"Que no se apague la llama"
Las v¨ªctimas del terrorismo recuerdan con 48 horas de encierro la muerte de Blanco
Jueves, 10 de julio. Cuatro de la tarde. ETA secuestra a Miguel ?ngel Blanco y lanza un ultim¨¢tum: si no se cumplen sus peticiones en 48 horas asesinar¨¢ al reh¨¦n. El s¨¢bado, los terroristas cumplen su promesa y matan de dos disparos al concejal del PP en Ermua.Jueves, 17 de julio. Cuatro de la tarde. Una treintena de miembros de la Asociaci¨®n V¨ªctimas del Terrorismo (AVT) se encierra en el patio de la Iglesia de Santa B¨¢rbara, en Madrid. Permanecer¨¢n all¨ª hasta ma?ana, durmiendo en sacos, tratando de revivir 48 horas en las que "el pueblo sali¨® a la calle para pedir a ETA que no matara otra vez, marcando un antes y un despu¨¦s". Intentan "que no se apague la llama y, de una vez por todas, se tomen medidas".
La iniciativa naci¨® esta misma semana en la asociaci¨®n, pero es un llamamiento a todos los ciudadanos para que participen, "para que lo que ha sucedido quede en la memoria de todos, para que no se olvide a los 15 d¨ªas, como suele suceder". Quieren que se recuerde que "la gente ha hablado, el pueblo ha expresado su voluntad y ha llegado la hora de que los pol¨ªticos la escuchen y act¨²en".
?sta es una de las reivindicaciones por las que se han encerrado, adem¨¢s de para solidarizarse con la familia de Blanco Garrido y criticar "las medias tintas": demandar "dureza", "a los pol¨ªticos, en la elaboraci¨®n de la ley; a los jueces, en su aplicaci¨®n". Para Nuria, "durante mucho tiempo los etarras han tenido muchos privilegios. Es hora de que eso termine".
Carlos, Santiago, Nuria...., son miembros de la AVT, v¨ªctimas directas del terrorismo. Sus familiares eran militares y civiles que murieron en atentados de ETA. Pero saben que "las v¨ªctimas somos todos", y no quieren que se olvide. No quieren que ocurra "lo que sucede normalmente: pasa el tiempo y con el dolor s¨®lo queda la familia y el psiquiatra".
Quieren recordar no s¨®lo a Miguel ?ngel, sino a todos los que han muerto por el terrorismo. Son "demasiados". Tantos como para que en estas 48 horas se puedan poner carteles en la verja que rodea el patio con el nombre de una v¨ªctima cada dos minutos y medio. A las cuatro de ayer, el primer cartel fue el de Jos¨¦ Pardines. A las cuatro y cinco se hab¨ªan sumado ya Melit¨®n Manzanas y Ferm¨ªn Monasterio. Ma?ana, a las cuatro, se colocar¨¢ un ¨²ltimo cartel: Miguel ?ngel Blanco. Y a su lado, dos pancartas: "Ni uno m¨¢s". "Ahora o nunca, justicia".
Est¨¢n en el lugar id¨®neo para pedirlo. La Iglesia de Santa B¨¢rbara est¨¢ situada junto al Tribunal Supremo, muy cerca de la Audiencia Nacional. Ayer, sentadas en el suelo, Nuria, M¨®nica, Raquel y Mar¨ªa Jes¨²s apoyaban su espalda en la pared del edificio donde ser¨¢n juzgados los miembros de la Mesa Nacional de HB, mientras alababan la reacci¨®n del pueblo vasco y del resto de Espa?a, la p¨¦rdida del miedo. "Pod¨ªa haber sido antes, pero m¨¢s vale tarde que nunca".
Para ellas, este encierro "es el principio de muchas cosas que hay que hacer".
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