C¨¦dric Klapisch: "Como en las mejores familias' es un 'western' a la francesa"
El director de cine estrena en Madrid la pel¨ªcula ganadora de tres premios C¨¦sar
Como en las mejores familias (Un air de famille) ha ganado en 1997 tres premios C¨¦sar y ha sido uno de los ¨¦xitos del a?o del cine franc¨¦s. Se trata del cuarto largometraje de C¨¦dric Klapisch, un realizador con buena formaci¨®n como responsable de la fotograf¨ªa de documentales y que ha firmado numerosos programas de televisi¨®n antes de debutar en la gran pantalla, en 1992, con Riens du tout, una historia coral en unos grandes almacenes que hizo creer que Klapisch era el heredero del humor de Jacques Tati. Luego, el cineasta se ha revelado inclasificable, vecino a Truffaut en Le P¨¦ril jeune (1993), a Renoir en Chacun cherche son chat y a qui¨¦n sabe qui¨¦n, con Un air de famille, adaptaci¨®n para el cine de la obra de teatro hom¨®nima escrita por Agn¨¦s Joui y Jean-Pierre Bacri, que tambi¨¦n son dos de sus int¨¦rpretes.
Para Bacri, "el problema del teatro filmado es un falso problema. Lo que cuenta es si tienes, o no, una buena historia, si tienes cosas que narrar". "A fin de cuentas, si los espectadores prefieren ver choques m¨²ltiples y explosiones de rascacielos, eso siempre lo har¨¢n mejor los americanos, que tienen los medios y la tradici¨®n... ", concluye filos¨®ficamente Bacri. La trayectoria de Klapisch es la de un cineasta que ama sus personajes, que no ha sentido la tentaci¨®n de querer competir con Hollywood en el terreno del gran espect¨¢culo. "He optado por filmar en scope para aportar un plus de cine a la puesta en escena. Filmar en ese formato una historia intimista, que transcurre entre cuatro paredes, ten¨ªa algo de c¨®mico, le daba una dimensi¨®n de western a la francesa al proyecto. Y eso me divert¨ªa".Un air de famille pone ante los ojos del espectador una rutina familiar, una cena semanal en el mismo restaurante de siempre. Todo debiera ser banal y tranquilo, pero Arlette, la esposa de Henri, no acude a la cita. A partir de ah¨ª, la superficie lisa se ir¨¢ encrespando y la celebraci¨®n del aniversario de Yolanda se transformar¨¢ en un drama. "En la pel¨ªcula he querido concebirlo todo bajo el signo de la paradoja, de acuerdo con un tono de comedia que expone problemas graves, de historia que arranca bajo la apariencia de la rutina y, desemboca en desastre. He buscado el equilibrio en las oposiciones: el alegre y el triste, el fuerte y el d¨¦bil, lo claro y lo oscuro, el d¨ªa y la noche, lo fr¨ªo y lo c¨¢lido, los hombres y las mujeres. Se trata de una comedia negra, en la que se r¨ªe de dientes afuera", dice Klapisch.
Obviamente, ese juego de oposiciones ligado al car¨¢cter de los personajes encuentra su f¨®rmalizaci¨®n. C¨¦dric Klapisch cuenta que la fue ideando "despu¨¦s de haber visto cinco veces la obra y de haberla ensayado luego en v¨ªdeo. Necesitaba que hacer cine fuese para los actores algo distinto de subirse al escenario, encontrar la f¨®rmula que justificase que se moviesen y hablasen de una manera distinta, que no fuese teatral. Renunci¨¦ al plano-secuencia y opt¨¦ por rodar muchos planos, por dar un gran papel al montaje, pues eso obligaba a los int¨¦rpretes a tener que ocuparse tambi¨¦n de ciertas limitaciones t¨¦cnicas y a olvidarse de su rutina teatral. Aunque el sonido y la luz van en el sentido del realismo, no sucede lo mismo con el encuadre. Fue viendo Sanjuro, de Kurosawa, que decid¨ª que cada encuadre ten¨ªa que estar muy estudiado y que eso ten¨ªa que ser evidente para el espectador".
Para Bacri y Jaoui, "la pel¨ªcula resulta m¨¢s negra que el montaje teatral debido a que, gracias a la planificaci¨®n, el espectador est¨¢ m¨¢s cerca de los personajes. Adem¨¢s, en el teatro siempre manda quien habla o quien se mueve, es el centro de la atenci¨®n, pero en el cine tambi¨¦n tienen relieve quienes escuchan". Para Agn¨¨s Jaoui, que se autodefine, "m¨¢s que como autora, como una actriz que escribe", es tambi¨¦n muy importante el hecho de haber "escrito algunas escenas suplementarias, que no son anecd¨®ticas, sino que dan una mayor amplitud al personaje" y el haber cortado ciertos di¨¢logos que resultaban demasiado did¨¢cticos. En el teatro el texto es casi el ¨²nico veh¨ªculo, pero en el cine cuentas con otros muchos recursos".
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