?Qui¨¦n es Olano??Qu¨¦ es Banesto?

"No sabemos por qu¨¦", "no sabemos la causa de nada", "estamos m¨¢s sorprendidos que cualquiera". La pregunta, la ¨²nica pregunta, se queda sin respuesta. Los directores del Banesto no encuentran ninguna explicaci¨®n. Todos los an¨¢lisis previos, todas las sensaciones, todo el c¨²mulo psicol¨®gico, todo era positivo. Las buenas vibraciones les dominaban. Llegaban a la Vuelta con el equipo m¨¢s potente de los ¨²ltimos a?os, con el l¨ªder m¨¢s fuerte, con la motivaci¨®n y las ilusiones a reventar. Con un Olano motivado para ganar, su sufrimiento en el Tour, olvidado. Y en el primer puerto serio, plaf. Y no s¨®lo el l¨ªder, Abraham Olano. Tambi¨¦n los j¨®venes cachorros ya crecidos, Jim¨¦nez y Casero, las grandes esperanzas. ?Qui¨¦n es Olano? ?Qui¨¦nes son los dem¨¢s? ?Qu¨¦ es el Banesto?A Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, director del Banesto, la primera imagen que se le vino a la cabeza viendo el desastre de su equipo fue la de un d¨ªa lluvioso en Avila, la de un Jalabert colosal atacando desde lejos y la de un Olano, entonces en el Mapei, tambi¨¦n colosal defendi¨¦ndose hasta reventar de la jugada del destino. Igual, pero peor. Porque el Olano de ayer no fue el ag¨®nico indomable en la desgracia. El guipuzcoano fue un hombre hundido, sin fuerzas siquiera para brindar a la galer¨ªa la imagen de lucha. Fue la imagen del ciclista que sufre sin esperanza, pedaleando como un aut¨®mata. Falto de respuestas por lo de Olano, por lo de Jim¨¦riez, por lo de su equipo, Ech¨¢varri se hac¨ªa m¨¢s preguntas, y no encontraba tampoco respuestas. ?Por qu¨¦ ha tardado tanto el Asics en lanzar la caza? ?Y el Mapei?

Unzue pas¨® uno de los d¨ªas m¨¢s duros de su vida al volante. Ve¨ªa caer a los suyos como fruta madura. Ve¨ªa tambi¨¦n a gente menos fuerte, ciclistas no tan buenos, aguantar delante. Y no encontraba respuestas, s¨®lo preguntas. ?Qu¨¦ pasa? Era una persona casi en medio de un shock, un director h¨¢bil en la finta que de repente se quedaba sin argumentos de optimismo p¨²blico, sin sonrisa profid¨¦n. Ni el socorrido "esto es un mal d¨ªa", "la Vuelta no ha hecho m¨¢s que empezar", y dem¨¢s. M¨¢s bien estaba pesimista. "Y ma?ana [hoy para el lector], la que nos espera: la Ragua en el kil¨®metro 15. y Sierra Nevada. No vamos a tener tiempo ni para recuperamos psicol¨®gicamente". Es como si desde la p¨¢jara de Indur¨¢in en Les Arcs, Tour del 96, las ¨²nicas im¨¢genes que les transmiten sus l¨ªderes en las grandes rondas fueran negativas y su capacidad de eludirlas con la palabra fueran m¨ªnimas. Fatalismo.

Pero la pregunta, la ¨²nica, sigue en pie. ?Qui¨¦n es Olano? ?Qui¨¦n es el verdadero Olano? ?El hombre que pas¨® con buena nota la alta monta?a del Giro 96, del Tour 96, de la Vuelta 95 ?O el ciclista qu¨¦ a la primera cuesta se queda? En todo caso -esa duda le perseguir¨¢ de por vidala pregunta se puede formular de otra manera. ?Qu¨¦ ha pasado? ?Qui¨¦n tiene la respuesta?