Los brit¨¢nicos contemplan con orgullo y tristeza el fin de su imperio
Entrega, cesi¨®n y desconexi¨®n son los t¨¦rminos que dominan el vocabulario de los medios de comunicaci¨®n brit¨¢nicos en su informaci¨®n sobre Hong Kong. Tras 156 a?os de dominio colonial, el Reino Unido "se desconecta" de los 6,4 millones de residentes, incluidos los tres millones que tienen pasaporte brit¨¢nico, en la pen¨ªnsula e islas asi¨¢ticas. Por ello, en el lenguaje period¨ªstico brit¨¢nico, la cesi¨®n de Hong Kong toma prioridad sobre la reunificaci¨®n de China.El matiz ling¨¹¨ªstico no impide, sin embargo, la toma de conciencia de que una colonia brit¨¢nica pasa, por primera vez en la historia, al control de un r¨¦gimen totalitario. O, como se?ala John Casey, profesor de la Universidad de Cambridge, "una ciudad tan maravillosa se entrega a la dictadura corrupta de China".
Cosey lamenta esta ins¨®lita situaci¨®n en las p¨¢ginas del The Dady Telegraph, pero centra su desesperaci¨®n en el hecho de que, con la p¨¦rdida de Hong Kong, "se cierra la ¨²ltima ventana [brit¨¢nica] en el mundo". El fin del imperio y de la influencia global del Reino Unido llega, dice, cuando "un futuro oscuro se cierne sobre una naci¨®n en duda".
Inevitablemente, la labor del ¨²ltimo gobernador brit¨¢nico, Chris Patten, se debate estos d¨ªas en la prensa brit¨¢nica: demasiado audaz en sus reformas democr¨¢ticas para unos, y, seg¨²n otros, excesivamente t¨ªmido en la defensa de los ciudadanos de Hong Kong. En una entrevista con The Guardian, el conservador Patten se sorprende de que el Gobierno no anticipara medidas "m¨¢s creativas" cuando la entrega pareci¨® inevitable.
El orgullo por el ¨¦xito comercial y financiero de Hong Kong supera todo sentimiento de tristeza ante la p¨¦rdida de la colonia. "Conquistamos una isla est¨¦ril y entregamos una de las plazas m¨¢s importantes de Asia", record¨® ayer Douglas Hurd, ex ministro brit¨¢nico de Exteriores. "Siento un nudo en la garganta".
Entre los pron¨®sticos sorprende la hip¨®tesis que apunta un reciente editorial de The Economist. Para este semanario, no resulta absurdo predecir que "Hong Kong controlar¨¢ China" antes de que China controle Hong Kong. "Hong Kong podr¨ªa servir de laboratorio para el cambio pol¨ªtico en la Rep¨²blica", defiende The Economist.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.