Hacienda confirma que las tiendas cercadas por obras tienen rebaja fiscal

El concejal de Hacienda, Pedro Bujidos, volvi¨® el lunes de vacaciones y zanj¨® una de las pol¨¦micas del verano. Los comerciantes cuya tienda est¨¦ afectada durante m¨¢s de tres meses por obras tienen derecho a una rebaja en el Impuesto de Actividades Econ¨®micas (IAE)."'No es que lo digamos en el Ayuntamiento, es que lo pone la ley del IAE. El alcalde sufri¨® un lapsus cuando dijo que no se les rebajar¨ªa" precis¨® Bujidos. Los tenderos aseguran que las obras les suponen un recorte del 50% en la caja.

El concejal de Hacienda tiene muy claro que los comerciates, previa solicitud y si se cumplen determinadas condiciones (ver gr¨¢fico), tienen derecho a una rebaja de impuestos. El al calde, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, asegur¨® en agosto, precisamente en una visita a a algunas de las obras que se llevan a cabo en la ciudad, que los comerciantes no gozar¨ªan de rebaja alguna. "La compensaci¨®n est¨¢ en que luego su barrio estar¨¢ mejor", a?adi¨® el regidor entonces. El responsa ble de las finanzas municipales especific¨®: "Creo que lo que el alcalde quer¨ªa decir era que el Ayuntamiento no regular¨ªa ninguna rebaja especial a los comerciantes. ?C¨®mo se va a negar el alcalde a algo que est¨¢ en la ley? ?l es siempre el primero en cumplirla".El caso es que con tantos dime y te dir¨¦, los comerciantes que tienen la excavadora Casi en el escaparate no sab¨ªan muy bien ayer si ten¨ªan derecho o no a los descuentos. De lo que s¨ª est¨¢n convencidos la mayor parte de ellos es de que, con las obras al lado, el negocio mengua. "Casi en un 50%", aseguraba ayer Enrique de los Santos, que lleva 25 a?os vendiendo bolsos y art¨ªculos de piel en el tramo de la calle Mayor, que lleva levantada por los obreros desde julio.

"Est¨¢ claro que si la gente anda por un terreno en obras no se fija en el escaparate o, directamente, se pasan a la acera de enfrente", a?ade. Una vendedora de la misma tienda remach¨®: "Si tenemos la puerta abierta entra polvo, y si la cerramos no entra el polvo y tampoco los clientes, as¨ª que ya me dir¨¢ usted qu¨¦ hacemos". La due?a de una cercana tienda de muebles es de la misma opini¨®n: "Es de sentido com¨²n: si uno ve la calle levantada, no pasa por ah¨ª y no compra", argumenta. Estos vecinos, con todo, contar¨¢n, cuando la obra acabe, con unas aceras arboladas y de mayor anchura.En la calle de R¨ªos Rosas los tenderos se quejan, adem¨¢s, de que el t¨²nel que ah¨ª se construye no les traer¨¢ ning¨²n beneficio posterior. Un ferretero de esta calle explicaba el perjuicio: "Ahora, con tanta valla, no hay nadie que se atreva a parar el coche para comprar".