"Ipso facto"
EN LA DISYUNTIVA de elegir entre el pluralismo pol¨ªtico y el monolitismo ideol¨®gico -que Anguita define como "clarificaci¨®n"-, los ¨®rganos de direcci¨®n de Izquierda Unida han optado abierta y belicosamente por la segunda v¨ªa. La presidencia federal de IU aprob¨® ayer las resoluciones que revocan la creaci¨®n de Nueva Izquierda como partido dentro de la coalici¨®n y la de imponer a Iniciativa per Catalunya la condici¨®n de que deje de respaldar a Esquerda Galega, organizaci¨®n disidente de IU que ha tenido la osad¨ªa de presentar un programa com¨²n con el PSOE gallego. En resumen, la direcci¨®n de IU ha elegido el procedimiento de la represi¨®n y la purga -tan caro al movimiento comunista para resolver un problema que contribuy¨® a crear. Aunque la decisi¨®n debe ser ratificada por el Consejo Pol¨ªtico Federal de IU y se aplicar¨¢ a partir del 1 de octubre, apenas cabe ya duda alguna de que IU est¨¢ entrando en la fase decisiva de su disoluci¨®n como coalici¨®n pluralista y federada.Para defender la ruptura con NI y la m¨¢s que posible de IC -Rafael Rib¨®, su l¨ªder, viaj¨® ayer a Galicia para apoyar personalmente a Esquerda Galega-, Anguita y su nomenklatura argumenta que "la situaci¨®n es irreversible y no se puede sostener m¨¢s" (seg¨²n la versi¨®n de Rosa Aguilar), y que tanto Nueva Izquierda como Iniciativa per Catalunya "se han autoexcluido" del proyecto de la coalici¨®n, que ser¨ªa la interpretaci¨®n complementaria elaborada por Antonio Romero. Que la situaci¨®n en IU es insostenible es cosa sabida, pero los dirigentes de la misma no explican por qu¨¦ se ha llegado a la inevitable ruptura. La supuesta "autoexclusi¨®n" no deja de ser una descripci¨®n interesada de hechos incontrovertibles: quienes se han opuesto a las consignas del coordinador general, Julio Anguita, han sido separados de IU o sancionados. El propio Anguita, en su tosca explicaci¨®n de ayer, explicaba las medidas de represi¨®n en t¨¦rminos de "deslealtad" e "¨ªnjerencia", como si la organizaci¨®n federal fuese un feudo gestionado con criterios de fidelidad o por derecho divino y, por a?adidura, un territorio cerrado en el que no cabe la aportaci¨®n exterior, ni siquiera de una coalici¨®n hermana, como IC.
Los argumentos de Anguita pretenden culpar de la ca¨®tica situaci¨®n de la coalici¨®n a los represaliados; es una mera maniobra ret¨®rica de distracci¨®n que no enga?a a nadie. El hecho es que Anguita, con el apoyo de una direcci¨®n obediente, no ha sabido mantener la unidad de la organizaci¨®n federal, que es su principal responsabilidad, y ha traicionado los principios de pluralismo y debate abierto que inspiraron la creaci¨®n de IU. La ruptura se produce de la peor manera posible, con la expulsi¨®n o marginaci¨®n de aquellos pol¨ªticos que tienen una mayor sensibilidad democr¨¢tica, mientras se mantienen en el aparato los servidores m¨¢s mediocres y menos activos. El criterio de la fidelidad a Anguita va a tener un coste muy elevado para la calidad y eficacia de la futura Izquierda Unida, que, visto lo visto, deber¨ªa cambiar el nombre.
En t¨¦rminos pol¨ªticos, la decisi¨®n que adopt¨® ayer la presidencia federal equivale a un suicidio pol¨ªtico. IU se despoja de los escasos reclamos de modernidad y pluralismo que todav¨ªa pod¨ªa presentar ante los votantes, para quedarse pura y simplemente con el esqueleto del PCE. Si la ruptura se consuma, y pocas dudas quedan de que as¨ª ser¨¢, Anguita habr¨¢ entregado un buen pu?ado de votos al PSOE a cambio de nada, porque la fidelidad de los disciplinados y escasos miembros del PCE, que dentro de muy poco ser¨¢n sus ¨²nicos seguidores y votantes, es consustancial con su militancia. Anguita est¨¢ recorriendo un largo y tortuoso camino para conformar un grup¨²sculo a su medida, es decir, peque?o, autista y d¨®cil. Falta muy poco para que el coordinador general, con su iluminada obstinaci¨®n, devenga en un general coordinador.
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