Jacques Cousteau tuvo un adi¨®s mucho m¨¢s oficial que emotivo
La imagen del explorador oscila entre "poeta" y "empresario"
El hombre m¨¢s popular de Francia tuvo un adi¨®s m¨¢s oficial que emotivo. No mucho m¨¢s de 1.000 personas acudieron a la catedral de N?tre-Dame para el homenaje solemne oficiado por el cardenal Lustiger. "Ha sido el poeta de una realidad inaccesible", dijo el cardenal. "Nos ha permitido ver lo que nos es imposible y, sin embargo, es caracter¨ªstico de nuestro planeta: el inmenso campo submarino".
El ata¨²d, cubierto con la bandera francesa y coronado por el sombrero de dos picos de los acad¨¦micos, fue colocado en el catafalco por fusileros de la Marina Nacional. En primera fila estaban los herederos enfrentados del fallecido ocean¨®grafo: Francine, su Viuda; D¨ªane y Pierre-Yves, su hijo; as¨ª como Jean-Michel, hijo de un matrimonio anterior y, personaje que cuestiona el derecho de Francine a considerarse la continuadora de Cousteau.Centenares de personas se agolpaban bajo la lluvia en la calle, protegidas sus cabezas por simb¨®licas gorras rojas, mientras el presidente Chirac, varios ministros y ex-ministros, algunos acad¨¦micos, altos militares y periodistas desped¨ªan a Cousteau.
La familia se disputa ya el tesoro del "Captain Planet", del "telepredicador de los mares" o del "empresario de los oc¨¦anos".
Nadie sabe la magnitud del imperio Cousteau. No es la oscuridad de las profundidades abisales la que impide trazar sus l¨ªmites, sino la escasa querencia que la Cousteau Society y ?quipe Cousteau sienten por la transparencia contable. La primera fundaci¨®n parece contar con entre 100.000 y 250.000 socios, la segunda entre 50.000 y 80.000. El presupuesto que gestiona la primera es de m¨¢s de 15 millones de d¨®lares al a?o: colecta fondos, mantiene los barcos, firma los contratos para. revistas, libros, enciclopedias o nuevas producciones televisivas; la segunda s¨®lo tiene como misi¨®n mantener el Alcyone, un velero ecol¨®gico, que recicla toda la energ¨ªa e¨®lica que capta.
El pasado jueves Francine se hizo elegir presidenta de la Cousteau Society y el viernes del ?quipe Cousteau, diciendo que "no vamos a hacer Cousteau sin Cousteau, pero Jacques-Yves deseaba que yo continuase su obra".
Para Francine hoy los objetivos son lanzar una cadena ecologista de TV -La Voz Humana-; mejorar Cousteau junior, publicaci¨®n mensual infantil; seguir produciendo filmes y renegociar los contratos de los derechos con la CNN y la Banque Worins; y poner a flote el Calypso II, el futuro "vig¨ªa del planeta durante los pr¨®ximos 50 a?os", a base de vender camisetas a 140 francos (unas 3.500 pesetas).
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