?Ventilador, garita, pegote...?
Dos ascensores colocados en la plaza de Oriente causan rechazo y confusi¨®n entre los vecinos
Turistas y madrile?os pasean por la remodelada plaza de Oriente. Todo est¨¢ inmaculado, cuidado. Los, jardines, verdaderamente remozados. Pero, de repente, unas siluetas entre futuristas y cl¨¢sicas se alzan en la lejan¨ªa, cerca ya del Teatro Real. Unas columnas de pl¨¢stico adosadas que pretenden imitar al m¨¢rmol y una techumbre de vidrio tintado coronan la magna obra. "?Qu¨¦ es eso?", se pregunta una mujer. La hija y el marido miran extra?ados el artefacto y responden casi al un¨ªsono: "Ni pu?etera idea, no lo hab¨ªa visto nunca".Las dos especies de torretas despiertan curiosidad y expectaci¨®n. Se han convertido en objeto de conversaci¨®n y admiraci¨®n. Un jubilado, vecino de la calle de Bail¨¦n "de toda la vida", se indigna. "La plaza la han dejado preciosa, pero esto que han clavado aqu¨ª delante es un borr¨®n", comenta el hombre. "Ya que se gastan dinero, que lo hagan bien. Esto es un bodrio", se?ala el vecino. Y sentencia: "Es como si me compro un Mercedes y le clavo en medio un coj¨ªn hortera. No hay derecho".
Algo m¨¢s lejos, dos monjas pasean juntas. Una de ellas se?ala a la otra.. "Es una cosa horrorosa. Con lo bonita que han dejado la plaza, y construyen estos dos pegotes fe¨ªsimos". Las dudas surgen entre los viandantes, que no se aclaran.
"El otro d¨ªa lo habl¨¦ con mi vecina en la panader¨ªa y me coment¨® que, por lo visto, son unas rampas para que los inv¨¢lidos puedan bajar y subir al aparcamiento subterr¨¢neo", aclara una mujer. Su marido la rectif¨ªca: "?Qu¨¦ dices! Me parece que es una parada de autob¨²s, o algo as¨ª". "Yo s¨¦ lo que es", comenta un peat¨®n". Ni torres, ni quioscos, ni historias. Es un ventilador subterr¨¢neo".
Las opiniones sobre la dichosa construcci¨®n son variadas. Sin embargo, hay vecinos que saben a ciencia cierta de qu¨¦ se trata. Gumersindo y Fernando son decoradores y charlan animadamente sobre el te ma. "Son ascensores para el aparcamiento subterr¨¢neo que han construido, pero la obra es una monstruosidad. No hay derecho a que entre los dos edificios m¨¢s importantes de la ciudad metan esto. La gente deber¨ªa hacer pintadas para que los tiraran", comenta Gumersindo. Fernando tambi¨¦n interviene: "El material es espantoso, y el dise?o, horrible. Tendr¨ªan que demolerlos".
El misterio, finalmente, se ha aclarado. Son, efectivamente, dos ascensores para el subterr¨¢neo, aunque su futuro es incierto. No est¨¢n construidos del todo y, sin embargo, las quejas y cr¨ªticas que han despertado en los vecinos pueden hacer que desaparezcan antes de lo previsto. Mientras, una incr¨¦dula se?ora pregunta: "Perdone, joven, ?esto es una garita para los guardias?".
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