Segundo aviso a Suker
Alarma en el Madrid por el bajo estado de forma del futbolista croata
El partido llegaba al minuto 74, Clarence Seedorf acababa de lograr un tanto espectacular, cuando en la tablilla de los cambios apareci¨® el n¨²mero 9. La vieja historia de la pasada temporada volv¨ªa a repetirse. El guionista era otro pero el argumento el mismo. Davor Suker abandonaba cabizbajo el terreno de juego camino a los vestuarios mientras Emilio Amavisca ocupaba su plaza. Suker recib¨ªa as¨ª el segundo aviso de la temporada.Jupp Heynckes recurri¨® a la iron¨ªa para hablar del asunto. ?A qu¨¦ cree que obedece el bajo estado de forma de Suker? "Yo estoy muy contento con Davor", respond¨ªa el t¨¦cnico con una amplia sonrisa. La respuesta de Heynckes no aclaraba nada, s¨®lo que Heynckes no quer¨ªa hablar del asunto p¨²blicamente.
En Mallorca, durante la pretemporada, el entrenador madridista tuvo una larga conversaci¨®n con el delantero croata. El Madrid acababa de caer derrotado ante el Flamengo y el trabajo de Suker dej¨® mucho que desear. Heynckes le advirti¨® entonces que deb¨ªa sacrificarse m¨¢s en las tareas defensivas, de lo contrario estaba dispuesto a tomar medidas. El t¨¦cnico pens¨® que el jugador hab¨ªa escuchado su mensaje tras el primer partido de la Supercopa, en Barcelona, pero a¨²n as¨ª segu¨ªa decidido a intervenir si la situaci¨®n se reproduc¨ªa. "El equipo no debe desatender sus tareas defensivas, es necesario presionar, trabajar en las l¨ªneas al igual que el a?o pasado, de lo contrario tendr¨¦ que actuar". Esas palabras pronunciadas en una conferencia de prensa tras un entrenamiento ten¨ªan un destinatario.
Heynckes anunci¨® a su llegada a Madrid mayor libertad para sus delanteros y estos acogieron de buen grado la noticia. Pero esta declaraci¨®n de intenciones ten¨ªa condiciones: si no hay sacrificio, habr¨¢ cambios.
El entrenador del Real Madrid decidi¨® cambiar el s¨¢bado a Suker en el primer partido de Liga. La sustituci¨®n, aunque se produjo despu¨¦s del gol, estaba prevista desde minutos antes. A esas alturas del partido, Suker deambulaba por el c¨¦sped totalmente fuera del partido, la grada se apercibi¨® de lo que suced¨ªa con el delantero y comenz¨® a increparle. Eran las primeras protestas que escuchaba desde que lleg¨® a Madrid. Tras el cambio, Suker no habl¨®.
Heynckes ha dado la raz¨®n a Capello en su pol¨ªtica con Suker. Ambos parecen coincidir en que el delantero no es un jugador de 90 minutos. El t¨¦cnico alem¨¢n tiene adem¨¢s dos argumentos m¨¢s que su colega italiano: la forma f¨ªsica de Suker es m¨¢s alarmante en estos momentos y su trabajo defensivo menos axfisiante. Suker esta vez tiene menos excusas.
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