La 'cosecha del 97'

"Das una patada a una piedra y salen 12 cantautores". El responsable de fichajes de una multinacional se?ala con exasperaci¨®n una estanter¨ªa repleta de cintas enviadas por candidatos a ser lanzados. Por su gusto, explica, ¨¦l preferir¨ªa sacar techno o rock, pero el mercado impone sus reglas. La ¨²ltima historia de ¨¦xito de la m¨²sica espa?ola ha sido Rosana, con m¨¢s de un mill¨®n de copias de su primer disco. A mucha distancia, aunque con ventas respetables, se sit¨²an Pedro Guerra o Javier ?lvarez. Detr¨¢s, batallones de cantantes-compositores que se expresan a golpes de guitarra de palo y sacan disco estos d¨ªas.La querencia de la industria -?y los medios!- por estar a la ¨²ltima ha supuesto para los cantautores 20 a?os de ostracismo. Ten¨ªan mala, mal¨ªsima fama: eran los cantatristes, los panfletarios, los ingenuos soldados de choque desgastados en las escaramuzas de la predemocracia.Obligados a llevar tan inc¨®moda etiqueta, los nuevos cantautores reaccionan ampliando la definici¨®n. Como Javier ?lvarez, algunos gritan que "todo el que canta sus composiciones es un cantautor, se llame Prince o Sting". Ganas de marear la perdiz: el perfil del cantautor s¨®lo tiene sentido si se completa con una actitud, que podr¨ªamos sintetizar como la voluntad de retratar la cotidianidad, generalmente con postura cr¨ªtica o confesional, cuidando de que las letras no sean anegadas por los decibelios instrumentales. Musicalmente, imposible generalizar: todo vale. Mientras la primera quinta de cantautores estaba marcada por la chanson francesa, sus descendientes han o¨ªdo mucha m¨¢s m¨²sica y lo utilizan sin complejos. Por ejemplo, la cantera canaria -que encabezan Rosana y Pedro Guerra- se deleita con la nueva trova cubana, la m¨²sica brasile?a o prodigios argentinos tipo Fito P¨¢ez. As¨ª que no debe extra?ar que el ¨²ltimo isle?o en ser lanzado, Alcides, se presente en Pirata (Mercury) arropado por arreglos caribe?os. Alcides Gonz¨¢lez es un tinerfe?o de 24 a?os que lleg¨® a Madrid a estudiar arte dram¨¢tico, y considera que Juan Luis Guerra y Rub¨¦n Blades son tan cantautores como Silvio Rodr¨ªguez y Pablo Guerrero.

?Un cantautor salsero? Naturalmente. Del mismo modo que el barcelon¨¦s Tino del Pozo revela en Hazme una se?al (AZ) que escuch¨® mucho a The Police. Otros han descubierto las virtudes revitalizadoras de la rumba flamenca, como es el caso de Mat¨ªas ?valos: el ¨¦xito de Manicomio (El Hombre Tranquilo) es La cosa humana. Una rumbita, s¨ª, pero Peret no se atrever¨ªa a cantar ese estribillo: "Mientras yo registro tu- vagina municipal, / oigo penas de la batidora / quedando la cosa humana homologada".

Que conste que entre la cosecha del 97 hay cantautores m¨¢s ortodoxos. Ismael Serrano ofrece en Atrapados en el azul (Polydor) un ramillete de cr¨®nicas sentimentales junto con mensajes internacionalistas -M¨¦xico insurgente- y textos humor¨ªsticos: "Yo quiero ser muy promiscuo, -/ como el eximio escritor / y fiel votante del PP / Fernando S¨¢nchez Drag¨® / que ha gozado de mujeres/ no de una, sino de un mill¨®n/ y cada una diferente/ que creo que es mucho mejor".

Tambi¨¦n abundan los trovadores arquet¨ªpicos en Cantautores: la nueva generaci¨®n (Fonomusic), un muestrario de 16 grupos y solistas seleccionados entre Madrid y Sevilla. Valent¨ªn Ladrero, responsable del proyecto, est¨¢ preparando un segundo volumen que d¨¦ cabida a autores gallegos y vascos, "son docenas los que se han animado a actuar en los ¨²ltimos dos a?os, gente que antes se hubiera contentado con cantar ante sus amigos". Seg¨²n Ladrero, no domina la ambici¨®n: "Saben que las multinacionales est¨¢n interesadas, pero tambi¨¦n han visto a compa?eros despedidos al no vender lo suficiente". Y no quieren tomar atajos: "En el d¨²o Neghara est¨¢ la hija de un personaje importante del f¨²tbol espa?ol, pero ella oculta su verdadero apellido".

Tantos a?os de clandestinidad han cargado de sobriedad a los artesanos de la guitarra. Mejor no hacerse ilusiones: ellos comparten escenario con muchos de sus inspiradores, como Luis Pastor, Pablo Guerrero, Javier Bergia, Javier Ruibal... que deben buscarse la vida igual que los ne¨®fitos. El realismo de saberse marginales y marginalizados ha propiciado la creaci¨®n de una m¨ªnima infraestructura de apoyo: desde la asociaci¨®n Zeca hasta un breve bolet¨ªn, Cantad, malditos, cantad.