El hombre tranquilo
Es un tipo tranquilo y querido. Mucho antes de coleccionar t¨ªtulos y presidir portadas, Abel Ant¨®n era un h¨¦roe en Soria, donde hab¨ªa servido como bander¨ªn de enganche para una peque?a tropa de fondistas y mediofondistas, dirigidos por Enrique Pascual. Entre ellos surgi¨® Ferm¨ªn Cacho, un muchacho que se meti¨® en el mundillo del atletismo de pura admiraci¨®n por Abel.Durante a?os fue un valor seguro en las pistas. Pero nunca una estrella. Corr¨ªa las pruebas de 5.000 y 10.000 metros y lo hac¨ªa a la manera que le ayud¨® ayer a ganar el marat¨®n de Atenas. Nunca marc¨® el ritmo y jam¨¢s se decidi¨® por un ataque largo. Lo suyo era leer la carrera desde atr¨¢s, sostenerse y aprovechar su velocidad en los ¨²ltimos 200.
Con esa explosi¨®n de mediofondista, Ant¨®n resultaba temible en las pruebas t¨¢cticas. Con una marca de 3,37 en el 1.500, pod¨ªa imponerse a los diesel europeos. Su fiabilidad le permit¨ªa sumar puntos para Espa?a en la Copa de Europa y moverse con garant¨ªas en el panorama del fondo continental. Con 31 a?os vivi¨® su primera gran gloria. En Helsinki 94, se proclam¨® campe¨®n de Europa en 10.000 metros y fue tercero en 5.000.
Pero su horizonte estaba limitado por el apabullante dominio de los africanos en las pruebas de fondo. "Es frustrante correr contra ellos. Les sigues hasta donde puedes y mueres", dijo tras ganar el Campeonato de Europa. Quer¨ªa llegar a Atlanta y despedirse. "Bueno, quiza dispute alguna que otra marat¨®n, para saber qu¨¦ es eso".
Aquello que le apetec¨ªa por una simple curiosidad, se ha convertido en una fuente extraordinaria de ¨¦xitos. En septiembre del pasado a?o disput¨® su primer marat¨®n. Lo hizo en Berl¨ªn y gan¨® con 2.09.15. El triunfo y la marca recondujeron su carrera. Aunque su estatura -1,79- y sus largas piernas no parec¨ªan adecuarse a las exigencias de la prueba, Ant¨®n persever¨®. Gan¨® en Se¨²l y lo ha conseguido en Atenas. Lo ha hecho como en sus buenos tiempos en la pista: escogi¨® la mejor rueda y gan¨® en el sprint.
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