El secuestrado muri¨® en la madrugada tras doce horas de agon¨ªa
Eran las 4.55 de la madrugada. Hab¨ªan pasado casi doce horas desde que dos vecinos de Lasarte encontraran el cuerpo agonizante de Miguel ?ngel Blanco, el joven concejal de Ermua asesinado por ETA a c¨¢mara lenta. El gerente m¨¦dico del hospital Nuestra Se?ora de Ar¨¢nzazu, de San Sebasti¨¢n, confirm¨® la noticia: "Miguel ?ngel ha fallecido". La muerte cerebral, con encefalograma plano, se produjo a las tres de la madrugada, aunque la parada cardiorrespiratoria, no ocurri¨® hasta las once de la ma?ana.
El obispo de Bilbao, Ricardo Bl¨¢zquez, que se encontraba en el hospital, rez¨® un responso y expres¨® su "indignaci¨®n" por el asesinato que "desvela cu¨¢l es el rostro de la inhumanidad". Bl¨¢zquez encontr¨® a la familia "hundida". La consejera vasca de Cultura, Mari Carmen Garmendia, que permaneci¨® en todo momento junto a la madre de Blanco Garrido, manifest¨® que la movilizaci¨®n social contra el asesinato del concejal "es el grito de un pueblo que ha derrotado a ETA".A las once de la ma?ana, los familiares abandonaron con los semblantes desencajados el hospital por una puerta lateral. El f¨¦retro con el cad¨¢ver fue trasladado al Instituto Anat¨®mico forense, al lado del cementerio de Polloe, a cuya entrada aguardaban varios cientos de ciudadanos que estallaron en aplausos y en gritos de "ETA asesina", "Muera ETA militar" y "Pena de muerte para los asesinos".
Una familia destrozada
El m¨¦dico forense Miguel Angel Querejeta comenz¨® la autopsia, del cad¨¢ver pasadas las doce y media en el Instituto. Comenzaba otra interminable espera de cuatro horas que los familiares sobrellevaron en una sala acristalada del Instituto. All¨ª acudi¨® Consuelo Ord¨®?ez, hermana del pol¨ªtico del PP asesinado en 1995 por ETA, Gregorio Ord¨®?ez, quien prest¨® especial atenci¨®n a la madre, Consuelo Garrido, vencida por el llanto y que asent¨ªa a sus palabras de ¨¢nimo. La que demostr¨® m¨¢s entereza fue la hermana, Mari Mar, mientras que la novia del concejal no ces¨® de llorar. El alcalde en funciones, Enrique Arana, coment¨®: "El padre est¨¢ muy afectado, en una nube". El progenitor del joven asesinado ten¨ªa el semblante sereno, pero su mirada revelaba la incomprensi¨®n absoluta de un hombre al que la sinraz¨®n le hab¨ªa arrebatado a su joven hijo.Las muestras de afecto a la familia tambi¨¦n propiciaron escenas tremendamente emotivas, como cuando una mujer se aproxim¨® con un ramo de rosas al cord¨®n policial que custodiaba el acceso al cementerio.
Al filo de las cuatro y cuarto, el furg¨®n funerario con los restos de Miguel ?ngel Garrido Blanco sali¨® del cementerio entre los aplausos cerrados de quienes hab¨ªan permanecido cuatro horas aguardando su partida. El alcalde en funciones dispuso que el veh¨ªculo fuera escoltado por coches de la Guardia Municipal y que atravesaran todo el centro de la ciudad, como una forma de homenaje al concejal asesinado. A seis kil¨®metros de San Sebasti¨¢n, la comitiva transfiri¨® los restos mortales al ayuntamiento de Ermua, cuyo alcalde aguardaba su llegada para custodiarlos con la Ertzaintza hasta la casa consistorial vizca¨ªna, donde se hab¨ªa instalado la capilla ardiente.
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