'Ley seca' en los encierros

Los encierros de Soto del Real (5.000 habitantes) se celebran este a?o bajo la ley seca. Ni una sola gota de alcohol corri¨® ayer entre la suelta de reses y la posterior capea. Con el reglamento taurino impuesto por el Gobierno regional se ha acabado el denominado toro del aguardiente y el reparto gratuito de sangr¨ªa antes de los encierros.Mozos, espectadores y pol¨ªticos dieron ayer la bienvenida a la estrenada norma sin ninguna objeci¨®n. La tradici¨®n del pueblo, que se mantuvo hasta la temporada pasada, establec¨ªa una mezcla de alcohol y riesgo. En medio del encierro se instalaba un chiringuito para repartir an¨ªs a los m¨¢s atrevidos. Cuenta Claudio Alves, de la pe?a Escalada, que la costumbre no era tan mala: "A veces, incluso se daba agua en vez de alcohol. Y era un aliciente para la gente que ven¨ªa a divertirse a la plaza. Ahora hemos aceptado la prohibici¨®n, aunque alguno, en principio, se molest¨®".

El primer teniente de alcalde de Soto, Jes¨²s Antonio Palomino (del PP), asegura que nunca ha habido empe?o por mantener el toro del aguardiente. "Se acab¨® con ello porque as¨ª lo impuso el nuevo reglamento. Ahora, nuestro esfuerzo se debe centrar en hacer el espect¨¢culo m¨¢s seguro para mozos y animales", indica Palomino.

Francisco Molinero, edil de IU, est¨¢ a favor de la nueva savia: "Nosotros hemos sido los primeros en adaptarnos a los nuevos tiempos, y aqu¨ª la gente ha sabido entenderlo".

Sin embargo, otros vecinos echan de menos el "torito del aguardiente". Fulgencio Fern¨¢ndez, empleado municipal y arenero de la plaza, asegura que antes "todo era m¨¢s entretenido". "Esto ha sido culpa de alg¨²n bruto que siempre se pasa m¨¢s de la cuenta", explica. "Las cosas han cambiado, pero sin tener en cuenta a la gente que preparaba este tipo de espect¨¢culos", a?ade. Anselmo, de 81 a?os, no llega a comprender el cambio generacional: "La gente joven, en mi ¨¦poca, se divert¨ªa con el toro del aguardiente. Pero ahora la tradici¨®n es emborracharse en lugar de divertirse. Y por eso, antes no te cog¨ªa el toro y ahora s¨ª".

Hasta Soto del Real se acercaron ayer decenas de visitantes de otros pueblos. Ninguno buscaba el toro del aguardiente. "Venimos para hacer quiebros, y no para crear problemas", dec¨ªa Guillermo de Benito, vecino de El Escorial y corredor habitual de encierros. "Soto es un ejemplo a seguir. Todo es fenomenal. Incluso he visto c¨®mo la polic¨ªa retiraba a alg¨²n borracho del recorrido", se?alaba.

El encierro de ayer, el segundo de las fiestas, fue pulcro. El ¨²nico sobresalto ocurri¨® cuando un toro salt¨® dos veces al callej¨®n. La cosa no pas¨® del susto.