Remendar sue?os sobre una pista de baile
En agosto languidecen las salas de fiesta con orquesta y espect¨¢culo
"El baile es la mejor estrategia para conquistar a una mujer" . Hay que viajar al pasado para toparse con -el hombre que hace esta afirmaci¨®n. Se llama Eduardo, tiene 76 a?os, y el vistoso peluqu¨ªn con raya al medio que. luce no le resta ni un ¨¢pice de elegancia. SaIta a la legua que es un seductor, uno de esos tipos nacidos para ce?ir suavemente una cintura femenina mientras susurra al o¨ªdo de la dama "no s¨¦ por qu¨¦ se me estremece el coraz¨®n". Hoy se cumplen las bodas de oro de su matrimonio. ?l y su esposa, Isabel, disfraza dos de Ginger y Fred, lo est¨¢n celebrando en lo que se consider¨® la catedral de la revista musical, Pasapoga, la m¨ªtica sala de fiestas madrile?a inaugurada en la Gran V¨ªa en 1942 y que ha permanecido sin cambios ante el transcurrir del tiempo. Sus escaleras, iluminadas con decenas de peque?as bombillas y forradas de rojo escarlata, est¨¢n exacta mente igual que hace cuatro d¨¦cadas, cuando por sus en moquetados escalones evolucionaba el orondo cineasta Orson Welles o se deslizaba majestuosamente la actriz Ava Gardner, con su inseparable chucho.No hay mucho, donde elegir en el Madrid agoste?o para las parejas de carrozas aficionadas a los espect¨¢culos de variedades, revista y humor. El Scala Meli¨¢ Castilla est¨¢ cerrado por vacaciones, y Cleof¨¢s, aunque permanece abierta como discoteca, no tiene nada en cartel. Salas del estilo de Pasapoga -Pavill¨®n, El Biombo Chino, Ja'i o el famoso Lido- hace a?os que desaparecieron.
"Pasapoga es la sala de fiestas m¨¢s antigua de la capital. El 90% de nuestra clientela es madrile?a y son matrimonios mayores de 45 a?os. Tambi¨¦n vienen muchos divorciados para olvidarse de su soledad durante un par de horas", explica el encargado del local, Javier Rodr¨ªguez. "Nunca hemos cerrado en agost¨®", a?ade, "a pesar de que la asistencia disminuye dr¨¢sticamente. Por la tarde hay baile con orquesta, y por la noche, tras el espect¨¢culo, que dura poco m¨¢s de una hora, otra vez baile hasta las cinco de la ma?ana".
A Jes¨²s Mart¨ªnez, un camarero de exquisito trato y pendiente de cualquier detalle,, le espera una velada tranquila. El local podr¨ªa albergar a mil personas entre sus do s plantas, pero este s¨¢bado no llegan a setenta los espectadores que han decidido pagar 2.800 pesetas por ver el espect¨¢culo protagonizado por Secreto Profesional, un grupo formado por un total de tres bailarines -Yolanda Ballesteros, Susana Amantes y Daniel Astorga-, rematado por Jos¨¦ Luis Santiago, en el dif¨ªcil cometido de hacer re¨ªr a la concurrencia: "Un 10% de los hombres fuma despu¨¦s de hacer el amor, otro 10% bebe y el 80% restante regresa a casa con su mujer", dice el c¨®mico en el escenario. Una sonora carcajada sale del interior de una se?ora que se convulsiona sin que se le mueva un solo pelo gracias al milagro de la laca.
"Este es un p¨²blico muy dif¨ªcil, dice el humorista.
A veces salgo y ni siquiera me aplauden, y me gritan que tengo que ganarme el aplauso". En efecto, la primera actuaci¨®n de Jos¨¦ Luis fue acogida friamente. Despu¨¦s, con sus imitaciones de Carmen Sevilla, Jes¨²s Puente y Jos¨¦ Mar¨ªa Carrascal, la cosa cambia y alcanza su cl¨ªmax con los cl¨¢sicos chistes verdes y machistas. Los artistas interpretan canciones de corte rom¨¢ntico, para favorecer el abrazo e incrementar la intimidad. Parejas y matrimonios parecen estar a gusto y entretenidos.
Somos una especie en v¨ªas de extinci¨®n", comenta Daniel, el bailar¨ªn, mientras se desmaquilla en el camerino. "Este tipo de salas est¨¢ a punto de desaparecer. Tienen muy poco p¨²blico. Antes est¨¢bamos en Pirandello, que la acaban de ' cerrar para convertirla en una macrodiscoteca. Era un desastre de organizaci¨®n. All¨ª las chicas de alterne eran tambi¨¦n las encargadas de la iluminaci¨®n y el sonido
"Los empresarios no invierten apenas en publicidad, y cuando el negocio deja de ser rentable, lo cierran", apunta su colega. "Nosotros ni siquiera podemos exigir un cach¨¦, y tenemos que conformarnos con lo que nos quieran dar. Incluso nos exigen una actuaci¨®n gratis".
Son casi las tres de la madrugada. Para Secreto Profesional el trabajo ha terminado. Pero a la veterana pareja, Eduardo e Isabel, le queda' mucha noche por delante. Sus, arrugas se tersan mientras danzan en la pista del pasado.
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