Hu¨¦rfana con cinco padres

Ni los guionistas de La ley de Los Angeles podr¨ªan haber concebido una trama legal tan retorcida y absurda como la que est¨¢ desarroll¨¢ndose estos d¨ªas en el sistema de tribunales de apelaci¨®n de California. Quiz¨¢ el caso tenga en el fondo algo positivo: que sirva de precedente para evitar en el futuro este tipo de situaci¨®n. Dicho en pocas palabras: se trata de una ni?a de dos a?os que ha sido declarada legalmente hu¨¦rfana por un juez, a pesar de tener cinco padres. Lo de los cinco padres tiene su explicaci¨®n.En 1994, el matrimonio de la localidad de Costa Mesa (Estados Unidos) formado por John y Luanne Buzzanca (ambos tienen ahora 43 a?os) pidi¨® a una madre de alquiler que les engendrara un beb¨¦, pero con el esperma y los ¨®vulos de un se?or y una se?ora an¨®nimos que previamente los hab¨ªan donado a una cl¨ªnica. De modo que en el nacimiento de Jaycee Louise Buzzanca, en marzo de 1995, hab¨ªa cinco implicados: dos por la parte contratante, otros dos por la parte donante, y el quinto, el vientre de una mujer llamada Pamela Snell donde empezaron a desarrollarse los acontecimientos.

El diario Los Angeles Times recogi¨® el martes la noticia citando a un juez que describ¨ªa el caso como "el m¨¢s extraordinario" que se conoce en el campo de la maternidad de alquiler. Los problemas para la peque?a Jaycee comenzaron literalmente un mes antes de nacer, cuando John Buzzanca se arrepinti¨® de la operaci¨®n a tres bandas y decidi¨® divorciarse de su esposa. Hab¨ªan estado casados seis a?os, intentando sin ¨¦xito tener descendencia, y Luanne, cuya profesi¨®n es entrenar perros, se hab¨ªa gastado 200.000 d¨®lares en inseminaciones artificiales que no funcionaron, medicaci¨®n para aumentar su fertilidad, etc¨¦tera. Antes de Snell, lo hab¨ªan intentado con otras cinco madres de alquiler. '

Durante los dos a?os siguientes al divorcio, John Buzzanca tuvo que pagar unas 50.000 pesetas al mes en calidad de ayuda econ¨®mica para su ex esposa y la ni?a. Pero el lunes de esta misma semana, Buzzanca consigui¨® que un juez le despojara de esa carga financiera por considerar que en realidad nunca hab¨ªa sido el padre legal de la criatura, ya que ¨¦sta naci¨® una vez disuelto el matrimonio. El juez de Orange County, Robert Monarch, fue un paso m¨¢s all¨¢ y dej¨® a la ni?a legalmente hu¨¦rfana, al a?adir que Luanne Buzzanca, pese a tener la custodia, tampoco puede ser considerada la madre legal.

Al conocerse la decisi¨®n, el abogado que representa a la ni?a puso el toque emocional al decir que "Jaycee no se merece menos que ninguna. otra nina". Luego declar¨® a la prensa que "todo el mundo necesita tener padres legales, de modo que ?por qu¨¦ se deja a uno de los padres desentenderse de la cuesti¨®n cuando ¨¦l ayud¨® a crearla?". El abogado Robert Walinsley, en nombre de Luanne Buzzanca, coment¨® a su vez que es inaceptable que la ni?a no pueda tener familia. "La realidad", a?adi¨®, "es que mi cliente ha sido su madre desde el primer d¨ªa tras el nacimiento, aunque ahora no se le reconozca esto".

De los donantes por supuesto no se sabe nada, pero Pamela Snell, la madre de alquiler, empez¨® a tramitar los papeles para que le devolvieran la custodia de la ni?a cuando se enter¨® del divorcio. Seg¨²n Snell, ella hab¨ªa accedido a subarrendar su vientre (el ¨®vulo fue fecundado artificialmente en el exterior y luego trasplantado) creyendo que los padres ser¨ªan gente responsable. Sin embargo, en el ¨²ltimo momento, Snell tambi¨¦n ha retirado esta solicitud.

El caso de la peque?a Jaycee Louise seguir¨¢ ahora su curso en otro tribunal de apelaci¨®n, pero la existencia de importantes vac¨ªos legales en los contratos de alquiler de madres ha quedado bien patente. El juez, que en un principio oblig¨® a John Buzzanca a sustentar econ¨®micamente a su mujer y la ni?a, hab¨ªa resuelto en su momento que "al haber firmado el contrato de alquiler de madre, John ha provocado en la pr¨¢ctica la concepci¨®n de Jaycee exactamente igual que si lo hubiera hecho a la antigua usanza".

Los expertos tambi¨¦n creen que cuando alguien provoca la, existencia de otro alguien, inmediatamente asume una responsabilidad. Pero el matiz que se ha introducido ahora contempla la disoluci¨®n de esa responsabilidad cuando la entidad que hab¨ªa firmado el contrato se disuelve antes de la concepci¨®n de la criatura.