El Tour aprende a conocer a Ullrich
Desbiens gana por descalificaci¨®n de 0utschakov 0 Riis qued¨® cortado unos kil¨®metros
Reci¨¦n instaurado el reinado del joven Ullrich es necesario comprobar c¨®mo ejerce el mando Qu¨¦ tipo de l¨ªder es, c¨®mo viste su autoridad. Si estamos ante un hombre voraz que, desata su ambici¨®n acumulando galardones o si seguir¨¢ el ejemplo de Indur¨¢in el jefe que dejaba hacer. Ullrich vivi¨® un d¨ªa tumultuoso en la salida (toda la atenci¨®n estaba centrada en su persona) y un d¨ªa apacible en la carretera. El Telekom permiti¨® que otros equipos aprovecharan una etapa de tr¨¢nsito y la victoria fue para el modesto Laurent Desbiens, del Cofidis, uno de los equipos m¨¢s desgraciados de este Tour. El Cofidis se apunt¨® un tanto en, la guerra entre franceses que reina en este Tour.Cofidis, Gan, Casino, La Muttuelle, Big-Mat, Festina y La Francaise del Jeux. Siete equipos franceses compiten en este Tour, todo un r¨¦cord, por expreso deseo de la organizaci¨®n, muy pendiente de que el ciclismo franc¨¦s logre salir de la depresi¨®n. La decisi¨®n, en su momento, fue muy discutible porque algunos de estos equipos no daban la talla. Pero la cuesti¨®n es que, tanta aglomeraci¨®n, ha provocado una lucha entre franceses. Se busca un personaje, se buscan hombres capaces de ser l¨ªderes, Francia necesita tener un. aspirante.
Lo es Virenque, sin duda, pero no cuaja en los grandes titulares. Su debilidad en la contrarreloj es tan evidente que los propios especialistas franceses no acaban de creerse su candidatura. M¨¢xime despu¨¦s de ver a Ullrich. Virenque, sin embargo, es la representaci¨®n del Festina, un, equipo que se ha hecho un nombre en el pelot¨®n, aun cuando su capacidad estrat¨¦gica sea muy discutida por otros directores. Virenque es el favorito de la afici¨®n y. la, organizaci¨®n le cuida con esmero: ayer mismo se atendi¨® una reclamaci¨®n para devolverle los 20 segundos conque fue penalizado el martes por avituallamiento indebido dentro de los seis ¨²ltimos kil¨®metros.
Pero Virenque es una cosa y los dem¨¢s son otra. Francia entendi¨® hace un a?o que Jalabert no pod¨ªa con el Tour y se le ha dado un trato respetuoso pero fr¨ªo. Con Jalabert no ha habido excesos. S¨ª los ha habido con Brochard, con Vasseur (convertido en un h¨¦roe tras su defensa del maillot amarillo) y con Moncassin, un sprinter que no acaba de ganar. Este chovinismo inevitable se reproduce en situaciones como las de ayer: Outschakov gan¨® el sprint, pero cerr¨® a Desbiens. Desbiens es franc¨¦s. Dos minutos tardaron los comisarios en darle la victoria.
El Tour, sin embargo, ha encontrado un l¨ªder que vende. Es Ullrich. Nadie discute a Ullrich salvo Virenque, que promete guerra en los Alpes, pero habr¨¢ que observar c¨®rno se, comporta con el maillot amarillo. Es una nueva experiencia para un muchacho de 23 a?os, pero transmite tal sensaci¨®n de seguridad que no hay nadie capaz de encontrarle un punto d¨¦bil: posee el mejor equipo, es el favorito para ganar la contrarreloj y no necesita moverse de su sitio. Puede ganar el Tour y tres etapas sin necesidad de volver a lanzar un ataque.
Pero habr¨¢ que observarle al detalle, porque ha sufrido un cambio brusco de papeles. El lunes era un suboficial, el martes fue un hombre libre durante nueve kil¨®metros y el mi¨¦rcoles se convirti¨® en el jefe del Tour. Ya no tiene por qu¨¦ mirar atr¨¢s para buscar a Riis (descolgado ayer durante unos pocos kil¨®metros a causa de un corte en el pelot¨®n por el viento). S¨®lo debe vigilar y hacer que la carrera vaya a. su gusto. Debe mandar. El Tour aprende a conocer a Ullrich.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.