El socialista Fatos Nano se declara vencedor de las elecciones legiaslativas en Albania

ENVIADO ESPECIALEl jefe de la oposici¨®n albanesa y presidente del partido socialista, Fatos Nano, proclam¨® anoche una "victoria decisiva" de su partido en las elecciones anticipadas del pa¨ªs balc¨¢nico. Nano dijo en una conferencia de prensa al filo de la medianoche que los primeros resultados de los comicios otorgan a los socialistas, junto con sus aliados socialdem¨®cratas y centristas, al menos 60 de los 115 esca?os parlamentarios disputados por el sistema mayoritario y 24 de los 40 proporcionas. El ex comunista Nano prometi¨® que el mandato otorgado por los votantes servir¨¢ ara restablecer en Albania la ley y el orden tras cinco meses de revuelta civil contra Sali Berisha.

El portavoz del presidente Berisha, Genc Pollo, descalific¨® la pretensi¨®n socialista y anunci¨® que era el Partido Democr¨¢tico el que iba ganando seg¨²n los primeros escrutinios. El ministro del Interior prohibi¨® anoche las celebraciones en Tirana, donde espor¨¢dicamente se registraban disparos de armas autom¨¢ticas y la tensi¨®n en la sede de los dos principales partidos era patente.Dos personas resultaron muertas y otras dos heridas por disparos de grupos armados en dos incidentes que tuvieron lugar en la localidad meridional de Fier, seg¨²n informaron fuentes policiales. "Los albaneses han votado tranquilamente, despu¨¦s de sufrir dos dictaduras, la de Enver Hoxa y la de Sali Berisha", dijo el ex primer ministro Nano al proclamarse anoche vencedor. Nano prometi¨® una r¨¢pida reforma econ¨®mica y la reconstrucci¨®n de Albania para dirigir firmemente el pa¨ªs hacia Europa occidental.

Los comicios, cuyos resultados han prometido solemnemente respetar tanto el autoritario Berisha como sus adversarios socialistas, tuvieron una alta participaci¨®n y discurrieron por cauces razonables seg¨²n las primeras estimaciones, incluso en el sur dominado por los sublevados contra el jefe del Estado. La calma predominante -en 1996 la oposici¨®n socialista se ape¨® sobre la marcha a la vista del grosero fraude organizado por el partido gubernamental- va a hacer m¨¢s dif¨ªcil para el bando derrotado impugnar los resultados de los comicios, pese a que ¨¦stos nunca ser¨ªan homologados en Occidente y deban contemoplarse como una escenificaci¨®n surbalc¨¢nica de lo que el mundo desarrollado considera ejercicio de la soberan¨ªa popular.

"No cabe hablar de elecciones libres y limpias en el contexto alban¨¦s", se advert¨ªa la v¨ªspera desde el mismo coraz¨®n de la Organizaci¨®n para la Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (OSCE), el foro de seguridad europeo encargado de bendecir el proceso. Pese a su buena voluntad, los obervadores internacionales, alrededor de medio millar para m¨¢s de 4.500 colegios, brillaban ayer por su ausencia en las carreteras recorridas y la media docena de colegios visitados por este enviado. En algunos hab¨ªan hecho una aparici¨®n fugaz; en la mayor¨ªa no. Su fiscalizaci¨®n de unas elecciones (le las que en teor¨ªa depende la estabilidad de Albania y su reintegraci¨®n a la civilizaci¨®n puede calificarse a lo sumo de psicol¨®gica. El batall¨®n espa?ol acantonado en la playa de Shengjin daba escolta a 28 equipos que deb¨ªan repartirse una quinta parte del pa¨ªs en su zona m¨¢s agreste e inaccesible.

El Gobierno de transici¨®n del socialista Bashkirn Fino admit¨ªa el s¨¢bado su absoluta falta de control sobre distritos donde deb¨ªan votar alrededor de 400.000 personas. Y adonde ha llegado, el mutilado brazo de la administraci¨®n albanesa lo ha hecho con dificultades. "Llevo viviendo aqu¨ª 40 a?os y ninguno de lo s cuatro miembros de mi familia estamos en las listas", protestaba en Lac, al norte de Tirana, un defraudado votante. Aqu¨ª las listas no fueron devoradas por el fuego que calcin¨® numerosos ayuntamientos sure?os en la insurrecci¨®n de marzo.

El orden de algunos colegios contrastaba con el caos de la mayor¨ªa, donde las dos cajas de cart¨®n que albergaban las papeletas, una grande y amarilla para las elecciones parlamentarias, otra peque?a y gris para un singular refer¨¦ndum simult¨¢neo sobre monarqu¨ªa o rep¨²blica como forma del Estado, estaban alejadas vanos metros de la mesa presidencial y en tomo a ellas pululaban sin control y en algarab¨ªa oriental unos y otros. La polic¨ªa local, unos de unifome, otros sin ¨¦l por falta de presupuesto, escoltar¨¢ el viaje final de las cajas hacia la comisi¨®n de distrito encargada del recuento.

Aire civilizado

A diferencia del a?o pasado, cuando la oposici¨®n se sentaba como apestada en un rinc¨®n sin un lapicero o cuartilla con que cumplir su trabajo, las mesas electorales albanesas ofrec¨ªan ayer un aire civilizado. Pero, como en 1996, la pr¨¢ctica totalidad de sus jefes pertenec¨ªan al partido de Berisha: "Preside quien gan¨® los ¨²ltimos comicios", explicaba el responsable de un colegio en Tirana. El Partido Democr¨¢tico, con una: ley electoral a su medida, cop¨® entonces el 90% de los esca?os con el 55% de los votos.

La insurreci¨®n de marzo forz¨® al acosado presidente a convocar con tres a?os de adelanto unas elecciones en las que los albaneses han votado 155 esca?os parlamentarios, de los cuales cuarenta se atribuir¨¢n por un sistema proporcional entre los partidos que obtengan m¨¢s del 2% de los sufragios. Una segunda vuelta el pr¨®ximo domingo decidir¨¢ los restos.