Amargo regreso
El Tumbo hace honor a su nombre. La carretera de gravilla se acaba mucho antes de llegar. Ya no hay ni t¨²mulos (mont¨ªculos artificiales, muy abundantes en los caminos guatemaltecos, para ralentizar la circulaci¨®n). El Tumbo viene a ser un calvero en la selva de Sayaxcli¨¦, en el Pet¨¦n: una regi¨®n que hace dos a?os no ten¨ªa la ¨²nica carretera asfaltada que hoy tiene, y que cuenta con un solo hospital en la capital, Flores; una regi¨®n donde funcion¨® el m¨¢s duro centro antiguerrillero, Los Caibiles, en Popt¨²n; una regi¨®n que seg¨²n ha dicho en la Cumbre de la Tierra el propio presidente guatemalteco, ?lvaro Arz¨², ha sido deforestada en un 50% en 25 a?os.El Tumbo acoge el intento de una comunidad de retornados de volver a vivir en las tierras de las que, perseguidos implacablemente por el Ej¨¦rcito, tuvieron que escapar, dejando casas y ganado, en 1982. En El Tumbo parecen haberse esquivado las rencillas entre retornados y residentes -los pocos que permanecieron en el lugar- al regresar las familias que se refugiaron en el M¨¦xico m¨¢s pobre (Chiapas, Campeche), que recuerdan como casi paradis¨ªaco. El regreso fue hace un a?o y luchan por afianzar una cooperativa, Nueva Guatemala de San Francisco de El Tumbo.
Por no tener, carecen a¨²n de champitas (casas con techo de guano) para todos. Algunos siguen en galeras. "El Gobierno todav¨ªa no ha cumplido su promesa de darnos tierra", dice Pedro, presidente de la cooperativa. "Hay otras comunidades en igual situaci¨®n. De los 60.000 que se fueron de la zona ha vuelto un 35%". Poseen documentos de tenencia provisional de la tierra, pero si aparece alguien con un t¨ªtulo de propiedad les despoja de todo.
"Ladronismo"
La comercializaci¨®n del ma¨ªz producido en la milpa (terreno de cultivo) se ve amenazada por los impunes asaltos en los caminos: si en las carreteras principales son frecuentes -y sangrientos, y abundantes en violaciones de mujeres-, es de imaginar lo que sucede en plena selva. "Hay mucho ladronismo", dice un retornado. "Bandas de ladrones que roban dinero a los pobres. Son sujetos que ya no est¨¢n trabajan do en el Ej¨¦rcito".
Aunque los m¨¢s j¨®venes a?os los 13 a?os en M¨¦xico, donde como refugiados ten¨ªan cubiertas lo elemental, la idea general es que el regreso, aunque margo, requiere mantener fuerte la esperanza. "Tenemos un generador de ACNUR y una lancha en la que traemos material e Salinas, a unas cuatro horas", resume Pedro. "Tenemos una cl¨ªnica, y contamos con un maestro e nuestra comunidad y dos promotores de educaci¨®n".
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