"EI aislamiento social de HB es contraproducente"

Javier Elzo es un gran conocedor de la complejidad que define a la sociedad vasca, que ¨¦l ha estudiado con detalle como Catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad de Deusto. Sus trabajos sobre la violencia juvenil que ha estallado en las calles de Euskadi durante estos ¨²ltimos a?os, le han convertido en un or¨¢culo de permanente consulta. Acaba de participar en Burgos junto a otros 26 expertos en unas jornadas sobre la gran revuelta c¨ªvica que se produjo a ra¨ªz de los atentados de ETA durante el mes de julio.Pregunta. ?C¨®mo ha visto las movilizaciones tras los ¨²ltimos atentados de ETA?

Respuesta. En un primer momento esta movilizaci¨®n de la sociedad fue muy espont¨¢nea. Pero creo que ha sido algo muy buscado por ETA, que se inscribe en su vieja estrategia de acci¨®n-represi¨®n-acci¨®n. Quer¨ªan impactar y provocar una reacci¨®n violenta de algunos sectores de la sociedad. Por lo dem¨¢s, las movilizaciones reflejan que la gente est¨¢ hastiada, dolorida y cansada. Yo he visto a la gente gritar casi, con m¨¢s fuerza "HB asesinos" que "ETA asesinos". Hab¨ªa ganas de decir precisamente eso, y creo que este sentimiento tambi¨¦n explica que la idea del aislamiento haya cundido inmediatamente. Pero las movilizaciones iniciales han tenido una prolongaci¨®n medi¨¢tica que ha sido y sigue siendo abusiva y est¨¢ produciendo una saturaci¨®n que no es buena.

P. Tambi¨¦n viven en un mundo cerrado, con rasgos de movimiento sectario, y ellos mismos se autoa¨ªslan del resto del mundo.

R. Es, ciertamente, un movimiento muy cerrado en s¨ª mismo. Tienen hasta sus propios medios de comunicaci¨®n -nunca se hablar¨¢ suficientemente de Egin como motor y alimentador de la masa cr¨ªtica pensante de HB-, incluso sus calles, que son como zonas nacionales, y sus pe?as propias, sus amigos. Sin embargo, no son un todo homog¨¦neo, y es aqu¨ª donde los soci¨®logos nos encontramos con una paradoja: las encuestas nos dicen que no son un grupo homog¨¦neo, y que s¨®lo la mitad de quienes votan a HB apoyan la violencia, pero a la hora de votar no dejan de hacerlo. ?Por qu¨¦ se produce esa persistencia? Eso es lo que no est¨¢ estudiado.

P. ?Considera buena la f¨®rmula de aislamiento social a los votantes de HB, el hacerles ver que no se les acepta igual que antes, como propugna el Gobierno?

R. A m¨ª no me parece una idea feliz. El aislamiento social me parece imposible y, es m¨¢s, contraproducente. ?C¨®mo vas a aislar al hermano, al amigo y al compa?ero? Pero, dicho esto ?va a ser posible que griten impunemente "gora ETA militarra" y que el resto de los ciudadanos se traguen eso sin m¨¢s? Esa es la l¨ªnea divisoria, en la que la sociedad exige que se traslade a una nueva normativa jur¨ªdica y legal.

P. El propio alcalde de Ermua advirti¨® enseguida del peligro que se corr¨ªa de caer en actitudes fascistas en la pr¨¢ctica del aislamiento social.

R. Yo advert¨ª que hab¨ªa un riesgo de judeizaci¨®n, lo cual ser¨ªa el colmo, dicho sea de paso: el riesgo de victimizaci¨®n y enclaustramiento de este mundo en algo a¨²n m¨¢s cerrado del que ya est¨¢. Pero es dif¨ªcil jugar con los dos registros: ni puede quedar impune el gritar vivas a ETA y llamamos asesinos a la cara a quienes llevamos el lazo azul, ni tampoco que la ¨²nica respuesta para que esto se resuelva es que haya m¨¢s polic¨ªa y que las leyes sean m¨¢s duras. Con los jueces pasa lo mismo, estoy en contra de la idea de juicios ejemplares, pero que aclaren, de una vez por todas, lo que quiere decir apolog¨ªa del terrorismo.

P. ?Es suficiente el aislamiento pol¨ªtico de HB que han puesto en pr¨¢ctica los partidos desde que se produjo la reacci¨®n social de Ermua?

R. M¨¢s que el t¨¦rmino aislamiento prefiero el de "no cooperar". Y me. refiero especialmente a la Comisi¨®n de Derechos Humanos, sin ¨¢nimo de criticar la buena voluntad de quienes han estado en ella. Todos hemos defendido la necesidad de integrar a los de HB que hayan querido acercarse a la mayor¨ªa, pero hay situaciones en las que uno no puede dejar de preguntarse c¨®mo puedo estar hablando de derechos humanos con un se?or al que solamente preocupan los derechos humanos de los suyos. Este fue un caso en el que ca¨ªmos en la trampa.

P. La expulsi¨®n de los electos de HB de los gobiernos municipales tambi¨¦n ha sido contundente, aunque sigan las discrepancias entre los partidos del Pacto.

R. El aislamiento pol¨ªtico de los ayuntamientos me parece muy positivo. Ahora bien, ?hasta cu¨¢ndo? La l¨ªnea divisoria est¨¢ en la condena de los asesinatos. Equivale a decirles: vamos a discutir, pero siempre que hablemos en el marco del Estado de Derecho. De todos modos, dejar a HB fuera del debate pol¨ªtico resultar¨¢ dif¨ªcil a medio plazo. Cuando llegue un proceso electoral, ?c¨®mo se va a decir a una formaci¨®n de 150.000 votantes que no tiene derecho a discutir p¨²blicamente sus puntos de vista? Pero en este momento, el est¨®mago y la raz¨®n me dicen que hay que hacer sentir a los miembros de HB que no podemos seguir jugando con ellos de la misma forma; que se han re¨ªdo de todo el mundo.