Francia y Alemania reabren la batalla sobre un 'polo econ¨®mico' que compense el poder del banco central

Los ministros del Ecofin abren este fin de semana un nuevo curso en su tradicional reuni¨®n informal de septiembre. Encarrilado definitivamente el euro, el conflicto se centrar¨¢ entre alemanes y franceses. Estos plantear¨¢n hoy de nuevo su idea de crear un directorio econ¨®mico bautizado ahora polo econ¨®mico. Aquellos pusieron por fin sobre la mesa -la que reuni¨® anoche a los ministros para cenar- su exigencia de reducir la contribuci¨®n alemana a la UE. Entre ambos, el comisario Mario Monti defender¨¢ su idea de impulsar un c¨®digo ¨¦tico para acabar con la competencia fiscal.Esta vez es el pl¨¢cido balneario luxemburgu¨¦s de Mondorf el escenario de una reuni¨®n en la que no se van a tomar grandes decisiones, pero que obligar¨¢ a los ministros a empezar a tomar posiciones sobre estas tres querellas, que se perfilan como las tres grandes batallas del futuro. Un cuarto gran tema ocupar¨¢ a los ministros, aunque seguramente optar¨¢n por la discreci¨®n para no alterar a los mercados. Se trata de empezar a perfilar qu¨¦ sistema se seguir¨¢ a la hora de fijar las paridades fijas de las monedas que se integren en el euro y la relaci¨®n de esta, moneda con el resto de divisas mundiales. Aprovechando el viaje, los poderosos ministros de Econom¨ªa y Finanzas lanzar¨¢n un nuevo mensaje en favor de la inevitabilidad y las bondades de la moneda ¨²mica europea.

Las tensionees se auguran entre alemanes y franceses, al menos de puertas adentro. El socialista franc¨¦s Dominique Strauss-Kahn pondr¨¢ sobre la mesa la exigencia de su pa¨ªs de crear un directorio econ¨®mico. Su Gobierno le llama ahora polo econ¨®mico. Es la vieja idea defendida por Lionel Jospin para demostrar a la opini¨®n p¨²blica europea que la Uni¨®n no s¨®lo se preocupa del euro y de la pol¨ªtica macroecon¨®mica.La propuesta provoc¨® ya en junio un gran cisma entre franceses y alemanes y estuvo en un tris de hacer saltar por los aires el ¨¦xito de la cumbre de Amsterdam y retrasar la aprobaci¨®n de la reforma del Tratado de Maastricht. Pero Alemania sigue siendo hostil a crear un mecanismo regulador y coordinador de las pol¨ªticas econ¨®micas cuyo verdadero objetivo es recortar los poderes que tendr¨¢ el futuro Banco Central Europeo como due?o y se?or de la pol¨ªtica monetaria de los pa¨ªses del euro.

La contribuci¨®n alemana

Pero tambi¨¦n Alemania puede llevar la crispaci¨®n al Ecofin. Todo indica que Theo Waigel plante¨® en la cena informal de anoche lo que tanto ¨¦l como el canciller Helmut Kohl han voceado ya en los medios de comunicaci¨®n: Alemania paga demasiado a la Uni¨®n Europea. Es un tema tab¨², fruto de un dif¨ªcil consenso alcanzado por los Quince en la cumbre de Edimburgo, en 1992.

Por su parte, el comisario de fiscalidad y de mercado interior, Mario Monti, proseguir¨¢ hoy su particular traves¨ªa del desierto. Pero ahora un oasis empieza a perfilarse en el horizonte. Desechada por lustros la posibilidad de unificar la fiscalidad entre los Quince, Monti pondr¨¢ en discusi¨®n un conjunto de propuestas para acabar con la competencia desleal en materia fiscal.

El eje de su propuesta es un c¨®digo de conducta sobre la fiscalidad entre empresas. Este c¨®digo, voluntario y sin fuerza jur¨ªdica, puede abrirse paso hoy. Pero el resto de propuestas provocar¨¢n mayor recelo entre unos ministros que ya han perdido gran margen de maniobra en la pol¨ªtica monetaria y que se resisten a ver recortado tambi¨¦n su poder en materia de pol¨ªtica fiscal.