El atl¨¦tico supera un tr¨¢mite con sopor
Pantic, de falta directa, resolvi¨® el partido ante el Corinthians
En un partido, dominado por el sopor, s¨®lo resquebrajado por algunas galopadas de jugadores el¨¦ctricos, el Atl¨¦tico gan¨® con un juego ordenado, discreto y poco vibrante. De acuerdo con los par¨¢metros de un partido de pretemporada, los rojiblancos consiguieron su pase a la final del Trofeo Carranza, que disputar¨¢ hoy ante el Tenerife, en la que probablemente ser¨¢ la primera piedra de toque de lo que puede dar de s¨ª en este inicio del curso futbol¨ªstico.Una falta lanzada al borde del ¨¢rea por Pantic, con su habitual maestr¨ªa, rompi¨® un partido que transcurri¨® por un camino de modorra. El Atl¨¦tico, sin ritmo, y los brasile?os, a lo suyo, ajenos a todo lo que se es pera de un equipo de aquellos lares, ofrecieron una primera parte plana, lenta, exenta de primores t¨¦cnicos y repleta de recursos t¨¢cticos.
En el primer tiempo, el equipo madrile?o present¨® un once en el que la mayor¨ªa de los actores secundarios, de lo que se presupone ser¨¢ el equipo titular, cumplieron sin m¨¢s. Alg¨²n que otro veloc¨ªsimo arranque de Lard¨ªn por la banda izquierda y otro de Aguilera por la derecha fue todo en el haber del conjunto de Radomir Antic. Y es que el toque m¨¢gico, ese plus que puede hacer del Atl¨¦tico un equipo con aspiraciones a ganar absolutamente todo, estaba en el banquillo. Kiko, lesionado, y Juninho, que descans¨® en este tiempo, son los depositarios de buena parte de las esperanzas rojiblancas para dar ese salto de calidad. Y eso pese a que jugadores como Pantic- o Jos¨¦ Mari se resisten a verse alojados en el banquillo y tiraron de algo de repertorio.
La entrada en el segundo tiempo de Juninho, Futre y Vieri dot¨® al equipo rojiblanco de m¨¢s profundidad. La visi¨®n del peque?o jugador brasile?o y las ganas y velocidad de un nuevo Futre imprimieron un ritmo superior al partido, que, no obstante, sigui¨® por un cauce de lentitud desesperante por momentos. En uno de esos pases en profundidad del brasile?o, Aguilera fue objeto de un clar¨ªsimo penalti, que el italiano Vieri desperdici¨® con un disparo duro que fue atajado por Ronaldo. Vieri dio cuenta de su velocidad y su fuerza, pero a¨²n tiene que demostrar que puede ser el gran delantero centro que necesita el Atl¨¦tico.
Antic, m¨¢s preocupado en montar en este inicio de temporada el engranaje desde atr¨¢s, mantuvo todo el partido a la defensa titular. S¨®lo un par de errores en las salidas de Jaro, en balones parados, pusieron en aprietos a una defensa que sigue movi¨¦ndose bajo los designios que marca Santi. El central brasile?o Andrei dio muestras, c¨®mo no, de la dureza de su disparo pero tambi¨¦n de la de su cadera. Ante unos delanteros no especialmente habilidosos, Andrei pic¨® m¨¢s, de una vez ante los amagos de sus rivales.
El resto del equipo, centro del campo y delantera, permanece a la espera de que se asigne con nombres y apellidos la titularidad. De medio campo hacia arriba, el Atl¨¦tico tiene super¨¢vit de buenos jugadores, pero el desequilibrio parece quedar reducido a las botas m¨¢gicas de Juninho y Kiko.
El Corinthians, ayuno de al menos alg¨²n jugador que destacase por sus virtudes t¨¦cnicas, se plant¨® en el campo como cualquier equipo europeo al uso: defensa en zona, bien colocado, presionando en las bandas, y esperando la inspiraci¨®n de los de arriba... si es que llega. Poco m¨¢s. S¨®lo los dos volantes del Corinthians, Souza y Fabio Augusto, dieron una m¨ªnima expresi¨®n del talento que se presupone a casi todos los jugadores brasile?os.
Afectados por el expolio de sus figuras de verdad, exportadas cada vez m¨¢s j¨®venes a Europa, los brasile?os han encontrado. en el conjunto su identidad, por encima de las individualidades. Como muestra, Gilmar, un mediocentro defensivo, poderoso f¨ªsicamente, no muy r¨¢pido, que puede pasar por haber sido clonado en cualquier experimento cient¨ªfico del deportivista Mauro Silva.
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