Los agrietados diques del Oder resisten de milagro
El Gobierno socialdem¨®crata del Estado federal de Brandeburgo considera "un milagro" que los diques del r¨ªo Oder resistan todav¨ªa "la fuerza de la naturaleza". As¨ª lo manifestaron en Bad Freienwalde los ministros del Interior, Alwin Ziel, y del Medio Ambiente, Matthias Platzeck, durante una conferencia de prensa, en la que anunciaron la intenci¨®n de luchar para defender el dique Hohenwuten de las fuerzas de las aguas, "hasta el ¨²ltimo saco de arena".En las ¨²ltimas horas las tropas del Ej¨¦rcito federal encargadas de salvar el dique en Hohenwuten, 10 kil¨®metros al noreste de Bad Freienwalde, tuvieron que abandonar sus puestos ante el peligro que corr¨ªan sus vidas por los continuos agrietamientos. Cuando surge una grieta en el dique, ingenieros expertos en la materia determinan si existe peligro de derrumbe inmediato. En ese caso, a base de pitidos estridentes se advierte a los soldados, para que abandonen de inmediato el lugar y se pongan a salvo. Esto ha ocurrido dos o tres veces en las ¨²ltimas horas. Cuando pasa esto, la batalla del Oder se prosigue con medios mec¨¢nicos.
El oficial que manda las tropas en Hohenwuten advirti¨® que no est¨¢ dispuesto a poner en peligro la vida de un solo soldado. Por eso, al producirse la grieta, los militares abandonan el lugar y entran en funcionamiento los helic¨®pteros. Sobre el dique s¨®lo permanecen un par de expertos voluntarios para indicar a los helic¨®pteros el lugar donde tienen que lanzar su carga de sacos de arena. "Bombardeamos el dique con sacos de arena", comentaba ayer uno de los pilotos al concluir su misi¨®n.
Los helic¨®pteros cargan en las cercan¨ªas unas redes enormes y llenas de sacos de arena, que luego lanzan sobre el dique. Voluntarios civiles, bomberos y miembros de la defensa civil se encargan de llenar los sacos de arena que transportan los helic¨®pteros o los camiones militares hasta el dique. Cuando los helic¨®pteros consiguen recomponer el deteriorado dique y se aleja el peligro de ruptura total los soldados vuelven a trabajar para apuntalarlo con sacos de arena y ramas.
Ayer se puso en se puso en pr¨¢ctica una tentativa para desviar las fuerzas de las aguas y disminuir la presi¨®n sobre el quebrantado dique. Submarinistas de la sociedad alemana de salvamento tratan de colocar en las profundidades del Oder junto al dique una lona para evitar que las aguas presionen con toda su fuerza. Existen dudas sobre el ¨¦xito del intento y muchos habitantes de la zona consideran que el dique no tiene salvaci¨®n.
Dique 'durmiente'
Ante esta perspectiva, pol¨ªticos y militares hablan sin cesar de "la segunda y tercera l¨ªnea de defensa". Se trata d e construir un segundo dique, llamado durmiente, a unos cinco kil¨®metros del primero, m¨¢s o menos por el lugar donde transcurr¨ªa el antiguo curso del Oder hace 250 a?os. El teniente coronel Joachim Thamm, encargado de la construcci¨®n del dique durmiente para la segunda l¨ªnea de defensa" declar¨® que estar¨¢ listo con la altura requerida este domingo.Se teme que si rompe por completo el dique, da?ado ya en unos dos tercios, con la inundaci¨®n se formar¨ªa en el Oderbruch una especie de lago de m¨¢s de 100 kil¨®metros cuadrados. Los vecinos evacuados de la zona comprendida entre el dique averiado y el durmiente en segunda l¨ªnea expresaron su temor de que se sacrifiquen sus casas para impedir que la inundaci¨®n se extienda por todo el Oderbruch.
La situaci¨®n se califica de "dram¨¢tica" y con esa frase comienzan cada hora todos los noticieros de radio en Brandeburgo. Ayer, llovi¨® por la ma?ana. No obstante, el nivel del agua se mantiene y s¨®lo a partir de un descenso de por lo menos un metro se considera que podr¨ªa haber pasado el peligro.
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