Condena judicial al Gobierno de Jap¨®n por censurar libros de la guerra en Asia
La justicia japonesa dict¨® ayer una sentencia hist¨®rica en la que condena al Gobierno por haber censurado en diversos libros de historia cap¨ªtulos referentes a la campana imperialista nipona en Asia. Con esta sentencia concluye una batalla legal iniciada hace 32 a?os por el historiador Saburo lenaga, un intelectual muy conocido en Jap¨®n no s¨®lo por su labor investigadora sobre el pasado b¨¦lico japon¨¦s, sino especialmente por su denuncia a un sistema de "revisi¨®n" de textos escolares que siempre ha calificado abiertamente de "censura".Esta censura sigue siendo foco de un agitado debate entre, los intelectuales japoneses, as¨ª como desencadenante de numerosas pol¨¦micas diplom¨¢ticas debido a la indignaci¨®n que provoca en los pa¨ªses que fueron v¨ªctimas de la agresi¨®n nipona. El control japon¨¦s de los libros de texto ha tra¨ªdo consigo una visi¨®n durante mucho tiempo tergiversada y hoy todav¨ªa dulcificada de la campa?a imperialista japonesa en Asia.
El Tribunal Supremo admiti¨® un recurso en ¨²ltima instancia presentado por lenaga, afirmando en su sentencia que el Gobierno viol¨® la Constituci¨®n al forzar al historiador a eliminar de sus libros de texto todas las referencias a la llamada Unidad 731. Esta unidad estaba especializada en la realizaci¨®n de crueles experimentos qu¨ªmicos y biol¨®gicos con prisioneros de guerra. El alto tribunal conden¨® al Gobierno a pagar una indemnizaci¨®n de 400.000 yenes (alrededor de medio mill¨®n de pesetas), suma inferior a los dos millones de yenes solicitados por lenaga, pero s¨ªmbolo de su victoria judicial.
?xito parcial
Los magistrados declararon asimismo el derecho de lenaga a publicar intactos otros tres cap¨ªtulos hist¨®ricos en disputa, que hacen referencia al mismo conflicto b¨¦lico. Seg¨²n el Tribunal, las revisiones propuestas por el Consejo de Autorizaci¨®n de Libros de Texto del Gobierno respecto a los otros cuatro puntos en conflicto no constituyen una violaci¨®n de su libertad de expresi¨®n y c¨¢tedra.
Sin embargo, al t¨¦rmino de este largo, enfrentamiento judicial, el octogenario historiador, de fr¨¢gil aspecto, se mostr¨® defraudado por el hecho de que el Tribunal rechazara su petici¨®n de que el sistema general de control de libros es inconstitucional. En opini¨®n de la justicia nipona, estas revisiones no violan la legislaci¨®n por cuanto cumplen una funci¨®n social de garantizar el rigor en la interpretaci¨®n de la historia.
El juicio que concluy¨® ayer fue el tercero interpuesto por Ienaga desde 1962. Su primera demanda, que denunciaba la inconstitucionalidad del sistema, acab¨® con una derrota total en las tres instancias judiciales. Su segunda batalla, sin embargo, le brind¨® una ef¨ªmera victoria cuando, en 1967, el Tribunal de Distrito de Tokio afirm¨® que esta pr¨¢ctica era una censura ilegal, fallo que, sin embargo, fue m¨¢s tarde rechazado por el Tribunal Supremo.
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