El beso del destino
El cielo y el mar se petrifican tras el ¨®sculo de los duques de Lugo. La Copa del Rey, sin regata final
Es obvio que algunos besos tienen efectos m¨¢gicos. El del pr¨ªncipe a Belladurmiente la sac¨® de su siesta inducida por la malvada madrastra, y el de Jaime de Marichalar a la infanta Elena, de puro sentimental (fue el s¨¢bado, en el pantal¨¢n, del N¨¢utico, ante todos los ojos presentes), petrific¨® el Mediterr¨¢neo y el cielo -quiz¨¢ de envidia- se convirti¨® en un pur¨¦ de patatas, denso y caliente, que ba?¨® la ciudad, la bah¨ªa, el puerto y, por supuesto, el mar petrificado, y as¨ª fue c¨®mo el domingo no pudo llevarse a cabo la regata final, quedando la Copa del Rey adjudicada seg¨²n los resultados del d¨ªa anterior. Jes¨²s, qu¨¦ ¨®sculo funesto.Yo, que el s¨¢bado libro y aprovecho para montarme el fin de semana de art¨ªstica, en un intento de sobrevivir a Versalles-sur-mer, pas¨¦ la noche del viernes entregada a los cuidados de la l¨ªrica, invitada al tradicional concierto de verano que los ricos-normales-mecenas-cultos-divertidos Vicente Rotger e hijo ofrecen en Son Ripoll. S¨®lo por conocer la casa vale la pena, pero si encima tenemos al tenor Manuel Cid, a la soprano Fanny Mar¨ª, a la mezzosoprano Eul¨¢lia Salbany¨¢ y, al piano, a Marta Pujol, pues una gozada. Haydn, Mozart, Rossini, m¨¢s los nuestros, incluida una romanza de La tabernera del puerto a cargo de Cid que derret¨ªa a la m¨¢s punkera: "No puede ser, esa mujer no es mala", cantaba ¨¦l, y yo me iba sintiendo de lo m¨¢s identificada, aunque s¨¦ que cuando soy mala soy mejor, y que, aunque las chicas buenas van al cielo, las malas vamos a todas partes.
Por si ello fuera poco, corr¨ªa a raudales la sobrasada de matanza de la m¨¢s alta calidad casera, y el posconcierto, ya con todos en el suelo pidiendo bises en un sal¨®n que parec¨ªa sacado de El Gatopardo, qu¨¦ quieren que les diga, me encant¨®. Al d¨ªa siguiente, en la casa de Rotger hijo, en port d'Andraitx, sigui¨® la juerga mel¨®mana, con canto gratis de tipo excelso y tambi¨¦n canalla -a Cid se le dan muy bien los tangos- y una gran paella.
Todo esto se lo cuento para que vean que me cultivo, y tambi¨¦n para que sepan las razones por las que no estuve presente durante el morreo real que dej¨® a Palma de Mallorca convertida en mujer de Lot. Ver¨¢n que, una vez m¨¢s y providencialmente, el destino me salv¨® de una inmovilizaci¨®n segura a causa -ya saben lo peligroso que es- del amor que anda suelto estos d¨ªas por la isla. Menos mal que Julio Iglesias se march¨®, y que lo de Isabel Preysler y su hijito ocurri¨® en Marbella. Es curioso: estamos acostumbrados a pensar que esta mujer es una ego¨ªsta que todo lo hace por dinero y que caza a los hombres para trepar socialmente, pero nada m¨¢s lejos: en realidad, en este pa¨ªs s¨®lo ha habido dos grandes oportunidades para mejorar v¨ªa matrimonial, y fueron Tita Cervera y Elena Ochoa quienes las aprovecharon, seduciendo a Von Tyssen y a Norman Foster. La Preysler -que tiene que vender a ?Hola! la exclusiva del reencuentro en el camerino con Enriquito para mantener su econom¨ªa y pagarse las sesiones de burbuja- se me antoja una obrera en la colmena, las manos limpias y el alma buena.
Mientras los elementos entraban en trance de inmovilidad, como consecuencia del, choque planetario de los labios de ¨¦l con los labios de ella, se dejaba caer por aqu¨ª Michel, el futbolista que fue del Real Madrid, luego del Celaya de M¨¦xico, y que pronto iniciar¨¢ una nueva faceta art¨ªstica de su personalidad como comentarista de goles y piernas y todo eso que hacen en el llamado terreno de juego los hombres que cobran miles de millones al a?o porque su vida profesional es muy corta, aunque no tanto como la de un minero con silicosis o un alba?il en un andamio flojo. Guau, qu¨¦ parrafada populista acabo de soltarles.
A m¨ª me gustar¨ªa haber asistido a la fiesta de la Cruz Roja en Montecarlo, con los Grimaldi, en calidad de recaudadora de propinas con la cestilla y seguidamente fugada a Bah¨ªa. Como no puede ser, voy a intentar que el Consejo Regulador de la Sobrasada me incluya en el estudio que la Universidad balear va a hacer sobre el perfil sensorial del preciado embutido.
Cualquier cosa, antes de que me besen.
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