Apresamientos
Afloran estas l¨ªneas bajo la presi¨®n de un nuevo apresamiento decretado por las autoridades militares marroqu¨ªes. La acusaci¨®n se concreta en la pesca de cefal¨®podos en zona prohibida (dentro de las 12 millas desde la costa). En otras ocasiones ha sido el grosor del hilo de las redes o la pesca de especies de reducido tama?o.Sea cual fuere la infracci¨®n, la culpabilidad est¨¢ garantizada de antemano. El procedimiento sancionador adolece de una gran inseguridad jur¨ªdica para el denunciado, y , para nuestra desgracia, los pescadores espa?oles cargan con el sambenito de ser los responsables de estar esquilmando ¨¦ste y otros caladeros.
Parece que los esfuerzos que ha hecho nuestra flota por limitar sus capturas son de todo punto encomiables, sin olvidar la reducci¨®n en el n¨²mero de licencias y la aceptaci¨®n de un paro biol¨®gico que fuerza a la inactividad cefalopodera cuatro meses al a?o (se ha reducido a dos tercios del a?o el tiempo destinado a faenar), con las consecuencias que se derivan para las familias que viven del sector y para el erario p¨²blico.
Y a¨²n as¨ª, no se ha querido entrar, por razones pol¨ªticas, en las verdaderas motivaciones del agotamiento del caladero: la devastadora actividad de pulperas y embarcaciones de peque?a envergadura de origen marroqu¨ª que impiden el desove natural y, por tanto, la continuidad de las especies amenazadas; porque ello acentuarla la crisis social del sur en un momento poco propicio.
No parece desatinado sostener que nuestros barcos merecen un tratamiento m¨¢s acorde con la nueva situaci¨®n. Demasiados apresamientos en viernes, con la amenaza de tener retenido el barco durante el fin de semana y las consiguientes p¨¦rdidas para el armador si no paga sin rechistar, demasiados casos en los que los indignados patrones aseguran estar en posiciones alejad¨ªsimas, cuando no amarrados en alg¨²n puerto canario, en el momento en que se hallaban en zona prohibida. Las sanciones se imponen sin comunicar por escrito los cargos, sin referencia concreta a las circunstancias que rodearon la captura y sin notificaci¨®n del apresamiento en el plazo de 48 horas a las autoridades comunitarias, como es preceptivo.
Se hace imprescindible una mejora en los sistemas de detecci¨®n, a fin de evitar que el apresamiento del barco se convierta en la raz¨®n ¨²ltima que obliga a plegarse a quien puede estar asistido de la raz¨®n en un caso concreto porque el rigor y la agilidad de las medidas cautelares debe acompasarse con el rigor y la agilidad en los procedimientos de prueba.
Hay muchos armadores que ganan mucho dinero con su actividad y que pagan la multa sin pesta?ear; pero tambi¨¦n he visto llorar a viejos y modestos lobos de mar delante del coronel responsable del apresamiento en el momento de comunicarles la sanci¨®n, convencidos de que tendr¨ªan que abandonar la profesi¨®n de verse obligados a liquidar.
El Gobierno de Marruecos deber¨ªa ser el primer interesado en establecer sistemas que refuercen, no s¨®lo la posici¨®n de sus autoridades militares en cada uno de los contenciosos, sino tambi¨¦n sus leg¨ªtimos intereses conservacionistas en el caladero. Seguir utilizando procedimientos m¨¢s que discutibles aviva la maledicencia y la murmuraci¨®n, dando alas a quienes sostienen que las autoridades act¨²an al dictado de los armadores marroqu¨ªes.
Buen momento es ¨¦ste, en pleno proceso de democratizaci¨®n de las instituciones marroqu¨ªes, para hacer una decidida apuesta por la seguridad jur¨ªdica.
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