Waigel acusa a la oposici¨®n de bloquear la rebaja fiscal en Alemania

El ministro de Finanzas alem¨¢n, Theo Waigel, culp¨® ayer al principal partido de la oposici¨®n, el socialdem¨®crata SIEID, de bloquear el ambicioso plan del Gobierno para reducir los impuestos entre 1998 y 1999. Las rebajas fiscales que el Ejecutivo y los socialdem¨®cratas negociaron hasta ¨²ltima hora de ayer, sin llegar a ning¨²n acuerdo, representar¨ªan 30.000 millones de marcos (2,52 billones de pesetas).

Las negociaciones ante la comisi¨®n parlamentaria de mediaci¨®n para la reforma fiscal aprobada por el Gobierno de Bonn y rechazada por la C¨¢mara Alta (Bundesrat) terminaron a ¨²ltima hora de la tarde de ayer sin que la coalici¨®n gubernamental cristianodem¨®crata-liberal (CDU-FDP) y la oposici¨®n so cialdem¨®crata (SPD) llegaran a ning¨²n acuerdo. En realidad, desde hace varios d¨ªas nadie contaba con que el Gobierno obtuviera el respaldo de la oposici¨®n para sacar adelante la. reforma fiscal, a la que Waigel hab¨ªa atribuido "dimensiones hist¨®ricas". Consta tada la imposibilidad de un acuerdo, la CDU ha propuesto que la comisi¨®n mediadora se re¨²na el pr¨®ximo oto?o.

Los planes del Gobierno incluyen la reducci¨®n del tipo m¨¢ximo del impuesto sobre la renta del 53% actual al 39% y del tipo m¨ªnimo del 25,9% al 15%. Adem¨¢s, se pretende rebajar el llamado impuesto de solidaridad, creado para financiar la reconstrucci¨®n del Este de Alemania, del 7,5% al 5,5% en 1998.

Tambi¨¦n se quiere aliviar la carga tributar¨ªa de las empresas y reducir los costes, salariales indirectos para crear empleo. Para ello, el tipo del impuesto de sociedades bajar¨ªa del 47% al 35%.

El Gobierno sab¨ªa desde un principio que para sacar adelante sus planes era necesario el acuerdo con la oposici¨®n socialdem¨®crata, ya que ¨¦sta cuenta con mayor¨ªa en el Bundesrat.

Inicialmente, ambas partes intentaron llegar a un acuerdo para presentar un proyecto conjunto, - pero las negociaciones fracasaron, a pesar de las continuas exhortaciones de sindicatos y empresarios para que Regaran a un pacto.

Acusaciones mutuas

Lo que vino despu¨¦s fue una pel¨ªcula que ya todo el mundo sab¨ªa de antemano. La mayor¨ªa de la coalici¨®n gubernamental en la C¨¢mara baja (Bundestag) aprob¨® el proyecto el 26 de junio.Los socialdem¨®cratas anunciaron que rechazar¨ªan la reforma en el Bundesrat y as¨ª lo hicieron. Esto oblig¨® a convocar una comisi¨®n de mediaci¨®n entre las dos C¨¢maras, que desde entonces negocia sin ¨¦xitos notables y en medio de continuas acusaciones entre Gobierno y oposici¨®n.

Los aparentes acercamientos en algunos asuntos como el impuesto sobre el patrimonio de las empresas y la reducci¨®n de los costes salariales indirectos se revelaron pronto ilusorios. El jefe de la socialdemocracia, Oskar Lafontaine, acus¨® incluso al Gobierno de no querer verdaderamente la reforma.

Lo que Helmut Kohl y Waigel quieren, seg¨²n Lafontaine, es presentarse como defendores de grandes recortes fiscales que luego no entrar¨ªan nunca en vigor y no pondr¨ªan en peligro el equilibrio presupuestario. Kohl, por su parte, acusa a los socialdem¨®cratas de bloquear la reforma para empeorar la situaci¨®n de la econom¨ªa y luego tratar de ganar votos.