Madrid con ojos de fuera
Los turistas alaban la vida noctuma y los jardines, pero critican las obras y el tr¨¢fico
Como cada verano, miles de turistas recorren el ardiente asfalto de la ciudad. Descubren edificios y jardines, las terrazas y la diversi¨®n nocturna. Pero tambi¨¦n padecen el calor, las obras, el ruido y el tr¨¢fico. Sufren la picaresca de algunos -que no todos- taxistas y los hurtos de los carteristas. Su aspecto es inconfundible, casi un uniforme a base de gafas de sol, pantalones cortos, gorras y mochila. Suelen ir en grupo, fotograf¨ªan los mismos monumentos y se f¨ªan muy poco de gente que les pueda parecer extra?a. Lo que sigue es la radiograf¨ªa de Madrid que hacen algunos de los miles de turistas que pisan ahora sus calles.
Simonetta, italiana, de 26 a?os
Es la primera vez que viene a Madrid. "Me impresiona lo cuidados que est¨¢n los jardines y los parques. Todo es muy verde", se?ala. Pero hay alguna que otra imperfecci¨®n: "La ciudad est¨¢ sucia, hay suciedad por todas partes, porquer¨ªa en el suelo...". Despu¨¦s est¨¢n los taxis: "Tomamos dos para hacer el mismo trayecto y nos cobraron diferentes precios. Eran muy caros", sentencia Simonetta.
Lino, italiano, de 60 a?os
Ha pasado, junto a su mujer, tres d¨ªas en la ciudad. Antes ha visitado Andaluc¨ªa. "El metro me ha parecido muy bueno. Los carteles est¨¢n bastante claros y es muy r¨¢pido, llegas a cualquier parte enseguida", se?ala. De todas maneras, hay algo que le ha sorprendido: las obras que levantan la ciudad. "Me imagino que ser¨¢n necesarias, pero son un estorbo. Tienes que ir sorte¨¢ndolas continuamente y es algo muy molesto", comenta.
Christopher, brit¨¢nico, de 23 a?os
Estudi¨® durante un a?o en Madrid. Siempre que puede, intenta escaparse a la ciudad durante algunos d¨ªas. "La primera vez que llegu¨¦ no me gust¨® nada. Viv¨ªa en la Gran V¨ªa y me parec¨ªa un lugar siniestro, lleno de manguis... Pero ahora me encanta", dice. Para este joven, lo mejor es la marcha nocturna: "Es salvaje. En mi pa¨ªs ser¨ªa imposible encontrar nada igual".
Eiji, japonesa, de 31 a?os
Pasea por la calle Mayor con otra chica. Durante sus cinco d¨ªas de estancia, todo le ha parecido precioso "menos los mendigos". "Est¨¢n por todas partes y dan miedo. La verdad es que no me gustan", asegura esta chica. "Madrid est¨¢ bien, pero Barcelona me ha atra¨ªdo m¨¢s, es m¨¢s limpia y ordenada", sentencia Eifi
Marc, franc¨¦s, de 19 a?os
Reci¨¦n llegado de Granada, apenas ha dormido. Va a estar un d¨ªa en la capital antes de volver a Par¨ªs. "Creo que me han enga?ado porque en un restaurante me han ense?ado los platos pero no quer¨ªan decirme los precios". Est¨¢ desayunando y se alarma: "?No es demasiado caro pagar 200 pesetas por un zumo de naranja?".
Sarah, danesa, de 30 a?os
El tr¨¢fico y el ruido madrile?os la abruman. "Todo est¨¢ en obras. La zona de la Puerta del Sol es ca¨®tica, un l¨ªo", se?ala. Las terrazas la han encantado, como la ciudad en general, pero apunta una peque?a queja puntual: "La estaci¨®n de tren de Chamart¨ªn queda muy alejada del centro. Est¨¢ muy aislada y mal conectada. Es dif¨ªcil llegar hasta all¨ª".
"No preocuparos de pagar multas"
"En Madrid todo el mundo sale por la noche y por eso las tiendas abren tan tarde". "El estanco es una instituci¨®n muy importante para los espa?oles". Son algunas de las frases que recogen algunas gu¨ªas tur¨ªsticas de la ciudad a los viajeros deseosos de saber c¨®mo son los madrile?os y qu¨¦ delicias pueden encontrarse en la ciudad."No preocuparos de pagar las multas si ven¨ªs de fuera, ya que nunca las mandan a casa", o esta otra que tampoco tiene desperdicio: "Cuando las fiestas caen en martes o en jueves, los madrile?os tambi¨¦n se cogen el d¨ªa de antes y despu¨¦s. Los comercios entonces est¨¢n cerrados. A esto se le llama puente".
Las explicaciones que ofrecen gu¨ªas tur¨ªsticas como Time Out o Trotamundos son de lo m¨¢s variado. Cualquier lector puede encontrar en ellas desde consejos cl¨¢sicos ("vigilad a los carteristas en el metro", "evitad pasear por las calles oscuras del centro") hasta algunos mucho m¨¢s chocantes (los sablazos en la cafeter¨ªa del aeropuerto son memorables", "el servicio de taxi es bastante caro y se suelen cometer las mayores estafas").
Las gu¨ªas tur¨ªsticas son, junto a los botellines de agua, las gafas de sol y las mochilas, un utensilio indispensable para los visitantes de la ciudad. Adem¨¢s de los consejos pr¨¢cticos, la mayor¨ªa dedica apartados especiales a las particularidades de la ciudad, como los bares de ambiente, las tascas de tapas o los lugares de diversi¨®n.
El sentido l¨²dico de los madrile?os se tiene en consideraci¨®n: "Una de las cosas m¨¢s importantes en la vida de sus gentes es, simplemente, salir por la noche"; o "[los madrile?os] siempre encuentran alg¨²n motivo para tomarse ca?as en compa?¨ªa", se lee en las gu¨ªas. Los manuales tambi¨¦n describen maravillas: "Si no and¨¢is muy al loro encontrar¨¦is atascos, pitidos y alguna que otra bronca"; "los pasillos del metro se convierten en una sauna en los subterr¨¢neos de la ciudad".
Las gu¨ªas ya no suelen asociar Espa?a a los trajes de sevillana, los toros y la casta?uela. De Madrid elogian su talante abierto y simp¨¢tico.
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