Nadie espera a los ¨²ltimos

Ni aunque se llamen Zenon Jaskula y sea un d¨ªa especial. Los ¨²ltimos, y no el primero, s¨ª que llegan solos. M¨¢s de cuarto de hora hac¨ªa por lo menos que los del pelot¨®n en bloque hab¨ªan tomado al asalto las duchas de la meta. Fue el d¨ªa de m¨¢s calor del Tour y llegaban todos tan sudorosos y despistados que parec¨ªa que ya se hab¨ªan echado baldes de agua por encima.Fuera de la bicicleta, los ciclistas son como patos fuera del agua. Miran y no ven. A menos que les apareciera alg¨²n masajista ni sab¨ªan d¨®nde ten¨ªan que ducharse. Ya estaban, frescos como una rosa, casi esperando en sus coches para ir al aer¨®dromo de Perpi?¨¢n, donde luego coger¨ªan el avi¨®n a Saint Etienne, cuando Zenon Jaskula, uno de los ¨²ltimos, cruz¨® la l¨ªnea de meta. Hasta Desbiens ya sab¨ªa que le hab¨ªan regalado el triunfo y Utschakov mostraba su malhumor. Guimard, por fin sonriente, atend¨ªa a la prensa.

M¨¢s ciego que ninguno, m¨¢s despistado, Jaskula. A su lado, los comisarios, impacientes por haber tenido que esperar tanto, miran el reloj esperando que llegue otro pelot¨®n anunciado, el ¨²ltimo gruppetto, un grupo de ocho en el que marchan Zarrabeitia y Cuesta, para levantar a toda prisa sus b¨¢rtulos y largarse a elaborar la clasificaci¨®n. Los empleados se ponen a levantar las vallas. La etapa, por fin, ha terminado.Y Jaskula, no lo olviden, aquel polaco que termin¨® tercero en el Tour del 93, se queda solo. Nadie del Mapei, el equipo en el que agota sus d¨ªas, nadie del tour. Nadie le dice nada. Da vueltas con la bicicleta hasta que un periodista le dice: las duchas son por all¨ª.

"Esto es el Tour", es la frase que lo. explica todo. Los traslados forman parte de las etapas. Hay que tenerlo pensado en la planificaci¨®n de la carrera. Y los ciclistas son mayorcitos. Y hoy es d¨ªa del descanso, que no se, quejen.

Los 470 kil¨®metros que separan Perpi?¨¢n de Saint Etienne, donde ma?ana se disputar¨¢ la primera contrarreloj larga, los har¨¢n, adem¨¢s, en avi¨®n. Qu¨¦ lujo.