'La noche tem¨¢tica' retrata a los indios de fin de siglo
Antes eran los due?os de inmensas praderas por las que vagaban libremente a lomo de sus caballos cazando b¨²falos. Ahora, han cambiado el caballo por el coche y las pieles por los tejanos, pero se esfuerzan por no olvidar su cultura ancestral. Son los indios americanos. A ellos, precisamente, dedica hoy La noche tem¨¢tica, el espacio cultural de La 2, su programa titulado La revancha tranquila del indio.Con tres documentales alemanes dirigidos por Georg Eich (Nosotras, las mujeres indias, La ruleta india y El poder de los medios de comunicaci¨®n indios) y el largometraje La lengua silenciosa, del realizador Sam Shepard, La noche tem¨¢tica rinde homenaje a los ¨²ltimos pieles rojas contempor¨¢neos.
La comunidad de ind¨ªgenas norteamericanos ha experimentado una transformaci¨®n radical: de la legendaria imagen de feroz guerrero indio que arrancaba cabelleras a la de elegante crupier vestido de esmoquin. En la actualidad, m¨¢s de dos millones de indios viven en America del Norte. Alrededor de 700.000 en Canad¨¢ y m¨¢s de 1,3 millones en Estados Unidos, donde existen m¨¢s de 500 tribus. La mitad de los nativos viven en 269 reservas de 26 estados o en las 13 corporaciones de Alaska.
Las reservas se crearon en el siglo XIX al pactar las tribus con el Gobierno federal para evitar su extinci¨®n. Los acuerdos se firmaron entre estados soberanos y esta te¨®rica soberan¨ªa se mantiene, por lo que las reservas no est¨¢n sujetas a las leyes federales. Los indios pueden controlar los recursos del territorio que administran, pero carecen del capital necesario para explotarlos.
Casas de juego
La fiebre del juego y los casinos se ha extendido de costa a costa de Estados Unidos y los indios tambi¨¦n se han visto convertidos en v¨ªctimas del mal del, hombre blanco. Pero en esta ocasi¨®n ha sido la enfermedad m¨¢s rentable de la historia de su pueblo. Con unos ingresos que se acercan a los 2.000 millones de d¨®lares -300.000 millones de pesetas-, las casas de juego han facilitado a los indios una independencia econ¨®mica y una autonom¨ªa parecida s¨®lo a la situaci¨®n que exist¨ªa antes de la llegada de los europeos al nuevo mundo. Si todo va bien, se cree que habr¨¢ m¨¢s de 250 casinos propiedad del pueblo indio antes del final del siglo._
Los indios est¨¢n tambi¨¦n presentes en los medios de comunicaci¨®n norteamericanos. En 1928 fundaron el primer peri¨®dico solamente dirigido a sus comunidades. En los ¨²ltimos a?os se han lanzado a la conquista de los medios audiovisuales -radio, televisi¨®n y cine- con bastante ¨¦xito. Hasta el punto que algunas emisoras de radio comenzaron gracias a subvenciones y ahora se autofinancian con la publicidad.
Ni h¨¦roes m¨ªticos ni alcoh¨®licos desarraigados apartados en reservas, los indios se han hecho cargo de su propio destino y se imponen a la sociedad americana, luchando por preservar su identidad y tradiciones. Este es el retrato que trazar¨¢ hoy La noche tem¨¢tica a partir de tres documentales y una pel¨ªcula. El primero de ellos, Nosotras, las mujeres indias, descubre la importancia de las mujeres en el futuro de la naci¨®n india a trav¨¦s de cuatro perfiles femeninos muy diferentes. La ruleta india narra como al sur de Phoenix (Arizona), la tribu de los Ak-Chins, con sus 500 miembros, es una de las m¨¢s peque?as, pero su, ejemplo demuestra la energ¨ªa con que algunos grupos indios consiguen imponerse. La ¨²ltima producci¨®n, El poder de los medios de comunicaci¨®n indios es un recorrido por la radio, televisi¨®n, prensa y cine de esta comunidad ind¨ªgena.
La pel¨ªcula la lengua silenciosa, dirigida por Sam Shepard y protagonizada por Alan Bates y Richard Harris, cuenta las peripecias de un joven que ha enloquecido y dialoga con el cad¨¢ver de su esposa, una india que muri¨® al dar a luz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.