La solidaridad como excusa
Una fundaci¨®n tra¨ªa ni?os bielorrusos a aprender espa?ol aduciendo que eran de Chern¨®bil
"Son ni?os orgullosos, no querr¨¢n ser menos que nuestros ni?os; por ello, no crean lo que les cuenten sobre sus viajes a Orlando " Port Aventura o a las playas de Italia o Grecia. En la mayor¨ªa de los casos es pura fantas¨ªa".La campa?a de la Fundaci¨®n Grama hac¨ªa esta curiosa advertencia a las familias almerienses que solicitaron antes del verano acoger ni?os bielorrusos afectados por el escape radiactivo de la central de nuclear de Chern¨®bil o procedentes de hogares muy humildes. Pero cuando lleg¨® el primer turno de 59 menores, las familias de acogida pudieron comprobar que los ni?os ni eran pobres ni estaban afectados por radiactividad.
Al contrario, ten¨ªan un aspecto impecable, vest¨ªan ropas de marca y ten¨ªan dinero que iban a dedicar a una visita al Museo del Prado. Bajo la llamada a la solidaridad, la Fundaci¨®n Grama, en colaboraci¨®n con el Ayuntamiento de Almer¨ªa, ha tra¨ªdo a Espa?a menores con fines tur¨ªsticos.
La alerta la dio el pasado viernes el consejero de Asuntos Sociales andaluz, Isa¨ªas P¨¦rez Salda?a: "Los datos que hay parecen indicar que la Fundaci¨®n Grama podr¨ªa ser una agencia de viajes encubierta". Todo surgi¨® a partir de las denuncias presentadas por algunas familias, que se sintieron enga?adas tras descubrir que los ni?os de la ex Uni¨®n Sovi¨¦tica que hab¨ªan acogido no respond¨ªan al colectivo necesitado de solidaridad.
Algunos dejaron claro desde el principio a qu¨¦ ven¨ªan: aprender o perfeccionar el castellano. Fue a principios de mayo cuando el Ayuntamiento de Almer¨ªa dio a conocer la campa?a de acogida de ni?os de entre 8 y 16 a?os procedentes de Bielorrusia para disfrutar de un clima generoso en temperaturas c¨¢lidas que les ayudase a paliar las consecuencias de la radiactividad. Necesitaban tambi¨¦n olvidar por unos d¨ªas las penurias econ¨®micas de sus familias de origen. Los almerienses respondieron al llamamiento.
Todos aquellos que formalizaron la solicitud de acogida quer¨ªan aportar su grano de arena. Cuando los menores llegaron a sus casas, comprobaron que la realidad no se correspond¨ªa con la informaci¨®n facilitada por Grama, cuya sede radica en Granada. El responsable de Asuntos Sociales del Gobierno andaluz no tuvo m¨¢s remedio que salir al paso tras las primeras denuncias: "Hemos detectado que algunos de los programas de acogida de menores en nuestra comunidad no respond¨ªan a los criterios de solidaridad. El tema ha sido puesto en conocimiento de los ministerios de Asuntos Sociales y Exteriores".
Una vez confirmado el enga?o, el Gobierno ha ordenado que s¨®lo se concedan visados de entrada en Espa?a a los ni?os que demuestren secuelas producidas por el escape de Chern¨®bil y a aquellos que est¨¦n tutelados por su pa¨ªs de origen. El objetivo era traer este verano a unos 2.500 peque?os, que se distribuir¨ªan entre las provincias de Almer¨ªa, Granada, Ja¨¦n y C¨®rdoba. En total han llegado a toda Andaluc¨ªa 172 ni?os.
Las denuncias de algunas familias de acogida suscitaron la sospecha de la Junta de Andaluc¨ªa y han provocado la paralizaci¨®n del programa. "Es preferible que, al no ser el programa adecuado, los ni?os que quedan por llegar no vengan", explicaba el titular andaluz de Asuntos Sociales. Los 59 ni?os que han pasado unas semanas en Almer¨ªa arropados por la buena fe de sus anfitriones partieron ayer hacia sus lugares de origen desde Granada en un vuelo ch¨¢rter.
No obstante, algunas familias aseguran que han tenido que calzar y vestir a los ni?os que han acogido. Incluso se han emocionado al contemplar la voracidad con la que com¨ªan los menores. Quedan ahora cientos de familias que deben recomponer sus ilusiones, reorganizar el calendario de vacaciones y sobreponerse a la confusi¨®n. La Fundaci¨®n Grama niega los hechos y asegura incluso que presentar¨¢ una demanda judicial contra la Junta de Andaluc¨ªa. Los pol¨ªticos andaluces no se aclaran con las competencias sobre el control de las organizaciones no gubernamentales que operan en la comunidad andaluza, mientras que las familias que no recibir¨¢n a los ni?os que solicitaron se han quedado con un in¨²til y decepcionante diccionario de ruso-espa?ol que pasar¨¢ a engrosar su biblioteca.
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