46 zancadas hacia la gloria

En una prueba donde los automatismos son decisivos, Maurice Greene corri¨® la recta de 100 metros en 46 zancadas, las mismas que hab¨ªa realizado en las semifinales, donde hab¨ªa conseguido un registro de 9,90 segundos frente a los 9,86 de la final. Si las zancadas fueron las mismas, la diferencia estuvo en la frecuencia. Greene realiz¨® 4,66 zancadas por segundo, con 2,17 metros entre cada paso.Greene dispone de una excelente amplitud a pesar de su estatura relativamente baja: 1,75 metros. Acostumbrados a una generaci¨®n de velocistas altos y poderosos -caso de Linford Christie (1,87), Carl Lewis (1,88) o Donovan Bailey (1,83)-, Mo Greene parec¨ªa m¨¢s destinado a convertirse en uno de esos sprinters de bolsillo cuyo rango m¨¢ximo alcanza los 60 metros.

Sin embargo, tanto Greene como su compatriota Tim Montgomery (1,76 metros) se han consagrado esta temporada como los abanderados entre los velocistas estadounidenses. Ambos son j¨®venes (23 a?os) y est¨¢n en condiciones de retomar la vieja tradici¨®n de un pa¨ªs que siempre ha cre¨ªdo que sus sprinters son automaticamente los mejores del mundo.

Para el atletismo estadounidense, no habr¨¢ ninguna noticia mejor que las victorias de Maurice,Greene y Marion Jones en los 100 metros, adem¨¢s del tercer puesto de Montgomery. Hace cuatro a?os, la revista Track and Field, la biblia del atletismo norteamericano, se pronunci¨® en portada con un titular lleno de pesimismo: "?Por qu¨¦ Johnny no puede correr?", en referencia al declive de sus velocistas.

Pero resulta que ahora dos atletas de 23 a?os y una muchacha de 21 han acabado con la vieja guardia. Para un pa¨ªs que ha dado la espalda al atletismo, la ¨²nica posibilidad de recuperaci¨®n pasa por la aparici¨®n de figuras novedosas. Greene, apenas conocido hace dos meses, sorprendi¨® a Bailey, Fredericks y Boldon. En las ¨²ltimas semanas hab¨ªa registrado 9,90 segundos en cuatro ocasiones. ?Era su techo? Si lo era, dificilmente podr¨ªa suceder a Lewis y Burrell. En la final de Atenas demostr¨® su condici¨®n de heredero de Carl Lewis y que tiene a tiro el r¨¦cord del mundo. Necesitar¨¢ las 46 zancadas de siempre y una frecuencia levemente mayor. Puede ocurrir cualquier d¨ªa de estos.