Telef¨®nica amenaza al f¨²tbol en TV con el caos

Miles de aficionados pudieron ver durante la temporada pasada los partidos de sus equipos favoritos en la modalidad de pago por visi¨®n. El 9 de marzo, Canal Sat¨¦lite Digital -propietaria en exclusiva de estos derechos- inauguraba una nueva manera de ver televisi¨®n: el f¨²tbol a la carta. Desde aquel Betis-Atl¨¦tico de Madrid de la jornada 28, que sirvi¨® de pistoletazo de salida, hasta el H¨¦rcules-Athletic del 22 de junio, Canal Sat¨¦lite emiti¨® 33 partidos en virtud de los acuerdos con Audiovisual Sport. La intenci¨®n anunciada ahora por Telef¨®nica de romper los contratos del f¨²tbol suscritos para la temporada 1997-1998 amenaza con causar un terremoto tanto en el mercado deportivo como en el audiovisual.

En los primeros d¨ªas del pasado mes de marzo, Manuel Campo Vidal, entonces presidente de Audiovisual Sport -sociedad participada por Sogecable (40%), Gestora de Medios Audiovisuales (GMA) (40%) y TV3 (20%)-, anunciaba que Canal Sat¨¦lite Digital "est¨¢ en condiciones de empezar a ofrecer en pruebas partidos en pago por visi¨®n en una par de semanas" y resaltaba que s¨®lo se iba "a codificar lo que ahora no se puede ver".Pocos d¨ªas despu¨¦s miles de espa?oles ten¨ªan acceso a ver en televisi¨®n por primera vez, gracias a Canal Sat¨¦lite Digital, partidos de f¨²tbol que hasta entonces no merec¨ªan la atenci¨®n de las, cadenas. A lo largo de 15 jornadas -desde la 28 a la 42-, los abonados a esta plataforma -la ¨²nica actualmente operativa con m¨¢s de 100.000 abonados- pudieron ver 33 partidos al precio de 995 pesetas por encuentro.

Se ampliaba de esta forma considerablemente la oferta del f¨²tbol televisado en Espa?a: al partido en abierto de las auton¨®micas los s¨¢bados y de Antena 3 los lunes y al codificado de Canal + los domingos se sumaba la opci¨®n del pago por visi¨®n. Adem¨¢s, los aficionados segu¨ªan los encuentros de las competiciones europeas y de la selecci¨®n nacional a trav¨¦s de TVE.

Este esquema de autorregulaci¨®n del mercado, fruto de los acuerdos entre las empresas propietarias de los derechos televisivos de los equipos, que garantizaba a los clubes importantes ingresos, a los espectadores disfrutar de los partidos y a las cadenas de televisi¨®n elaborar su planificaci¨®n publicitaria, puede ahora convertirse en un caos si Telef¨®nica consuma su amenaza de romper los contratos vigentes.Cuando faltan dos semanas para que empiece la Liga y la temporada de f¨²tbol europeo m¨¢s larga de la historia -por primera vez dos equipos juegan la Liga de Campeones (Madrid y Barcelona en el caso espa?ol), lo que supondr¨¢ que habr¨¢ partidos los martes, los mi¨¦rcoles y los jueves en semanas alternas- la intenci¨®n adelantada por Telef¨®nica de romper los contratos vigentes puede llevar al campeonato de Liga a la encrucijada que ya sufri¨® el pasado a?o.

Ofensiva de Villalonga

Si finalmente Telef¨®nica, a trav¨¦s de su filial GMA (49% Telef¨®nica, 49% Antonio Asensio, 1% el Banco Santander y 1% el BCH) rompe lo firmado y se empe?a en ceder a la plataforma que impulsa el Gobierno y de la que forma parte, V¨ªa Digital, derechos ya vendidos, s¨®lo podr¨¢ decidir sobre los partidos de aquellos equipos que vendieron los derechos a GMA. En otras palabras, el calendario liguero saltar¨ªa en pedazos, sin posibilidad de conciliar los intereses de los equipos con derechos cedidos a distintos propietarios. Como ejemplo, en los 33 partidos retransmitidos en pago por visi¨®n por Canal Sat¨¦lite Digital la temporada pasada siempre figur¨® al menos uno de los equipos que en su momento firm¨® con GMA.Tal situaci¨®n, en un contexto empresarial de enormes inversiones -los clubes de f¨²tbol de Primera Divisi¨®n han invertido de nuevo a lo largo de este verano 5.000 millones de pesetas en fichajes- puede convertir el mercado televisivo y deportivo en un aut¨¦ntico, barril de p¨®lvora con el presidente de Telef¨®nica, Juan Villalonga, de artillero.

La ofensiva de Telef¨®nica en el f¨²tbol, que le lleva a romper contratos en vigor, una actitud sorprendente para una empresa cotizada en bolsa y obligada a cuidar escrupulosamente su imagen, responde a la desesperada necesidad de su patrocinada, V¨ªa Digital, de disponer de una m¨ªnima oferta que ofrecer en su anunciada salida el pr¨®ximo mes de septiembre. Hasta el momento, la competencia conforme a las reglas del mercado s¨®lo ha proporcionado a V¨ªa Digital un importante desgaste de imagen. No ha conseguido ni f¨²tbol -lo pretende ahora por v¨ªas expeditivas-, ni cine de calidad.

A este panorama plagado de incertidumbres para los clubes, los espectadores y las cadenas habr¨¢ que a?adir los efectos de la llamada ley del f¨²tbol aprobada el pasado 3 de julio.

Dicha ley, recurrida ante el Tribunal Constitucional y sobre la que la Comisi¨®n Europea ha abierto una investigaci¨®n por si vulnera las normas de la competencia, sigue planteando, a dos semanas del inicio del campeonato, interrogantes en su aplicaci¨®n: ?qui¨¦n decidir¨¢ cu¨¢l es el partido m¨¢s importante de la jornada que deber¨¢ ser emitido en abierto? ?ser¨¢ posible t¨¦cnicamente que decenas de televisiones instalen sus c¨¢maras en un estadio para realizar sus propios res¨²menes de los partidos como la ley permite? ?Las comunidades aut¨®nomas podr¨¢n declarar de inter¨¦s general los encuentros de sus equipos? ?TVE tendr¨¢ que compartir los partidos de la selecci¨®n nacional?