Wayne Wang borda un extra?o idilio en 'Chinese box'
Sigue el buen nivel en una excelente Mostra
Sigue llegando buen cine. En Chinese box, Wayne Wang muestra de nuevo que es un director superdotado y que, pese a trabajar esta vez sobre un gui¨®n con deficiencias, arranca cine de alta calidad del extra?o idilio entre Jereiny Irons y Gong Li en las calles. de una Hong Kong convulsionada por el fin de su historia colonial. El japon¨¦s Takesh¨ª Hitano propone en Fuegos de artificio un desconcertante thriller y, fuera de concurso, otro thriller, Cop Land, dirigido por James Mangold, sabe a poca cosa y deja para mejor ocasi¨®n el intento de Sylvester Stallone de renovar su deteriorada imagen.
Es rar¨ªsimo encontrar hoy un festival capaz de poner en circulaci¨®n media docena de pel¨ªculas importantes; y esta primera Mostra dirigida por el controvertido Felice Laudadio lo est¨¢ logrando. Sus criterios selectivos son sagaces y coherentes, lo que pone de manifiesto que este insolente personaje y ca¨®tico organizador ha sabido rodearse de un equipo de ojeadores que sabe ver cine. Ayer llegaron a las pantallas del Lido otras dos obras importantes, todo lo discutibles que se quieran, todo lo dif¨ªciles de desentra?ar que se quiera, pero que son manifestaciones indiscutibles de un estilo pronunciado, de la existencia de voz propia en su equipo creador, aunque ¨¦ste no est¨¦ a veces bien conjuntado y deje ver flecos y desajustes.Por ejemplo, en Chinese box, el gui¨®n de Jean-Claude C¨¤rriere no acaba de entrelazar bien las varias -en s¨ª mismas, estupendas- historias que mueve en contrapunto, pero all¨ª est¨¢n el buen pulso del director Wayne Wang, el talento interpretativo de Jererny Irons y la magn¨¦tica presencia de Gong Li para tapar el boquete por donde la armon¨ªa de la pel¨ªcula podr¨ªa hacer agua. Y no s¨®lo evitan su naufragio, sino que logran muchas r¨¢fagas de cine buen¨ªsimo, que -sin llegar a la redondez de Smoke- demuestran que el director del tinglado tiene un oficio y un sentido del equilibrio propio de los cineastas superdotados.La misma singularidad en el empleo del contrapunto se percibe en Fuegos de artificio, un dur¨ªsimo thriller dirigido por el japon¨¦s Takeshi Kitano en el que el hilo de salvaje violencia que desencadena la trama de un ajuste de cuentas -directo y lac¨®nico, a lo samurai- entre polic¨ªas del Jap¨®n actual, est¨¢ misteriosamente en onda con una secuencia de im¨¢genes inexplicablemente serenas, casi pl¨¢cidas, que conducen con gran rigor, paso a paso, a una conversi¨®n de la truculencia en un refinado e incluso delicado lirismo.
Y el conjunto de atrocidades desencadenantes desemboca, en la zona final del filme, en un equilibrio de estirpe tr¨¢gica, muy en sinton¨ªa con rasgos tradicionales del mejor cine japon¨¦s -en especial el de Masaki Kobayashi, Nagisa Oshima, Shoei Imamura y Akira Kurosawa-, que envuelve al tremendo relato en una chocante atm¨®sfera on¨ªrica, una pesadilla de amor sin barreras, m¨¢s all¨¢ de la muerte, de las que hicieron furor en el movimiento surrealista europeo de los a?os treinta. Y lo que en manos inexpertas hubiera conducido a un gazpacho cinematogr¨¢fico indigerible, gracias al estilo unificador de Kitano se convierte en un relato muy bien engarzado, que primero repele y termina reconfortando. al espectador, creando sensaci¨®n de alivio y emoci¨®n de libertad.
Operaci¨®n Rambo
Otro relato policiaco, Cop Land, pretende servir de escaparate a la decisi¨®n de Sylvester Stallone de abandonar su tosca imagen de Rambo y Rocky y ponerse al d¨ªa, en consonancia con pel¨ªculas m¨¢s serias, quiz¨¢ con menos tir¨®n taquillero inmediato, pero a la larga m¨¢s rentable en una operaci¨®n de desmaquillaje como la que busca. Pero la pel¨ªcula es tan endeble y su director, James Mangold, tan poco imaginativo, que ni siquiera un actor tan dotado y autoexigente como Robert de Niro resulta cre¨ªble. Ray Liotta se salva a duras penas del inexpresivo fardo de su personaje; y ¨²nicamente Harvey Keitel -un genio del cine, al que le basta mirar con mala uva a la c¨¢mara para convertir un foto grama en un bombazo- saca adelante con asombrosa facilidad su personaje de perverso y violen to villano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.