"Estaba cansado de tanta responsabilidad"
Pepe Luis V¨¢zquez, el gran torero de la posguerra, altern¨® con Manolete 122 tardes
El 28 de agosto de 1947, Pepe Luis V¨¢zquez pasaba unos d¨ªas de descanso en la playa onubense de Punta Umbr¨ªa, donde veraneaba su familia. No conoci¨® la noticia de la muerte de su compa?ero y amigo hasta la ma?ana siguiente. Inmediatamente, llam¨® a su mozo de espadas y ambos viajaron a C¨®rdoba para asistir al entierro.Pepe Luis, nacido en el barrio sevillano de San Bernardo hace 75 a?os, mantiene vivo el recuerdo de aquella tragedia que conmocion¨® a Espa?a. Con aspecto saludable -"Ando mucho y tengo buen apetito", dice-, el torero repasa su relaci¨®n con Manolete.
Fuimos amigos", afirma, pero no ¨ªntimos. Viajamos mucho juntos en tren y nos hac¨ªamos algunas confidencias. Manolete quiso ganar dinero en muy poco tiempo, era muy exigente consigo mismo y no se daba respiro, pero esa actitud le pasaba factura. Recuerdo que un d¨ªa", prosigue Pepe Luis, "me dijo: 'Jos¨¦, qu¨¦ harto estoy de tanta responsabilidad', y yo le coment¨¦ que se hab¨ªa metido en un callej¨®n muy dif¨ªcil, porque no se puede estar bien todas las tardes y hay que descansar de vez en cuando".
Pepe Luis V¨¢zquez altern¨® por primera vez con Manolete el 5 de junio de 1938, en su deb¨² con picadores en la Maestranza. "Ya entonces", recuerda, "llam¨® la atenci¨®n su manejo de la espada. Su toreo vertical era discutible pero ha sido el que mejor ha matado a m¨¢s toros porque realizaba la suerte muy despacio y derecho como una vela". Tras la alternativa de Pepe Luis, el 15 de agosto de 1940, hasta la muerte del torero de C¨®rdoba, actuaron juntos en 122 corridas, lo que demuestra, en opini¨®n del diestro sevillano, que "f¨®rm¨¢bamos el cartel m¨¢s interesante de esa d¨¦cada".
Asegura Pepe Luis que Manolete no era tan serio como aparentaba: "?sa fue la imagen que ¨¦l se cre¨® pero no era tan reservado y ten¨ªa su gracia cuando estaba entre amigos. Eso s¨ª, era t¨ªmido, tanto como yo". En cuanto al toreo de Manolete, Pepe Luis comenta: "Ten¨ªa un valor extraordinario, se pon¨ªa muy cerca de los pitones, no adelantaba la muleta y le serv¨ªan muchos toros; manten¨ªa la figura erguida y toreaba despacio. Tuvo muchas cogidas, pero encandil¨® a la masa y consigui¨® mucho dinero".
A juicio de Pepe Luis V¨¢zquez, Manolete no permiti¨® ning¨²n tipo de rivalidad. "Conmigo comulgaban m¨¢s los buenos aficionados", dice, "pero Manolete arrastraba a los p¨²blicos, lo que le obligaba a jug¨¢rsela todas las tardes; yo pod¨ªa permitirme el lujo de no estar bien. Me pod¨ªan esperar, pero a ¨¦l no, porque la gente sab¨ªa que si sub¨ªa el precio de las entradas era por las exigencias econ¨®micas de Manolete, y si no triunfaba, se enfadaban con ¨¦l con aut¨¦ntica virulencia. En cierto modo", a?ade, "esa actitud nos separ¨®, pero me permit¨ªa hacer el pase¨ªllo m¨¢s tranquilo cuando actu¨¢bamos juntos, porque casi toda la responsabilidad reca¨ªa sobre ¨¦l. Fue un torero grande, un verdadero monstruo".
Babelia
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