Conquista
El universo son infinitas galaxias, infinitas estrellas, infinitas piedras y ni un solo sentimiento. No existe el mal en las esferas, puesto que en ellas no vive nadie que est¨¦ fichado. Infinitos mundos con un silencio de piedra p¨®mez, sin una sola lagartija a la que echarle la culpa de algo, no podr¨¢n nunca acoger a un polvoriento vendedor de biblias que predique all¨ª el apocalipsis, como se ve en las pel¨ªculas, atravesando el desierto de Colorado con sombrero de copa y la levita ra¨ªda. En la conquista de cualquier Oeste, detr¨¢s de los exploradores armados con rifles, llegaban los predicadores con el libro sagrado seguidos por los expendedores de alcohol. En Marte no hay negros ni indios. Desistan, pues, los misioneros y los fabricantes de licores. En el resto del universo tampoco es probable que se descubra ese grano de arena perdido en una infinita playa, un insignificante planeta como el nuestro en cuya corteza. se produzcan peque?as excrecencias bioqu¨ªmicas que no hacen, sino devorarse unas a otras sin poder evitarlo. En la conquista del espacio, abst¨¦nganse tambi¨¦n los jueces y polic¨ªas, Las piedras a¨²n son inocentes. A algunas de estas excrecencias bioqu¨ªmicas aqu¨ª las llamamos seres humanos. No s¨¦ por qu¨¦ tanto inter¨¦s en saber si esta particularidad nos pertenece en exclusiva o si compartirnos semejante absurdo con algunos compadres qu¨ªmicos en otros mundos. Probablemente el universo entero ser¨¢ un desolado campo de evangelizaci¨®n. Las fotografias del desierto de Marte se multiplicar¨¢n hasta el infinito por otros desiertos gal¨¢cticos, y en ellos tal vez se descubrir¨¢n mol¨¦culas f¨®siles que no podr¨¢n ser bautizadas ni penalizadas. Mientras tantas personas a¨²n se devoran entre s¨ª como las, ratas, los cient¨ªficos ya son capaces de mandar un artefacto a Marte para mostrarnos un inmenso campo de piedras por donde nunca ha pasado un sentimiento. Pero existe una vieja f¨®rmula para dotar de vida a ese infinito desierto. Basta con que dos adolescentes se besen aqu¨ª abajo por primera vez sobre el cap¨® de un coche.
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