Kipketer da otro vuelo de oro
El dan¨¦s de origen keniano gan¨® con absoluta facilidad los 800 metros No se acerc¨® a su r¨¦cord mundial, aunque hizo los primeros 400 metros de forma soberbia
Kpketer significa, nacido en la terraza. Hasta su nombre rememora alturas, aire libre, flexibilidad. El dan¨¦s de origen keniano, que el pasado 7 de julio igual¨® en Estocolmo el r¨¦cord mundial del m¨ªtico brit¨¢nico Sebasti¨¢n Coe en los 800 metros (1.41.73), continu¨® sus vuelos de oro. Anoche, con la facilidad de los elegidos, se pase¨® dominando la prueba desde el pistoletazo de salida como hab¨ªa previsto. Qued¨® lejos del r¨¦cord mundial (s¨®lo 1.43.38) pero quer¨ªa otra cosa. No importaba la marca, sino el t¨ªtulo. Ayer no hab¨ªa liebres, aunque ¨¦l no las necesite casi para brillar. Es capaz de hacerlo en cualquier situaci¨®n de carrera."Ten¨ªa previsto ponerme en cabeza desde el principio y seguir as¨ª hasta el final", dijo tras su paseo. No cambi¨® un ¨¢pice de su plan. Incluso se escap¨® demasiado, porque pas¨® los 400 metros en 49.68, el ritmo del d¨ªa del r¨¦cord. Entonces la liebre lo hizo en 49.22 y ¨¦l iba unos dos metros detr¨¢s. Era un tren exagerado, que a cualquier otro atleta le hubiese costado caro. A ¨¦l no. Ese sistema le sirvi¨® al cubano Alberto Juantorena en los Juegos de Montreal, pero su agon¨ªa en el segundo 400 fue hist¨®rica. Era m¨¢s un cuatrocentista y por eso gan¨® la dos distancias.
A Kipketer, en cambio, ayer mismo le preguntaban que cu¨¢ndo subir¨ªa a 1.500, pero contest¨® que es un corredor de 800. Precisamente Juantorena, miembro del consejo de la Federaci¨®n Internacional y exultante con los Ariunfos de sus atletas, declar¨® que admiraba sobre todo la perfecci¨®n de Kipketer en las segundas partes de las carreras.
Ayer, aunque el ritmo era exigente, s¨®lo iba a perjudicar a su marca. Su armon¨ªa y est¨¦tica se mantuvieron intactas. No s¨®lo de piernas, sino tambi¨¦n de brazos. Ninguna crispaci¨®n s¨®lo unos ojos profund¨ªsimos que miran en carrera, su solitaria carrera, a las grandes pantallas para controlar los movimientos de sus adversarios a su espalda. Y siempre con la conversi¨®n perfecta de su zancada, gracias a unos tendones que parecen muelles gal¨¢cticos, en un desplazamiento casi de vuelo, como si sus apoyos apenas existieran. Un vuelo desde la terraza.
El campe¨®n mundial de Gotemburgo hace dos a?os, al que no le dejaron las normas de nacionalidad correr en Atlanta 96, ha vuelto a ser de oro casi sin alterarse, de puntillas. Y con s¨®lo, 1,72 metros de altura (Coe med¨ªa 1,76), cuando parece mucho m¨¢s alto con su forma de moverses. Bien lejos quedan para ¨¦l las altiplanicies de Kenia donde lo descubri¨® un entrenador dan¨¦s que se lo llev¨® a Copenhague, donde vive con su mujer, Pernila. Ahora le entrena el t¨¦cnico polaco Slawomir Nowak, que ha tenido mucho que ver hasta en su temporada de pista cubierta, pues bati¨® este a?o en los Mundiales de Par¨ªs dos veces el r¨¦cord mundial, el primero, un asombro m¨¢s, en las series.
Kipketer se sincer¨® cuando le interrogaron por sus previsiones sobre la carrera. "Bueno, estaba convencido de que iba a ganar, para qu¨¦ mentir", dijo. Sobre la ligera decepci¨®n, que provoc¨® su lejan¨ªa del r¨¦cord mundial se?al¨®: "Estoy cansado de hablar siempre sobre el mismo asunto. Quer¨ªa ganar el t¨ªtulo. Le gente que entiende de deporte sab¨ªa que ¨¦sa era mi prioridad en Atenas. Aqu¨ª no me interesaba el r¨¦cord". Su desinter¨¦s le cost¨® la posibilidad de conseguir los 100.000 d¨®lares (unos 15,8 millones de pesetas) que tiene destinados la organizaci¨®n para aquellos atletas que consigan batir un r¨¦cord del mundo. Hasta el momento, nadie ha batido ninguna plusmarca mundial en Atenas 97.
El cubano Norberto Tellez, en gran forma, se destac¨® del grupo de perseguidores, los que sal¨ªan ya por la plata, y s¨®lo gan¨® eso. El keniano Patrick Konchellah se qued¨® sin medalla, pese a haber corrido con la zapatilla que hab¨ªa perdido en la primera ronda de clasificaci¨®n (se la devolvieron durante la conferencia de prensa de sus compatriotas triples ganadores de los 3.000 obst¨¢culos). Hace 16 a?os, en Florencia, su hermano Billy ayudaba a Sebasti¨¢n Coe a batir el r¨¦cord del mundo haciendo de liebre. Ayer, el nortamericano Rich Kenah le quitaba el bronce en la misma l¨ªnea, por una cent¨¦sima, despu¨¦s de una excelente cabalgada final en la recta decisiva, El noruego Vebjorn Rodahl, campe¨®n ol¨ªmpico en Atlanta, confirm¨® que atraviesa por un mal momento y qued¨® quinto.
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