este hecho ha llevado a algunos comisarios a interpretar las ¨®rdenes del jefe superior m¨¢s como una imposici¨®n de la superioridad que como una medida aut¨®noma. En este sentido, fuentes policiales recalcan el malestar que los recortes han causado incluso dentro de la direcci¨®n regional de las fuerzas de seguridad."No creo que el jefe superior tuviese mucho margen para evitar la imposici¨®n de las medidas de ahorro, que, a fin de cuentas, no son m¨¢s que una traslaci¨®n de las restricciones impuestas a toda la Administraci¨®n. Sin embargo, quiz¨¢ podr¨ªa haberlas interpretado con mayor laxitud. No s¨¦, la verdad es que cada d¨ªa tenemos menos y se nos pide m¨¢s. En cambio, a las polic¨ªas auton¨®micas se les da dinero a mansalva", indic¨® un comisario.

La Jefatura Superior de Polic¨ªa de Madrid, a la que este peri¨®dico requiri¨® su versi¨®n de la reuni¨®n con los comisarios, declin¨® efectuar ning¨²n comentario, aunque reconoci¨® la existencia de medidas de ahorro de car¨¢cter general.