Muere William S. Burroughs, el ¨²ltimo grande de la generaci¨®n 'beat', a los 83 a?os
Se prepara un volumen p¨®stumo de sus escritos y testimonios autobiogr¨¢ficos
La ¨²ltima gran figura del movimiento beat, William Seward Burroughs, falleci¨® en la madrugada del s¨¢bado, en un hospital de Kansas (EE UU) a causa de un ataque cardiaco, como inform¨® su representante. El autor de Yonki y El almuerzo desnudo ten¨ªa 83 a?os y muri¨®, seg¨²n dicha fuente, "de forma repentina. Se encontraba muy bien de salud". Burroughs viv¨ªa pr¨¢cticamente recluido desde 1981 en la remota localidad de Lawrence (Kansas), lejos del mundanal ruido literario. El a?o pasado hab¨ªa declarado al diario The New York Times que ya no escrib¨ªa porque no ten¨ªa m¨¢s cosas que decir.
Puede discutirse qui¨¦nes fueron los integrantes m¨¢s representativos de la generaci¨®n beat, el grupo de escritores y artistas de EE UU que definieron la contracorriente cultural de la segunda posguerra mundial, pero lo cierto es que Burroughs era, junto a Jack Kerouac (fallecido en 1969) y Allen Ginsberg (que muri¨® en abril del presente a?o) el tercer v¨¦rtice de una trilog¨ªa esencial. De hecho se cree que fue Burroughs quien introdujo el t¨¦rmino beat y quien anim¨® a sus compa?eros a escribir mientras ¨¦l se dedicaba a otro tipo de tareas a pie de calle que hicieron de su biograf¨ªa una de las m¨¢s alucinantes de este siglo.William Seward Burroughs naci¨® en Saint Louis (Misuri) el 5 de febrero de 1914, estudi¨® literatura y antropolog¨ªa en Harvard (Massachussets) y luego viaj¨® a Europa, donde se cas¨® con una jud¨ªa alemana para sacarla de Yugoslavia y posteriormente divorciarse. De regreso a Nueva York, trabaj¨® como barman, detective privado y como exterminador de cucarachas (experiencia a la que luego dedicar¨ªa un libro, El exterminador), pero sobre todo, se sumergi¨® en el submundo de la droga y la prostituci¨®n masculina; se dice que uno de sus compa?eros de fatigas de esa ¨¦poca acu?¨® el t¨¦rmino beat, y Burroughs se lo propuso a sus amigos Kerouac y Ginsberg, que eran entonces inquietos estudiantes en la Universidad de Columbia.
Adicto a la hero¨ªna desde 1944, Burroughs se cas¨® con Joan Vollmer y se fueron a vivir a M¨¦xico. Un d¨ªa, ¨¦l le pidi¨® a ella que se pusiera un vaso de agua en la cabeza para practicar con una pistola, como en un juego a lo Guillermo Tell, pero se le fue la mano y la punter¨ªa y la mat¨® de un disparo en la frente. Cumpli¨® una breve pena, por homicidio involuntario.
A?os despu¨¦s, Burroughs escribir¨ªa que nunca habr¨ªa sido escritor de no ser por ese incidente. "Vivo con la constante amenaza de la posesi¨®n y con la constante necesidad de escapar", confes¨®. "La muerte de Joan, me puso en contacto con el invasor, y me llev¨® a una lucha vital de la que no ten¨ªa m¨¢s opci¨®n que salir a base de escribir". Burroughs dijo en diversas ocasiones que su vida era una constante lucha contra su lado oscuro. Reconocido homosexual y ped¨®filo, tuvo un hijo con Joan Vollmer que muri¨® en 1981 a causa de una cirrosis.
En 1953, bajo el seud¨®nimo de William Lee, Burroughs hab¨ªa publicado su primer libro, Yonki, un relato sobre sus experiencias con la droga dura que cay¨® como una bomba en la sociedad ultrapuritana del momento. Su obra maestra, El almuerzo desnudo, la escribi¨® tambi¨¦n bajo los efectos de la hero¨ªna en T¨¢nger -fue precisamente su amigo Jack Kerouac quien la transcribi¨® a m¨¢quina- y se public¨® en Francia en 1959 (no lleg¨® a EE UU hasta los a?os 60 por problemas con la censura). Narraci¨®n an¨¢rquica, desordenada y autodestructiva, se convirti¨® en uno de los textos literarios de mayor influencia en la segunda mitad del siglo XX. Di¨® t¨ªtulo, tambi¨¦n, a una pel¨ªcula de David Cronenberg en 1991 que no es una adaptaci¨®n estricta sino una versi¨®n libre de la vida del autor.
El resto de sus novelas, o bien fueron ignoradas por la cr¨ªtica o bien se editaron en limitad¨ªsimas tiradas que se agotaron pronto. La m¨¢quina blanda y Nova Express, entre otras, eran experimentos de collage con textos de diverso origen. Pero sus escritos, diarios, entrevistas y testimonios en distinto formato conforman hoy una autobiograf¨ªa informe y casi inabarcable. Algunos de estos textos ser¨¢n publicados a t¨ªtulo p¨®stumo el a?o que viene, aprovechando el reciente tir¨®n editorial de varias reediciones de sus libros.
En los ¨²ltimos a?os de su vida retom¨® una de sus grandes aficiones, la pintura, sin dejar de lado su car¨¢cter provocador pues utilizaba con frecuencia algunas de sus pistolas para disparar contra los botes de pintura en una peculiar forma de concebir el arte creativo. Su ¨²ltima aparici¨®n p¨²blica fue el a?o pasado, cuando se le rindi¨® un homenaje en la Universidad de Lawrence (Kansas). En ese pueblo descansaba Burroughs desde 1981, dedicado a la pintura y la fotograf¨ªa y a su otra gran afici¨®n: disparar armas de fuego en los bosques de la zona. A pesar de tener un triple bypass en el coraz¨®n desde 1991, Burroughs parec¨ªa seguir en relativa buena forma f¨ªsica y en posesi¨®n de su peculiar lucidez mental.
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